La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1
miércoles, diciembre 27, 2017
La Nochebuena del General Videla
En
1975, después del intento de copamiento del ERP al Batallón Arsenal de
Monte Chingolo, el entonces comandante del Ejército voló a Tucumán para
brindar con los soldados del Operativo Independencia. Su mensaje al país
para “vencer el desorden y la inseguridad”
Todavía había cuerpos tirados en el Batallón de Arsenales 601 Domingo
Viejobueno, y en sus calles adyacentes, cuando el comandante del
Ejército, general Jorge Rafael Videla volaba hacia Tucumán para celebrar la Nochebuena de 1975 junto a los soldados del "Operativo Independencia"
Los títulos de los diarios, ese día, informaban: "Más de cien
guerrilleros asaltaron un arsenal del Ejército en Monte Chingolo"; "La
lucha más encarnizada se libró ante el portón de la unidad militar";
"Mueren más de 50 extremistas al atacar un batallón en M. Chingolo".
El ataque, al general Videla, no lo sorprendió.
Lo esperaba.
Había recibido la información el domingo 21 en una reunión de altos
mandos, de boca del coronel Alfredo Valín, el jefe del Batallón de
Inteligencia 601. Desde 1974 la inteligencia militar había "infiltrado" a
un espía en las filas del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). El
espía, Jesús Rainier, "El Oso", después transportar durante semanas las
armas para una operación de la que no conocía su blanco, finalmente lo
informó: "Monte Chingolo".
El ataque al Batallón sería el lunes 22 de diciembre. Su arsenal tenía 13 toneladas de armamentos.
Los altos mandos dispusieron refuerzos. Se movilizaron tanques, carriers, miles de efectivos en torno a la unidad.
Un militante del ERP que había instalado en los días previos una mesa
de venta de pan dulce en las cercanías del Batallón alertó la novedad.
El ataque no se produjo.
Decepcionados, los altos mandos militares decidieron bajar el "alerta
roja", disponer los francos correspondientes, restablecer la rutina,
reducir la guardia, para inducir al ERP al ataque que había anunciado su
espía. La violencia guerrillera convenía a las Fuerzas Armadas, impactaba a la sociedad, los acercaba al golpe de Estado.
El jefe del ERP, Roberto Santucho, recibió informes de que la operación
había sido advertida por el enemigo. Había un infiltrado. La ordenó
igual.
El ataque guerrillero se produjo en las últimas horas de la tarde del
martes 23, mientras Videla compartía un vino de honor con los
periodistas acreditados el edificio del Libertador.
La operación se inició cuando un camión de transporte de bebidas robado
rompió el portón de la unidad, y le abrió el paso a tantos otros nueve
vehículos. Un coronel apostado en una torre del tanque de agua del
arsenal lo advirtió desde sus binoculares.
En forma simultánea, los guerrilleros tomaron puentes a lo largo del
Camino General Belgrano, en el sur del conurbano bonaerense, también
atacaron comisarías y el Regimiento 7° de Infantería de La Plata.
La respuesta militar fue terrestre y aérea, con helicópteros
artillados, birreactores Aeromacci y aviones bombarderos livianos
Camberra.
A las tres horas de combate, en las filas del ERP se escuchó la orden
de retirada. Durante toda la madrugada del 24 de diciembre, iluminada
por los helicópteros, la Infantería hizo rastrillajes por las villas y
los bordes del Riachuelo, donde algunos se habían dispersado. La
guerrilla tuvo entre 60 y 70 bajas. Algunos de ellos fueron fusilados
luego de haberse rendido. En las villas se calculó que hubo 40 muertos.
Las Fuerzas Armadas y de seguridad perdieron 10 hombres.
Videla sabía que sus sectores afines apoyarían la masacre posterior al intento de copamiento.
No erraba.
"Es posible decir que el saldo impresionante (…) del episodio de Monte
Chingolo produjo en muchos un sentimiento de alivio: cien muertos son
cien enemigos menos, y si fueron más, mejor, cualquiera haya sido la
manera de su muerte", editorializaría la revista católica Criterio, al mes siguiente.
El 24 de diciembre al mediodía, cuando la violencia guerrillera ya estaba controlada, el general Videla voló a Tucumán.
Pensó que desde allí debía hablarles a los argentinos. El país estaba
conmovido y entendería sus palabras. Ya no debía arengar a los soldados
del Ejército ni hacer discursos para el Gobierno, como único
destinatario.
Era hora de hablarle al país, y lo haría junto a los soldados que
rastrillaban la espesura del monte tucumano en busca de los guerrilleros
del ERP, que aspiraban a instalar una "zona liberada".
Sería el marco adecuado para dar a conocer su pensamiento en su mensaje de Nochebuena.
Apenas asumió la Comandancia, con un decreto de Isabel Perón en
la madrugada del 28 de agosto, el general Videla, de 50 años, frío,
pulcro, reglamentarista, sin condecoraciones, pero tampoco sin manchas
en su legajo, sin haberse sumado nunca a complots o facciones internas,
fue recibido con beneplácito por sectores civiles afines.
Se esperaba de él que fuese algo más que un jefe del Ejército.
La revista Cuestionario se preguntó, al mes siguiente de su designación, con la imagen serena de su rostro en tapa: "¿Cuál es el próximo paso de Videla?".
La revista Extra,
del periodista Bernardo Neustadt, lo presentó, también en septiembre de
1975, como "uno de los más serios pensamientos que hoy se hospedan en
el país".
El general Videla transmitía la imagen de un ejército que sólo quería
orden y paz frente a una sociedad horrorizada por la violencia de la
guerrilla, de la Triple A, de los que fueran.
Para ese orden, para esa paz, deberían morir los que debieran morir. Era el sacrificio. El
general Videla lo explicó el 23 de octubre de 1975 en la XI Conferencia
de Ejércitos Americanos, en Montevideo: "si es preciso, en la Argentina
van a morir todas las personas necesarias para lograr la paz del país",
diagnosticó.
Esa clase de discursos, que el gobierno de Isabel Perón avalaba con su
silencio, luego se respaldarían con instrumentos jurídicos, decretos,
directivas secretas.
*Con la creación del Consejo de Defensa –rubricado por la firma del
gabinete de ministros y el presidente provisional Italo Luder, luego del
ataque montonero al cuartel militar de Formosa del 5 de octubre-, las Fuerzas Armadas fueron autorizadas a intervenir en todo el país en la "lucha antisubversiva".
*El día 28 de octubre, una directiva secreta del Ejército (404/75)
marcó las prioridades. Prioridad 1: Tucumán. Prioridad 2: Capital Federa
– La Plata. Prioridad 3: Córdoba. Prioridad 4: Rosario/Santa Fe.
*Se modificó el Reglamento Militar, con la incorporación de LRD, "Lugar
de Reunión de Detenidos". El "sospechoso" sería detenido en base a
informes de inteligencias y trasladado al LRD para interrogatorios, sin
posibilidad de defensa legal. LRD era el eufemismo de de "centros
clandestinos".
Durante el gobierno de Isabel Perón, las Fuerzas Armadas y de seguridad crearían seis LRD.
Uno de ellos era "La Escuelita", en Famaillá, localidad de Tucumán
donde el general Videla celebraría la Nochebuena. Dependía del
Destacamento 142 de Inteligencia del Ejército, y reportaba información
al comando del General Vilas.
Hasta ese momento, en diez meses de actuación del "Operativo
Independencia", por allí habían pasado 1507 personas; 113 habían
desaparecido.
El "exterminio físico del enemigo subversivo" era un discurso
predominante en las fuerzas vivas de la provincia, identificadas con la
acción militar.
En los hechos, el general Acdel Vilas, a cargo del "Operativo
Independencia", era el poder fuerte en la provincia, por encima del
gobernador peronista Amado Juri.
El comando táctico del general Vilas estaba asentado en la V Brigada de
Infantería y además tenía a cargo tenía a cargo a la policía
provincial, Federal y la Gendarmería. El gobernador Juri había dado la bienvenida al "Operativo Independencia" en la provincia en febrero de 1975.
"La intervención de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la
subversión apátrida ha encontrado el apoyo y la solidaridad del pueblo y
el gobierno", había afirmado.
Pero el hecho de que el mismo Juri hubiera recibido a los presos
políticos tucumanos amnistiados en mayo de 1973, no lograba satisfacer
el nivel de confianza que requería el ámbito castrense.
Durante 1975, guiados por el general Vilas, algunos diputados
nacionales con cascos y chaquetas militares, se introdujeron en la
pegajosa atmósfera del monte tucumano, con soldados que le abrían el
paso a machetazos para que pudieran recorrer el bosque entre ramas
hostiles; luego regresaban al llano saludando la labor de las Fuerzas
Armadas y reclamando al pueblo que colaborara con "desinterés y alto
sentido patriótico en la guerra contra la subversión".
El campeón del mundial de boxeo Carlos Monzón y otras figuras del
deporte y el espectáculo viajaron al frente tucumano para saludar a los
soldados conscriptos.
El Ejército quería dar a conocer la épica de su accionar para desterrar
algunas "campañas de prensa" que desde el exterior desacreditaban al
Operativo.
Las visitas se producían en un marco de violencia.
El 28 de agosto de 1975 Montoneros había detonado una bomba a control
remoto en el aeropuerto de Tucumán cuando despegaba un avión Hércules
C-130 de la Gendarmería: provocó 6 muertos y 23 heridos.
Para contrarrestar la propaganda montonera de ese operativo, el General
Vilas no dudó en presentar los triunfos militares a la prensa. En una
oportunidad, luego de una emboscada a una columna de la Compañía del
Monte del ERP en el arroyo San Gabriel, el Ejército mató a catorce
guerrilleros. A dos periodistas que acompañaron el operativo militar,
Vilas los invitó a regresar a la capital provincial junto a los
cadáveres, en el camión Unimog del Ejército. Y lo hicieron.
La violencia no sólo estaba en el monte.
Estaba en las calles.
El 1° de diciembre de 1975, un año después que el ERP ametrallara al
capitán Humberto Viola, y lo matara a él y también diera muerte a su
hija de tres años, una camioneta con siete de guerrilleros del ERP
explotó en el mismo lugar, sobre Ayacucho al 200. Lo firmó el comando
"Dios, Patria o Muerte".
Videla sentía afinidad por Tucumán.
En esa provincia había servido como jefe de Estado Mayor de la V
Brigada de Infantería desde fines de 1968, en momentos en que se sentían
las consecuencias del cierre los ingenios azucareros. La desocupación
obligó a miles de tucumanos a la migración interna. Incluso, cuando era
coronel, en 1970, Videla llegó a gobernar la provincia por algunas
semanas.
Cuando llegó al aeropuerto el 24 de diciembre de 1975 fue recibido por
cientos de soldados del Operativo Independencia y recibió el saludo del
arzobispo de Tucumán monseñor Blas Victorio Conrero. Ya no estaba el
general Vilas en el mando del Operativo Independencia. Seis días antes
lo había reemplazado el general Antonio Bussi.
"General, usted no me ha dejado nada por hacer", anotaría Vilas con
orgullo en su "Diario de Campaña", las palabras que le ofrendaría Bussi
en el traspaso de mando.
Vilas dejaría el Operativo condecorado por el senado provincial.
A esas alturas, los pocos guerrilleros del ERP que se mantenían en el
monte habían sido trasladados a Buenos Aires para participar del ataque
al Arsenal de Monte Chingolo
El mensaje de Nochebuena del general Videla sería reflejado con sentido
patriótico, sin desdeñar poesía, por la prensa política.
"El comandante general del Ejército Jorge Rafael Videla, pasó la
Nochebuena en Tucumán, junto a sus soldados. Si es que hizo algún
brindis, con seguridad fue con el jarrón de latón que impera en los
vivaques desde los que se combate a la acción subversiva desplegada en
el norte argentino", se publicó "La Opinión".
Desde la sede de la zona de operaciones del Ejército en Famaillá, el general Videla habló a los argentinos (Extractos):
"Mientras
la Cristiandad festeja en Famaillá la llegada del niño Dios, El
Ejército Argentino en operaciones, aquí en el corazón del monte
tucumano, como en todo el ámbito del país, lucha armas en mano para
lograr esa felicidad y esa paz que mi mensaje clama.
Lucha
nuestro ejército, el ejército de la Nación, contra delincuentes
apátridas que pretenden mediante el vil asesinato, quebrar al Estado y
ocupar el poder para cambiar el sistema de vida nacional tan caro a los
sentimientos profundamente cristianos de nuestro pueblo. Y lucha como lo
hizo ayer en el batallón de Arsenales 601, con fuerza, con fe, con el
coraje propio de nuestra estirpe, con la seguridad de que ese nuevo
triunfo se extenderá a lo largo y lo ancho de la República allí donde la
delincuencia subversiva pretenda hacer pie.
Frente
a esta situación, es imprescindible que el pueblo argentino y sus
Fuerzas Armadas tomen conciencia de la gravedad de las horas que vive la
Patria.
Tenga
presente el ejército y compréndalo así la Nación, que la delincuencia
subversiva si bien se nutre de una falsa ideología, actúa favorecida por
el amparo que le brinda una pasividad cómplice. (…)
Ante
esta dura realidad que aceptamos con patriotismo y espíritu de
servicio, miramos consternados a nuestro alrededor y observamos con
pena, pero con la sana rabia del verdadero soldado, las incongruentes
dificultades en las que se debate el país, sin avizorarse solución.
Frente
a estas tinieblas la hora del despertar del pueblo argentino ha
llegado. La paz no sólo se ruega, la felicidad no sólo se espera, sino
que también se ganan. El Ejército argentino, en el justo derecho que le
concede la cuota de sangre generosamente derramada por sus hijos héroes y
mártires, reclama con angustia pero también con firmeza una inmediata
toma de conciencia para definir posiciones. La inmoralidad y la
corrupción deben ser adecuadamente sancionadas. La especulación
política, económica e ideológica, deben dejar de ser medios utilizados
por grupos de aventureros para lograr sus fines. El orden y la seguridad
de los argentinos deben vencer el desorden y la inseguridad. (…).
El 14 de septiembre de 2017, casi 42 años después de aquel discurso de
Nochebuena del general Videla, el Tribunal Oral Federal de Tucumán
finalizó el juicio por el "Operativo Independencia" con la condena de
policías y militares por delitos de lesa humanidad –secuestros,
torturas, violaciones sexuales y homicidios-, contra 271 víctimas.
*Marcelo
Larraquy es periodista e historiador (UBA). Su último libro es
"Primavera Sangrienta. Argentina 1970-1973. Un país a punto de explotar.
Guerrilla, presos políticos y represión ilegal". Ed. Sudamericana.
**Bibliografía consultada. "Los 70. Una historia violenta", del autor
de esta crónica. "Sangre en el monte. La increíble aventura del ERP en
los cerros tucumanos", de Daniel Gutman y "1976. La conspiración", de
Juan B. Yofre. "Los doblados. Las infiltraciones del Batallón 601 en la
guerrilla argentina", de Ricardo Ragendorfer. También se consultaron
artículos periodísticos del diario "La Opinión" del mes de diciembre de
1975.
Balduino IV, el rey «cara cerdo» y «maldito» que humilló a un ejército musulmán con 500 cruzados
Recordado
como uno de los grandes adalides de la cristiandad en Tierra Santa,
este monarca murió a los 24 años por culpa de la lepra, una enfermedad
que sufría desde su infancia
Fue educado desde su infancia para ser rey y suceder a su padre como soberano de Jerusalén -la ciudad de mayor importancia para los cruzados en Tierra Santa en el siglo XII-. Sin embargo, Balduino IV no
pudo poner en práctica durante mucho tiempo las lecciones que sus
maestros tan sabiamente le habían impartido. Y es que, murió con apenas
24 años aquejado de lepra, una enfermedad que -por aquel entonces- era considerada una maldición divina que
caía sobre los pecadores que habían ofendido a los cielos. Con todo, y a
pesar de que solo pudo sentar sus reales posaderas en el trono durante
10 años, tuvo la oportunidad de librar grandes batallas en las que su mano llena de llagas empuñó la espada contra los musulmanes. La más famosa fue la de Montgisard, en la que -con apenas medio millar de jinetes y unos pocos miles de infantes- hizo huir al gigantesco ejército del sultán Saladino, formado por unos 30.000 hombres.
Esta victoria no le sirvió para librarse de la lepra ni de su apodo más conocido: el de «rey cerdo». Un mote que había sido extendido después de que su enfermedad le hiciese perder los dedos de los pies y las manos,
le deformase la cara y se «comiese» su nariz. Para entonces, además, su
cuerpo era incapaz de sentir el dolor provocado por un corte o el
contacto con el fuego, un síntoma clásico de su particular maldición.
Con todo, fue un soberano sumamente querido por sus súbditos e, incluso, por el enemigo. Así queda claro cuando se leen los escritos árabes de la época: «A pesar de la enfermedad, los francos [los
musulmanes llamaban a todos los cruzados francos] le eran fieles, le
daban ánimos y contentos como estaban de tenerle como soberano trataban
por todos los medios de mantenerle en el trono, sin prestar atención a
su lepra». Estos primeros días de abril, durante el 735 aniversario de la toma de Acre (la última gran ciudad cruzada en caer en Tierra Santa) queremos recordarle como el gran líder que era.
Una maldición divina
En la Edad Media la enfermedad que padecía Balduino IV era considerada una maldición enviada por Dios para
castigar a los pecadores. Así queda claro en la misma Biblia, donde son
múltiples los ejemplos en los que el Señor escarmienta a algún ser
humano enviándole lepra. Uno de ellos fue Uzias, a quien se define en el libro sagrado como descendiente de Salomón. «Tuvo ira contra los Sacerdotes y le brotó la lepra en su frente, y al mirarlo el sumo Sacerdote vio la lepra en su frente, y así el rey Uzias fue leproso hasta su muerte.
Lo sepultaron con sus padres en el campo de los sepulcros reales pero
fuera de ellos porque dijeron: 'leproso es'», señala el libro sagrado.
No obstante, estas venganzas divinas suelen aparecer en el Antiguo Testamento. En el caso del Nuevo Testamento, por el contrario, esta dolencia sirve como excusa para justificar los milagros de Jesús, a quien se le atribuye la capacidad de «limpiar» (literalmente) a varios afectados.
Pero...
¿Hasta qué punto la lepra era considerada una aberrante maldición? La
respuesta la ofrece la historiadora experta en la rama de salud Diana Obregón Torres, quien explica pormenorizadamente en su obra «Batallas contra la lepra: estado, medicina y ciencia en Colombia» el estigma que suponía para todo aquel que la padecía. «La lepra era una enfermedad tanto del alma como del cuerpo. Algunos padres de la Iglesia relacionaban pecados específicos con enfermedades específicas. La lepra se asociaba con la envidia, hipocresía, lujuria, malicia, orgullo, simonía y calumnia, entre otros vicios», explica la experta. A su vez, la lepra era sinónimo de inmoralidad, decadencia ética general y símbolo genuino de la maldad.
La lepra, una muerte en vida
Al
considerar que habían sido malditos (además de porque se creía que era
una enfermedad sumamente contagiosa) aquellos que padecían lepra durante
la Edad Media eran expulsados de sus hogares y
obligados a vivir lejos de los núcleos urbanos. Con todo, hasta llegar a
ese punto había que pasar por varias fases. La primera, como bien
señala el doctor Enrique Soto Pérez de Celis en su dossier «La lepra en la Europa Medieval», era estar seguro que de que el paciente padecía esta dolencia.
Esta decisión podía ser tomada por el médico de la región, por el sacerdote y hasta por el barbero. Usualmente, todos se basaban en un síntoma tan claro como era «la destrucción masiva de la cara del paciente», en palabras del experto. Al menos al principio pues, con el paso de los años, una denuncia absurda podía
llegar a costar el ingreso en una leprosería o el destierro a una
persona inocente. Una vez que el experto confirmaba que el paciente
sufría lepra, el sacerdote del pueblo hacía participar al afectado en un
oficio similar a los que se celebraban durante un funeral. Algo que no era de extrañar, pues se consideraba que el leproso era ya un muerto en vida al que solo le quedaba esperar pacientemente a que llegase su verdadero paso al otro mundo.
«El sacerdote iba a su casa y lo llevaba a la iglesia entonando cánticos religiosos. Una vez en el templo, el sujeto se confesaba por última vez y se recostaba,
como si estuviera muerto, sobre una sábana negra a escuchar misa.
Terminada la homilía, se le llevaba a la puerta de la iglesia, donde el
sacerdote hacía una pausa para señalar “Ahora mueres para el mundo, pero
renaces para Dios”», explica el experto. Luego se llevaba al leproso a
las afueras de la ciudad, donde se le daba una capucha negra, unas
castañuelas para que avisara de su presencia al resto de los habitantes
de la región, y se le obligaba a vivir alejado de la civilización.
Además
de todo ello, los leprosos tenían una larga lista de prohibiciones
para, según las autoridades, evitar la propagación de la enfermedad. «Se
le prohibía la entrada a iglesias, mercados, molinos o cualquier
reunión de personas; lavar sus manos o su ropa en cualquier arroyo; salir de su casa sin usar su traje de leproso; tocar con las manos las cosas que quisiera comprar; entrar en tabernas en busca de vino; tener relaciones sexuales excepto con su propia esposa; conversar con personas en los caminos
a menos que se encontrara alejado de ellas; tocar las cuerdas y postes
de los puentes a menos que se colocara unos guantes; acercarse a los
niños y jóvenes; beber en cualquier compañía que no fuera aquella de los
leprosos y caminar en la misma dirección que el viento
por los caminos», añade el experto. Posteriormente, con el nacimiento
de las leproserías, se obligaba también a los enfermos a permanecer en
uno de estos edificios hasta la muerte.
La infancia del rey maldito
El futuro rey leproso, o rey maldito, nació allá por 1161. Su padre fue Amalarico I de Jerusalén, más conocido por enfrentarse a sangre y fuego contra Nur al-Din -uno de los líderes musulmanes más destacados del siglo XII en Tierra Santa- por el control de Egipto. Su madre fue Inés de Courtenay,
esposa y, a la vez, pariente lejana de Amalarico (un hecho que hizo que
tuvieran que separarse, pues la ley de la época no permitía a un hombre
ascender al trono si estaba casado con un pariente).
A pesar de que la separación de sus padres podría haberle dejado fuera de la carrera por el trono, a Balduino se le reconoció rápidamente su derecho a gobernar. Por ello, desde pequeño fue educado por Guillermo de Tiro para
ser rey. Este, en sus memorias, afirmó que el pequeño sentía gran
interés por la historia y por las letras. A su vez (y tal y como afirma
el historiador M. Michaud en su obra «Historia de las cruzadas») «amaba la gloria, la verdad y la justicia». Por su parte, el investigador germano experto en las cruzadas Hans Eberhard Mayer dijo de él que poseía una gran perseverancia, paciencia y sentía gran amor hacia sus caballos.
Todo
era felicidad en la vida de Balduino hasta que, con 9 años, su tutor se
percató de que el futuro rey no sentía dolor, un síntoma de que podía
padecer lepra. Así lo de dejó explicado en su diario, recogido por Ángel Luis Guerrero Peral en su obra «Manifestaciones neurológicas de la lepra del rey Balduino IV de Jerusalén»:
«Mientras jugaba con otros niños nobles, y mientras entre ellos se
pellizcaban en manos y brazos como suelen hacer a menudo cuando juegan,
los otros gritaban cuando eran heridos, mientras que Balduino lo soportaba con gran paciencia y sin muestras de dolor,
como alguien acostumbrado a este, pese a que sus amigos no respetaban
especialmente su condición principesca en juegos». En ese momento
Guillermo de Tiro supo que, aunque no fuera totalmente seguro, era muy
probable que el pequeño acabase siendo un leproso.
Algo que, por
cierto, extraña a día de hoy mucho a Guerrero Peral (especializado en
neurología). Y es que, este experto afirma que -tras examinar las
biografías de Amalarico y su esposa- no hay constancia de que ninguno de
ellos padeciese esta enfermedad. Por ello, supone que se contagió de
ella por culpa de alguien. «No hay evidencia alguna de que Amalarico,
Agnes o María Comnena, la segunda esposa de Amalarico, padeciesen lepra.
Posiblemente Balduino contrajo la enfermedad en sus primeros años de
vida de algún sirviente de la corte; en cualquier caso,
ya en el siglo XXI la mitad de los pacientes de lepra no cuenta con una
historia clara de exposición a la enfermedad», completa.
Independientemente
de la causa, lo cierto es que -tanto los doctores de la corte como el
propio Tiro- esperaron hasta que examinaron varias veces al pequeño
antes de poner sobre aviso al reino, pues sabían el estigma social que
conllevaría a todo un príncipe de Jerusalén aquella maldición. Esto es
lo que escribió el tutor tras una de estas exploraciones: «Percibí que la mitad de su mano y brazo estaban muertas,
de forma que no podía sentir en absoluto el pinchazo, o ni siquiera si
era mordido». Tras llevar hasta la corte a varios médicos musulmanes
para corroborar el diagnóstico, y después de que pasaran varios años, se
confirmaron los peores temores de Amalarico: el futuro rey era un leproso.
La dolencia se confirmó, todavía más, cuando Balduino ascendió hasta el
trono a la edad de 13 años tras la muerte de su padre.
Montgisard, el comienzo
El año 1177 sería toda una prueba de valía para el rey leproso. Y es que, fue entonces cuando Saladino (el
sultán de una cantidad incontable de regiones como Siria, Palestina,
Yemen, Libia y otras tantas más) armó un gigantesco ejército de entre 26.000 y 30.000 musulmanes
con los que invadir Jerusalén -entonces bajo dominio cruzado-. Por
suerte para el «rey cerdo», los cristianos habían organizado ya un
contingente que contaba con tropas de Bizancio y caballeros recién llegados de Europa con el que pensaban conquistar El Cairo.
Esto permitió al soberano reaccionar rápidamente a las amenazas de Saladino. «Balduino se enteró de los planes del musulmán y decidió ir personalmente en su búsqueda.
Fue así como [...] comandó a varios miles de infantes y 375 caballeros
[según otras fuentes, 500] en marcha fuera de Jerusalén», explica el
medievalista Michael Rank en su libro «Las cruzadas y los soldados de la cruz». Junto a ellos partió el obispo de Belén, quien portaba consigo la Vera Cruz.
Una reliquia que, según se decía, estaba elaborada con los restos de la
cruz en la que pasó sus últimos momentos de vida Jesucristo.
Balduino decidió dirigir a todo este contingente hasta Ascalón -una
fortaleza ubicada a 74 kilómetros de Jerusalén- para defenderse allí de
Saladino. El rey partió, a pesar de su debilidad, como un caballero
más, dirigiendo a sus tropas y lanzándol arengas a pesar de que la lepra
le acosaba. Por su parte, los caballeros templarios de
la zona decidieron tomar también las armas para unirse al contingente
cruzado. No obstante, los «Pobres caballeros de Cristo» se vieron
obligados finalmente a retrasar su llegada a Ascalón después de que los soldados de la media luna les sitiaron en Gaza.
Cuando
el «rey cerdo» llegó hasta el castillo de Ascalón, por tanto, se
encontró con que -para su desgracia- los poderosos caballeros templarios
no habían acudido en su ayuda. Así pues, prefirió refigurarse tras las murallas que
lanzarse de bruces contra el inmenso ejército musulmán. La situación se
puso de cara para el sultán, que -con el contingente cristiano
resguardado en el castillo y el paso franco hasta la ciudad santa-
ordenó a sus hombres dirigirse hacia Jerusalén para conquistarla. Su última decisión fue dejar un pequeño contingente para evitar que el leproso escapase.
«Saladino creyó que Balduino estaba atrapado en Ascalón y que, incluso si los cruzados lograban
huir, sus fuerzas eran demasiado reducidas como para representar una
amenaza a su ejército. A consecuencia de ello, Saladino permitió a sus
tropas dispersarse a medida que se dirigían lentamente hacia Jerusalén. Avanzó despreocupadamente, deteniéndose en ciertas ocasiones para saquear villas a su paso,
como Ramla, Lydda y la costa en dirección sur y formando un trayecto en
círculo de regreso para interceptar el paso de Saladino», explica Rank.
La batalla, en un gráfico interactivo
La
lógica de Saladino era innegable, pero lo que el musulmán no conocía
era el arrojo de Balduino. Y es que, a pesar de no poder tenerse en pie
por la lepra, el rey escapó con su ejército del bloqueo musulmán de Ascalón
y dirigió a sus huestes tras la retaguardia de los hombres de la media
luna. Su objetivo no era otro que atacar al gigantesco contingente
enemigo cuando estuviese desprevenido y causar el desconcierto entre sus combatientes.
La
idea no era mala, y aún fue considerada mejor cuando un centenar de
caballeros templarios se unieron al ejército de Balduino después de
haber logrado burlar a los enemigos ubicados en las fuerzas de Gaza.
«Este pequeño grupo de caballeros tenía un poder formidable. Iban bien acorazados y
eran expertos en el uso de sus armas», explica el divulgador histórico
Martin J Dougherty en su dossier «Montgisard» (ubicado en la obra coral
«Batallas de las cruzadas»). Con más tropas y una energía renovada, los
cristianos partieron decididos a arrasar a los musulmanes y evitar la
conquista de Jerusalén.
A finales de noviembre, el ejército cruzado dio alcance a las tropas de Saladino a la altura del castillo de Montgisard (cerca de Ramala). La situación no podía ser mejor para los cruzados pues, motivados por el sultán, las tropas musulmanas se habían diseminado a lo largo de kilómetros para
saquear todo aquello que pudieran a los principales pueblos católicos.
Cuando se percató de que Balduino estaba a su espalda, el árabe trató de
reunir a sus combatientes y formar con ellos una línea de batalla aceptable.
Pero ya era demasiado tarde y solo pudo lograr que sus combatientes
crearan un desigual frente en el que reinaba la descoordinación.
Además, el ejército de la media luna estaba totalmente agotado por haber aprovechado hasta la última brizna de energía en robar.
«La mayoría de los soldados de Saladino estaban cansados a consecuencia
de la marcha desde Egipto y los posteriores saqueos, lo que los dejaba muy mal parados para
luchar contra los cruzados», determina Rank. El día 25, los cristianos
formaron filas para atacar a sus enemigos de la mejor forma que sabían:
lanzándose de bruces con sus caballeros totalmente acorazados (al
modo europeo) contra la formación contraria hasta que esta huyera. En
sus filas se sumaban entre 375 y 500 jinetes, 80 templarios y varios
miles de infantes. Por su parte, Saladino tenía desperdigado a su gran
ejército de entre 26.000 y 30.000 combatientes.
La gran victoria de Balduino
En
las cercanías de Montgisar, y bajo el sol abrasador de Tierra Santa,
Balduino hizo los preparativos para lanzarse sobre los musulmanes
mientras estos todavía trataban desesperadamente de organizarse. Apenas
podía tenerse en pie por lo avanzada que estaba su enfermedad, pero
sabía que su mera presencia inspiraba a los cristianos. Por ello, hizo
un esfuerzo para postrarse sobre la Vera Cruz y rezó
para que Dios le ayudase a expulsar de aquellas tierras sagradas a los
enemigos más odiados de los cruzados. Acabado el rezo y -según
Dougherty- con cierto temor ante la visión de un contingente tan grande
como el comandado por el sultán, el rey maldito dio la orden de atacar.
Así fue como el medio millar de jinetes que portaban sobre su armadura
la cruz de Cristo se lanzaron a voz en grito contra los invasores.
La primera carga fue devastadora, pues las lanzas de caballería
aplastaron las primeras líneas de la formación enemiga. Además, fue más
efectiva todavía gracias a que Saladino no pudo recurrir a una táctica
habitual entre los generales musulmanes. «Una razón por la cual los
cruzados muchas veces fracasaban cuando arremetían
contra las fuerzas enemigas era la inteligente forma en que maniobraban
estas últimas, de modo que los cruzados se encontraban con un espacio vacío en su embestida.
A continuación, cuando los caballeros salían en persecución de sus
objetivos, que se batían en retirada, se acercaban otras unidades y les
disparaban una lluvia de flechas para luego acabar con los agotados
supervivientes en un asalto final cuerpo a cuerpo», añade el anglosajón.
En este caso, sin embargo, no pudieron más que tratar de resistir la
embestida de los jinetes de la cruz. Fue una masacre.
Mientras la
carga se sucedía, Balduino rompió los esquemas de todos sus combatientes
al no apartarse de la lucha. Por el contrario, prefirió ponerse unos gruesos guantes sobre
sus manos llenas de llagas y, al poco, lanzarse también a la carga.
Renovados por el ímpetu del monarca de Jerusalén, los caballeros
siguieron combatiendo con gran valor hasta que, como si sus lanzas
hubiesen sido bendecidas por el mismísimo Dios, atravesaron la formación enemiga.
Según cuentan las crónicas, Saladino vio tan mal la situación que huyó a
lomos de su camello. Al parecer estuvo a punto de ser asesinado por los
cristianos, pero logró huir gracias a la intervención de su guardia personal.
«La victoria de Balduino fue total. Su ejército capturó a la mayor parte de sus fuerzas, incluido a su guardaespaldas mameluco , y mató a su sobrino, Taqi al-Din.
Solo el 10 por ciento de las fuerzas de Saladino regresó a Egipto
después de la aplastante derrota. Por el lado de Balduino, los registros
señalan que murieron alrededor de 1.100 hombres y 750 resultaron heridos», explica Rank. Aquella fue la gran victoria del rey. Una de las últimas, pues la lepra terminó con su vida allá por 1185.
Búsqueda del submarino ARA San Juan: suman buques para identificar un nuevo contacto detectado
Lo encontró el destructor ARA Sarandí, y ahora mandan naves rusas y un buque norteamericano a rastrillar la zona.
Desde la Armada Argentina confirmaron que empezarán a rastrear un
nuevo contacto detectado durante las operaciones de búsqueda del
Submarino ARA San Juan. Se trata de un rastro descubierto por el destructor ARA Sarandí: una forma hallada en el fondo del mar que, ahora, buscarán identificar.
Para el nuevo operativo enviarán al lugar a la nave ARA Islas Malvinas, un aviso que lleva a bordo el vehículo ruso “Panther Plus”, que pueden enviar al fondo del mar y operar remotamente.
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En Comodoro Rivadavia, militares rusos administran contenedores que
guardan objetos de búsqueda submarina para intentar localizar al
submarino desaparecido ARA San Juan.
Además, el buque oceanográfico Atlantis, de Estados Unidos, continúa explorando el área de búsqueda asignada y hoy a la noche sumarán al aviso ARA Puerto Argentino. También el buque Yantar de la Federación Rusa partió hoy desde Montevideo para incorporarse a las tareas de rastrillaje el lunes.
Respecto a la situación meteorológica, según informaron desde la Armada Argentina, la visibilidad es buena y hay vientos de 17 a 21 nudos del
sector Oeste, y por la noche rotarán hacia dirección noroeste
alcanzando una velocidad de 25 nudos. Las olas alcanzarán hoy una altura
de hasta 2,5 metros.
En un comunicado, la Armada sostuvo que “junto al Ministerio de
Defensa mantenemos el compromiso de acompañar a los familiares de los 44
tripulantes, alojándolos y asistiéndolos en todas las necesidades
básicas”.
Clarin.com
martes, diciembre 26, 2017
EL PUEBLO
TIENE QUE SABER Nro. LXVII
Salta,20 de diciembre de 2017
“Estar confundidos es imperdonable, nos lleva al error
irrevocable”
“Un hombre puede equivocarse, se puede
enmendar. Si está confundido perecerá con su confusión, nunca reconocerá su
error”
“Felipe se acercó y, al oír que [el etíope] leía al profeta Isaías,
le preguntó: “¿Comprendes lo que estás leyendo?”. Él respondió:
“¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?”. Felipe tomó la
palabra y, comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena
Noticia de Jesús”.
Hace pocos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), decidió
negar[1]
a la Provincia de Salta el derecho que ésta tiene de impartir enseñanza
religiosa en horario ordinario de clases en las escuelas públicas de la
provincia, enseñanza que figura en los currículos de estudio de Salta.
Enseñanza que figura en la Constitución provincial y que, además, fue
ratificada en un fallo de la Corte de Justicia salteña.
Habría que recordarles a los integrantesde la SCJN que nuestro país, desde su nacimiento mismo, el 25 de mayo de
1810, cuando formó su “Primera Junta de Gobierno”, estaban
presenteslos representantes de las tres
raíces de la Patria: la espada, la justicia y la cruz. Ese día el pueblo de
Buenos Aires volcó su apoyo para que un Coronel sea su presidente, abogados sus
secretarios y abogados, comerciantes, un militar y un sacerdote sus vocales.
Desde entonces es que nuestra cultura representaba la filosofía occidental y
cristiana.
Siempre estuvopresente la cruz en
los momentos trascendentes del país, como la Virgen de la Merced en la Batalla
de Tucumán, laVirgen del Carmen en el
cruce de los Andes, en el Congreso de Tucumán, los constituyentes en San
Nicolás. En nuestra provincia el Señor y la Virgen del Milagro en los
terremotos que sacudieron Salta en 1692 y 1948. Tan presente está en nuestra
cultura que hasta la gran mayoría de los funcionarios cuando asumen juran sobre
los Santos Evangelios “Por DIOS y la PATRIA”. Algunos juran sólo
por la Patria y/osobre la Biblia;
elloes así porque la Nación respeta al
que cree, piensa, siente o tiene otras creencias
Otros, los menos, inventaron otras fórmulas cargadas de resentimiento o
ideología al jurar “por ÉL”, por “la década ganada”,
por los Derechos Humanos”, por “el desaparecido Santiago
Maldonado”, etc.
Como se recordará, acá en Salta, en el año 1986, la honorable Convención
Constituyente de la Provincia, luego de un intenso y enriquecedor debate
(Diario de Sesiones. Desde la 1ra hasta la 6ta), estableció la total vigencia
del Artículo Nro. 11 de la Constituciónprovincial (“Culto Católico y Libertad
de Culto”), que dice: “El gobierno de la
provincia cooperará al sostenimiento y protección del culto Católico
Apostólico Romano. Es inviolable en el territorio de la provincia el derecho de
todos para ejercer libre y públicamente su culto, según los dictados de su
conciencia y sin otras restricciones que las que prescriben la moral y el orden
público……..” (El subrayado nos pertenece).
Para no ser más extensos no transcribimos los Artículos Nro. 12 “Principios de Libertad” y el Nro. 13 “Principios de Igualdad”, los que
reafirman lo prescripto en el Artículo Nro. 11, ya
especificado.
En nuestra querida Salta se estableció la enseñanza religiosa en las
escuelas,materia que esperamos siga
vigente, que no es obligatoria para el alumno que no quiera concurrir y que
permite la enseñanza de otras religiones, en coherencia con el Artículo Nro. 11. Esto fue ratificado por la Corte de Justicia de la
Provincia en el 2013 y se manifestó a favor de que hubiera prácticas católicas
en el horario escolar.
Pese a todo ello, como lo está haciendo desde la década del 40, el Estado
continúa “nivelando hacia abajo”.
En este mundo de hoy, lleno de acechanzas, odios, adicciones,
violaciones, venganzas, violencia generalizada, hipocresía jurídica, etc. ¿por
qué un freno a ello -como es la enseñanza religiosa- no puede seguir
impartiéndose en Salta tal cuál se viene haciendo hasta ahora?
¿Será porque seguiremos siendo manejados por una minoría militante y
obstruccionista que sólo destruyen y nunca construyen pensando en un país
mejor?
Salta fue, es y será la de el Señor y la Virgen del Milagro, la de la procesión
de 800 mil fieles los 15 de septiembre, la del rezo multitudinario de la
Novena, la de San Felipe y Santiago, la de la “Virgen del Cerro”,
la de las históricas iglesias más que centenarias, la de San Bernardo
protegiendo desde el cerro a la ciudad. Esa fue, es y será nuestra querida
Salta.
Ahora la SCJN, desde Buenos Aires, derogó la obligatoriedad de la
enseñanza religiosa en las escuelas de Salta en la forma en que se estaba
realizando hasta ahora de acuerdo a nuestra Constitución Provincial. ¿Conocerán
esos jueces la idiosincrasia del salteño, o sólo la observarán por TV? Al
respecto, cabe recordar que tres de estos cinco magistrados fueron los que
avalaron al nefasto ex juez Zaffaroni cuando -en
ejercicio de sus funciones- alquilaba sus departamentos para el ejercicio de la
prostitución y la “trata de blanca”. Este ex juez continúa haciendo
desquicios a la justicia desde su puesto en la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos” (CIDH), donde la parcialidad de este organismo es
notoriamente favorable para la corrupción y la izquierda vernácula (casos
Milagro Sala, Santiago Maldonado, etc.)
Uno de los argumentos de la SCJN sostiene que “…si bien es ciertoque el texto
de la Constitución prevé el sostenimiento al culto católico, también es claro
que esta afirmación se limita a un apoyo económico, tal como lo expresaron los
redactores y lo ha entendido siempre la Corte” (“El
Tribuno”, 13/12/17. “ Los argumentos de
los jueces”). Basta leer que significa la palabra sostenimiento según el
diccionario de la Real Academia Española, que dice: “Sostenimiento:
Acción de sostener. Sostener: 1. tr. Sustentar[2],
mantener firme algo. 2. tr. Sustentar o defender una
proposición. 3. tr. Sufrir, tolerar. Sostener los
trabajos. 4. tr. Prestar apoyo, dar aliento o
auxilio. 5. tr. Dar a alguien lo necesario para su
manutención. 6. tr. Mantener, proseguir. Sostener
conversaciones.” Acá no vemos donde dice que el sostenimiento
se limita a un apoyo económico como lo afirma la SCJN. Más bien parece una
argumentación falaz, igual que política y jurídicamente deformaron el concepto
de la palabra “Aniquilar” en eldecreto 261/75 del 5 de febrero de 1975, firmado por la presidente María
Estela Martínez de Perón para la lucha contra la subversión . Para los
políticos y jueces de ahora resulta que aniquilar (1. tr. Reducir a la nada. 2. tr.
Destruir o arruinar enteramente. Real Academia Española), significasólo reprimir y con muchas limitaciones.
Preguntamos: ¿Por qué lo establecido en nuestra Constitución Provincial
debe ser dejado de lado por resolución de estos “honorables”
miembros, los mismos que hace pocos días ordenaron una “prisión de
privilegio” para la jujeña piquetera corrupta
Milagros Sala?. Ella tiene 56 años y en nada la ley Nro.
24.660 avala esta medida.
Los salteños no deberíamos aceptar ligeramente
la medida sobre la enseñanza religiosa dispuesta por la SCJN. Vale recordar
que, según algunos libros documentados y varias publicaciones, el actual
Presidente de ese órgano, Ricardo Lorenzzeti, habría
sido miembro de la virulenta “Juventud Peronista” y de “Montoneros”
con el “nombre de guerra” de (a) “Mono”. No deberíamos
aceptar que este tipo de personajes nos indiquen cuales son las formas de ser
que debemos adoptar. Roguemos para que S.S. el Papa Francisco, cual su
costumbre, les mande 5 rosarios a esos magistrados para que reflexionen sobre
el mal que hicieron a nuestra provincia.
Apoyemos más que nunca a nuestra Iglesia en Salta, no sólo a los
edificios sino, especialmente, a la “Iglesia que somos todos”.
Roguemos para que nuestro Gobernador se atreva a apelarla medida adoptada por la SCJN y que nuestro
Arzobispo, acompañado por los Obispos de Orán y Cafayate,
organice en cada templo, en cada parroquia, una pacífica demostración
silenciosa para evidenciar el descontento, descontento que también nos gustaría
ver en conferencias de prensa, en vivo, por radio y televisión, de la máxima
autoridad eclesiástica de la provincia, monseñor Mario Antonio Cargnello.
La evangelización es la vocación propia de la Iglesia porque constituye
su identidad más profunda, dicho de otra manera, si los católicos no
“enseñamos”, vamos diluyendo lo que somos. Es el momento de hacer
oír, ni siquiera nuestras voces, sino la de Dios: “Vayan y
hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”. Cuando la
Iglesia (obispos, sacerdotes, religiosos, laicos) omitimos la misión, nos
convertimos en cómplices, guías ciegos y perros mudos. Parece tarde, por los
hechos ya consumados, pero no olvidemos que Dios es capaz de escribir derecho
sobre renglones torcidos. (Aunque nosotros no podamos ni siquiera enseñar a
escribir su nombre).
Dijo el profeta Isaías (56- 9- 12), contra los malos pastores: “Animales del campo y de selva, acérquense a devorar. ¡Nuestros
cuidadores están todos ciegos, no saben nada! Son todos como perros mudos, que
no pueden ladrar. Tendidos en sus lechos, no hacen más que dormir y
soñar”.
Monseñor Cargnello, recuerde que usted podrá
pasar a la historia del catolicismo como el Pastor que aceptó voluntariamente
abandonar a sus ovejas en esta caótica situación y además, será el Arzobispo
que contribuyó a la desculturalización de los niños salteños. ¡¡Triste y oprobioso
galardón católico y salteño!!
Como nos dijera públicamente el Rvdo. padre Jorge Benson, párroco de la
Iglesia “Señor del Milagro” de la calle Moldes en el barrio de
Belgrano en Buenos Aires, “¿Dónde están los
800.000 que participaron en la procesión del último 15 de septiembre”?.
Coincidiendo con este sentir, el señor Diputado Nacional Andrés Suriani, manifestó también públicamente: “Espero que en Salta todos aquellos que se golpean el pecho en cada
procesión del Milagro, se animen a defender los valores que son
importantes”.[3]
Si no reaccionamos así, el resto es sólo una puesta en escena para que
nos veanypara que la realidad nos muestre. Pero ¿lo
sentiremos así? “Ten FE en JESÚS y después vendrá todo lo
demás…”
En los preámbulos de las Constituciones Nacional y Provincial, en la
última parte se lee: "… para
nosotros, nuestra posteridad y para todas las personas que quieran habitar
nuestro suelo, invocando a DIOS, fuente de toda razón y justicia…”.
Hagámoslo cumplir, por CRISTO NUESTRO SEÑOR.
¡¡"SOLDADO,
NUNCA TE ARREPIENTAS NI PIDAS PERDÓN POR DEFENDER A LA PATRIA”!!
JUAN CARLOS JONES TAMAYOMARTÍN RODRÍGUEZ
Coronel ( R ) – Prisionero de GuerraTeniente Coronel ( R ) –
Prisionero de Guerra
Licenciado – Preso
PolíticoLicenciado
– Preso Político
Para todos los que creen en Dios y la Patria,es el deseo de este Director tenerlos presentes en mi próxima Eucaristía ,amor de Noche Buena,donde EL SEÑOR-nacido a imagen y semejanza-nos trae,el medio de vencer al Pecado que es estando de rodillas y poder............................................ Amar la patria es el amor primero
y es el postrero amor despues de Dios;
y si es crucificado y verdadero,
ya son un solo amor, ya no son dos.
DEMOCRACIACULPOSAYCULPABLE
HugoEsteva
Algo más de medio siglo atrás el progresismo
universitario quiso imponer la “autodisciplina” en el Colegio Nacional
de Buenos Aires. Convocó para eso a un grupo de psicopedagogos,
todos ortodoxos marxistas, que se ocuparon más del adoctrinamiento de los
alumnos que de su buen comportamiento. La experiencia fracasó en un año,
superada por la barullera sabiduría de los más lieros,
que se resistieron a la tiranía “psico-bolche” con las más eficaces armas del “quilombo” estudiantil. Los psicopedagogos
se fueron; pero quedó una semilla que fructificó en montoneros, erpianos, desaparecidos y acomodados universitarios.Aquellos “zurdos” no fueron los
únicos responsables, también colaboró la iglesia “progre”.
…………………………….
Medio
siglo parece haber pasado en vano.“La historia vuelve a repetirse”, según palabras del mal letrista de tangos. Y la laya de entonces (particularmente
la de los acomodados, muchos provenientes del propio colegio) sigue con sus
malas costumbres.
Aquello
continuó en la Universidad. Por entonces, de golpe, aparecieron los mismos
zurdos persistentes que manejaban el final casi desierto de las asambleas, pero
ahora reivindicando al ”pueblo peronista”
al que antes habían denostado por “reformista y facho”.
Así empezó el “entrismo”, que tuvo su
momento de auge colado junto al máximo chupamedias de
nuestra historia: Héctor J. Cámpora, hoy sigla
neo-montonera. La muerte de Perón los salvó de la verdadera “desaparición
forzada” y aquí están -con décadas de tintura algunos, renovados en la
hipocresía los más jóvenes- invocando a la “democracia” que no les
importa sino como pretexto y empleo.
La
“democracia”, esta falsa democracia a la que todos mentan y en la que nadie cree. Porque todos, hasta el más
“demócrata”, saben que es mentira.
Por
de pronto, estos marxistas encubiertos que practican gimnasia revolucionaria en
la calle y en el recinto del Congreso al que falsifican respetar, no tienen
cargo de conciencia al mal utilizar a la “democracia” porque lo
único en que creen es en la “Revolución” que intentan imponer de
ese modo. Dicho de otra manera: para ellos la verdad es la revolución y bajo
esa consigna consideran que no mienten ni matan ni roban, “hacen la
revolución” según códigos distintos de los del común de los mortales a
quienes quieren bajo su yugo.
Del
otro lado, los que no son marxistas y podrían querer combatirlos –como
parecen ser quienes defienden al gobierno argentino actual- también se llenan
la boca permanentemente de “democracia”, a sabiendas vergonzantes
de que lo que practican no es sino una serie de maniobras sólo aparentemente
lícitas para sostener un sistema falsamente representativo, teledirigido,
basado en la especulación y en el negocio.
Del
primer lado están los marxistas de siempre, los resentidos residuales del kirchnerismo y los massistas que
derraparon de la “avenida del centro” por la banquina izquierda.
Enfrente
corren los siempre inútiles radicales (ver su reciente administración en
Comunicaciones y en Defensa para confirmar la inefable persistencia), los
neoliberales que siguen atados al mundialismo a pesar de las trompadas
recibidas de sus dueños, y una novedad, los “gestionadores”
que no saben una palabra de historia pero parecen conocer de cómo prenderse a
los negocios.
Desde
lejos, cada vez más lejos, los mira el grueso de los argentinos, ese conjunto
que sigue trabajando por instinto de supervivencia pero cada día con menos fe.
El que estableció una vez más su repudio por los primeros; pero también cree
cada vez menos a los segundos, en la medida en que éstos no tienen la
convicción suficiente para construir la patria que añora su esperanza.
Todo
el mundo que conozca apenas la historia, sabe que la “democracia”
actual nació de la falsedad que pontificara con sangre la Revolución Francesa
acerca de que “la mayoría tiene razón y es dueña de la verdad”.
Líneas sucesorias similares a aquélla (como la escuela de Frankfurt y el gramscismo) dieron un paso más transformando a la cultura
así surgida en “derecho-humanista y pro-homosexual”. Tan lejos han
quedado de la verdad de siempre los seguidores de esta cultura del día-que reúne a sólo aparentemente
contradictores, como los mundialistas y los populistas- que unos y otros creen
que fue la “democracia” quien descubrió el respeto por el prójimo y
por la naturaleza. El amor al hermano y el cuidado de la creación que supo
poner en su lugar el Cristianismo, se cambió en derechos humanos y protección
del medio ambiente para que el Cristo quedara lo más distante posible, no sin
responsabilidad de la propia Iglesia Católica. A esto responde esta
“democracia” culpable del desbarranco de la patria, que unos
defienden a pedradas y palos, y los otros proclaman de manera culposa.
Ninguno,
en cambio, propone una representación popular genuina y responsable, donde se
vote desde la base próxima pero además se exija a quienes se vayan elevando en
la pirámide del gobierno ser reelegidos desde su mismo lugar de origen si
quieren persistir en sus cargos.De tal
modo los ciudadanos podrían seleccionar a quienes
conocieran y opinar sobre lo que conocen. Pero la “democracia”
insiste en que los elegibles sean digitados desde y por la televisión. Así nos
va.
……………………………
Como antes, una minoría entrenada para manejar el
caos que reina en sus propias almas empuja a gobernantes que no tienen los
instrumentos culturales para contenerla. Eso implica desgobierno legislativo,
desgobierno judicial y desgobierno callejero.
Tal el diagnóstico. Pero no habrá tratamiento
eficaz si se lo intenta por el mismo camino destructor.
Le está pasando a los bimilenarios
catalanes. ¿No nos va a pasar a los bicentenarios argentinos?
DONDE ESTA LA PLATA REAL DE CFK… ¿EN UN BARCO EN IRAN? .UNA HISTORIA DE CIENCIA FICCION, SALVO QUE NISMAN ESTA MUERTO …
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El secreto mas guardado ni siquiera seria el pacto nuclear con IRAN a
cambio de Petróleo o no seguir con la investigación de AMIA , sino que
podría esconder una trama más siniestra, la Plata de CFK sale de
paraísos fiscales a Irán … en físicos al estilo Fariña?
Podría ser como Fidel Castro se quedó con la plata de los montoneros ….
¿Por ahora solo le atribuimos la fuentes a agentes de la AFI que
confesaron entre algunas cervezas, alguna cosas al periodista Jorge
Boimvaser? Cristina Fernández: ¿Plata embarcada en un banco flotante iraní?
Ya te habíamos contado que Vladimir Putin le obsequió a Cristina un
valor no identificado de piedras preciosas que la Justicia argentina
buscaba afanosamente.
Los obsequios que reciben los Presidente no son a título personal, el
Estado es el verdadero receptor de las dádivas multimillonarias y el
Presidente de turno no se las puede llevar a su casa. Así como Menem
tuvo que devolver la Ferrari que le regalaron al comienzo de su mandato,
la viuda de Kirchner debería haber lo mismo con las joyas que le regaló
Putin durante su gira a Rusia. Pero se sabe que la viuda no devuelve
nada.
Algo de eso es lo que encontró un juez en el allanamiento a las cajas
de seguridad de Carlos Santiago Kirchner, primo de Néstor Kirchner, en
la sucursal Rio Gallegos del Banco de Santa Cruz. Se informó que eran 80
mil dólares, 290 mil pesos… pero de las piedras preciosas no se dijo
nada.
Pero hace días, la AFI-SIDE recibió un informe sobre otro lugar donde
la viuda de Kirchner tiene depositados una suma millonaria de dólares y
euros, que parecía impensada hasta ahora.
¿Qué el informante del caso fue Julio de Vido, como parte de una
negociación secreta que está llevando adelante con el gobierno para
conseguir la prisión domiciliaria? Posiblemente es así, aunque no
estamos en condiciones de afirmarlo contundentemente.
El rumor dice que el Banco de Irán, una especia de Banco Nación
Argentina, posee no una caja de seguridad blindada sino una caja de
seguridad flotante, un barco blindado casi imposible de ser allanado y
tampoco hundido, donde guarda las reservas de los gobernantes mas
indecentes del Planeta.
Antes ese tipo de dinero iba a parar a la banca suiza, pero es
pasado. Los suizos no reconocían a familiares de los gobernantes
corruptos y en caso de muerte el dinero quedaba en Suiza.
Ejemplo: Tras la muerte de Sadam Hussein, los 40 mil millones de
dólares que el dictador irakí tenía depositados en ese “paraíso” fiscal
quedaron en Berna/Zurich y sus descendientes no recibieron ni un mísero
cobre de tamaña fortuna. Los suizos hicieron “plin caja” y se quedaron
con todo. Con la fortuna de Kadhaffi ocurrió algo similar.
A sabiendas de eso y que las fortunas mal habidas no tenían muchos
lugares seguros en el mundo donde quedar depositadas, el gobierno de
Irán puso a disposición un barco-banco oficial, fuertemente custodiado,
blindado, casi inundible, donde guarda en sus cajas de seguridad
fortunas incalculables.
Allí tendría Cristina Fernández parte de la fortuna que le rapiñó a los argentinos.
No hay forma legal de solicitar a los iraníes información sobre el
tema, a menos que exista una negociación extraoficial, situación harto
difícil después de ver cómo se va desmenuzando la investigación
acerca del encubrimiento sobre la voladura de la AMIA.
Al final hay que reconocer un pequeño error de dicción en lo que se
viene diciendo desde hace años. La plata de la corrupción K no es plata
enterrada, sino plata embarcada.
Gracias Julio de Vido, la pista que ofreciste te dá mérito para estar con prisión domiciliaria…
Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser
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