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Caixaforum reivindica al pintor impresionista con una muestra retrospectiva
Después del huracán mediático vino la conferencia magistral de Guillermo Solana, comisario de la muestra y director del Museo Thyssen. Esta propuesta de reunir sesenta y siete óleos de Camille Pissarro bajo un mismo techo persigue una clara reivindicación del maestro como figura fundamental del impresionismo. "No ha recibido el reconocimiento oportuno dentro de la historia del arte y el culpable involuntario de haberle eclipsado es sin duda Monet", destaca Solana, que ha conseguido obras de cuarenta y siete instituciones o colecciones privadas para lograr esta gran cita con Pissarro.
"Pissarro fue un corredor de fondo, un artista poco seductor cuya obra tiene mucha solidez", asevera el comisario. Los paisajes campestres y las mujeres que trabajan en el campo desvelan que conocía muy bien este entorno donde vivió la mayor parte de su vida. También descubrimos su obsesión por los caminos que dan un sentido narrativo a sus óleos. Buen ejemplo de los senderos son la serie que pintó en Louveciennes muy cerca de Versalles. "Monet se trasladó también a Louveciennes donde experimentaron juntos con la perspectiva de la carretera", añade Solana.
El espectador seguirá los pasos de Pissarro y descubrirá sorpresas como su breve y decisiva estancia en Londres donde se enfrenta a su dilema entre lo rural y lo industrial que vemos claramente en el cuadro "Dulwich College" (1871) o en "Crystal Palace" (1871). "En ese viaje tuvo la oportunidad de visitar la National Gallery y descubrir a Constable y Turner", apunta Solana.
«Saint-Honoré por la tarde »
Aunque seguirá pintando magníficos paisajes como el "Bosque de Marly" (1871) o "El campo de coles, Pontoise" (1873) -ambas pinturas pertenecen a la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza-, en 1890 se traslada a París donde pinta "La Place du Havre" (1893) o "Rue Saint-Honoré por la tarde" (1897) que ilustra el catálogo de esta exposición.Sus visitas a París se suceden porque acude al médico a tratarse un problema en la vista y siempre se aloja en algún hotel desde donde retrata la ciudad de la luz. "Rue Sain-Honoré por la tarde" es el cuadro de la discordia y por ende el más popular de la exposición. Todo empezó con una demanda presentada en 2005 por el fotógrafo Claude Cassirer, que reclamaba el lienzo valorado en 13,7 millones de euros porque había pertenecido a su abuela. Tras recurrir a los tribunales, la disputa se cerró con la siguiente resolución: "La fundación Thyssen-Bornemisza es, según el derecho civil español, la única y legítima propietaria de la obra, según ha sido ratificado por la Abogacía General del Estado". Por último, Guillermo Solana subraya el esfuerzo de "renovación y rejuvenecimiento" de Pissarro en los últimos años de su vida.