La
Plata (Buenos Aires) (AICA): Un grupo de adolescentes y jóvenes
luteranos y evangélicos, de entre 13 y 19 años, del colegio San Vicente
de Paúl, de La Plata y del Centro de Formación Rural ¨Figueroa Salas¨,
de Baradero, fueron admitidos a la plena comunión en la Iglesia
Católica. Otros tres jóvenes de familias evangélicas pidieron y
recibieron los sacramentos de Iniciación Cristiana, Bautismo,
Confirmación y Primera Comunión. “De este modo, seguimos profundizando
el camino ecuménico, y el ímpetu misionero de nuestras comunidades
educativas”, destacó el capellán de los dos colegios, presbítero Raúl
Sidders.
Un grupo de adolescentes y jóvenes
luteranos y evangélicos, de entre 13 y 19 años, del colegio San Vicente
de Paúl, de La Plata y del Centro de Formación Rural "Figueroa Salas",
de Baradero, fueron admitidos a la plena comunión en la Iglesia
Católica.
Otros tres jóvenes de familias evangélicas pidieron y recibieron
los sacramentos de Iniciación Cristiana, Bautismo, Confirmación y
Primera Comunión.
El capellán de ambos colegios pertenecientes al arzobispado de
La Plata, presbítero Raúl Sidders, destacó que "con el consentimiento de
sus padres, los chicos hicieron su formal pedido. Y, luego de un
itinerario de formación, junto a los sacerdotes que nos acompañan en la
Capellanía, y las Hermanas Misioneras del Catecismo, pudieron dar este
paso trascendente en sus vidas".
"De este modo, seguimos profundizando el camino ecuménico, y el
ímpetu misionero de nuestras comunidades educativas”, sostuvo el
sacerdote, y agregó: “Damos pasos concretos para cumplir con el deseo de
Cristo; 'Que todos sean uno'".+
Correcta interpretación de la vida y obra del Cura Brochero
Desde
Roma, donde se encuentra tras haber participado, junto con muchos
obispos argentinos, muchos sacerdotes y muchos fieles en la canonización
del Cura Brochero, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, no
dejó de intervenir, con su semanal reflexión, en el programa Claves para
un Mundo Mejor que se emitió este sábado 22 de octubre a las 9 por el
Canal 9 de TV.
“El caso del Padre Brochero -comenzó su reflexión monseñor
Aguer- es para nosotros muy significativo porque será llamado desde
ahora el patrono del clero argentino y pienso que es necesario tener una
interpretación correcta de lo que fue la personalidad y la obra de
Brochero. Y se me ocurre, sobre todo, subrayar su formación.
Formación sacerdotal clásica
“La formación de Brochero -explicó el arzobispo- era una formación
clásica y yo lo asimilaría a la formación que recibió San Juan María
Vianney, el Cura de Ars. Después del Concilio de Trento, prácticamente,
se uniformó la formación sacerdotal en la Iglesia que era bien clásica
en las verdades de la fe y una entrega total al servicio del ministerio
sacerdotal”.
“El ministerio sacerdotal no era solamente hacer puentes y
caminos sino que era, primeramente, llevar a los hombres a Cristo y eso
es lo que hizo el Padre Brochero. Lo otro lo hizo de yapa en realidad.
Por eso me parece muy importante subrayar esa formación clásica de
Brochero como hombre de Dios, con una buena teología en la cabeza y él
la teología la traducía al lenguaje de los criollos como corresponde y
como tratamos de hacer todos traduciendo las enseñanzas del Señor a la
gente con la cual hablamos.
“El Padre Brochero, en ese sentido, fue un extraordinario
precursor y nos ha dado un camino. Claro que a la gente del centro
porteño no le vamos a hablar como le hablaba él a los criollos de la
sierra. Ahí se ve la característica programática de Brochero”.
Brochero célibe
Además de su formación clásica, monseñor Aguer quiso resaltar el
celibato del Cura Brochero y advirtió acerca de una nueva corriente que
propugna la introducción de sacerdotes casados.
“Otra cosa que desearía comentar es la siguiente: ¿Brochero
hubiera podido hacer esa obra que llevó adelante si hubiera sido casado,
si hubiese tenido que cargar con mujer e hijos? Digo esto porque ahora
hay, en la Iglesia, una corriente que promueve la ordenación sacerdotal
de los que llaman “viri probati”, es decir varones probados. Así como
hay diáconos permanentes se habla de sacerdotes o presbíteros
permanentes y la objeción que yo pongo es esta: ¿Qué podría hacer ese
sacerdote que además tiene que ocuparse de su familia? ¿O no se ocuparía
de su familia? ¿Quién va a pagar los gastos que significa mantener una
familia? ¿La Iglesia o él con su trabajo?”.
“Lo digo anticipándome a algo que seguramente vendrá y sé que en
algunos países se está discutiendo esto con argumentos que me parecen
un poco absurdos. Ejemplo: lugares de la Iglesia donde hay muy pocos
sacerdotes pero hay muchas congregaciones misioneras y, entonces, el
Obispo del lugar puede llamar a algunas de ellas y verán cómo encuentran
trabajadores para la mies”.
“Brochero no era un “vir probatus” sino que era un hombre célibe
y entregado totalmente a Jesucristo en la castidad perfecta y por eso
pudo hacer lo que hizo pues si no no se hubiera podido entregar
plenamente, como lo hizo, al pueblo de Dios”.
Necesidad de certezas en las verdades de la fe
En la última parte de su reflexión el arzobispo platense se refirió a
la necesidad de las certezas. “En mi comentario de hoy -dijo- quiero
destacar esos dos aspectos: la formación que recibió Brochero, una
formación clásica en las verdades de la fe, con certezas bien claras, y
lo recalco porque hoy hay gente que dice que no son necesarias las
certezas y sí son necesarios los hechos. El hombre de hoy, la mujer de
hoy, cada vez más necesita certezas porque muchas veces está
desconcertado, está perdido. Esta cultura que ha reemplazado a Dios por
el hombre deja precisamente al hombre en el vacío y esas certezas que
Brochero aprendió en el seminario, esas devociones, sus devociones
populares y demás es lo que ha hecho su vida ministerial. Y, segundo,
insisto en el celibato que le permitió a Brochero entregarse al Señor en
cuerpo y alma y servir gratuitamente al pueblo de Dios”.
“Para nosotros es una gran alegría estar aquí en Roma y será
también una gran alegría que la figura de Brochero ilumine la formación
de las futuras generaciones sacerdotales de la Argentina”, concluyó.+
GUERRA CONTRAREVOLUCIONARIA.
"SE CUMPLE UN NUEVO ANIVERSARIO DEL PROFESOR
GENTA.CATORCE DISPAROS SEMBRARON SU CUERPO ;AL OTRO DÌA DE UNA CONFERENCIA SOBRE
SANTO TOMAS DE AQUINO.FUE EL 27 DE OCTUBRE DEL 74.
EN NUESTRA CIUDAD DE CONCORDIA, DURANTE TRES
VACACIONES ,DONDE DESCANSABA CON SU FAMILIA,.EN
SU LUGAR DE RESIDENCIA: EL SEMINARIO LOCAL . GRAN , SUSTITUCIÓN DE LA SOBERANÍA DE DIOS POR LA POPULAR. LA LEYENDA NEGRA DE ESPAÑA, LA MASONERÍA,
REFORMADORA LAICISTA
TODOS EN GRAN NÙMERO ESCUCHABAMOS SU
MAGNÌFICO VERBO: SU AMOR A LA IGLESIA Y A LA PATRIA.ESTAS ENSEÑANZAS
SE CONDENSARON EN SU LIBRO " GUERRA CONTRARREVOLUCIONARFIA."
.EL DÌA DE SU MARTIROLOGIO, BUSQUÈ EN MI BIBLIOTECA SU MENSAJE Y QUEDE
SORPRENDIDO `PORQUÈ EN SUS `PRIMERAS HOJAS ESTABAN MANCHADA CON SANGRE.!!!-LO
VUELVO A VER POR TENERLO FRENTE A MI VISTA CUANDO ESCRIBO ESTAS LÌNEAS PARA
PODER RECORDAR LA CIUDAD CRISTIANA....
AL COMIENZO CITABA A MAO-TSE- TUNG: "NO HAY ACTUALMENTE MÀS QUE DOS CLASES
DE GUERRA : LA GUERRA REVOLUCIONARA Y LA GUERRA
CONTRAREVOLUCIONARIA ".Y ALLÌ DESARROLLA 10 DOCTRINAS POSITIVAS Y 10
NEGATIVAS.
1ª. LINEAMIENTOS ESENCIALES DE LA DOCTRINA CATÒLICA
OCCIDENTAL Y ARGENTINA.
2ª LA FE CATÒLICA EN LA FORMACIÒN DE LA
CIVILIZACIÒN Y DE LAS NACIONES DE OCCIDENTES
3ª LA FILOSOFÌA GRIEGA EN LA CIVILIZACIÒN
OCCIDENTAL. ESTABLECER LA RAZÒN NATURAL Y DE LA
FE SOBRENATURAL EN LA FILOSOFÌA CRISTIANA : SAN AGUSTÌN Y SANTO
TOMÀS. FILOSOFÌA DEL SER Y LÒGICA DE LA IDENTIDAD CON RELADCIÒN AL SENTIDO
COMÙN.
4ª EL DERECHO ROMANO.EL PODER ORDENADOR Y
ASIMILADOR DE LA CIVITAS. EL IMPERIO ROMANO Y LA EXPANSIÒN DEL CRISTIANIISMO.
INTEGRACIÒN DE LA JUSTICIA NATURAL EN LA CARIDAD SOBRENATURAL PARA PRESIDIR LA
CIUDAD CRISTIANA.
6ª LA FAMILIA CRISTIANA FUJNDADA EN EL MATRIMONIO
INDISOLUBRE Y EN LA PATRIA POTESTAD.
7ª LA PROPIEDAD PRIVADA: POSESIÒN Y USO. EL CAPITAL
Y LA EXTENSIÒN DE LA PROPIEDAD PRIVADA AL TRABAJO PRODUCTIVO.:ENCÌCLICA "MATER Y
MAGISTRA" DE JUAN XXIII.
8ª LA EDUCACIÒN CRISTIANA Y NACIONAL. LA ESCUELA Y
LA UNIVERSIDAD AL SERVICIO DE LA VERDAD Y DE LA PATRIA.
9ª EL ESTADO: ORGANIZACIÒN JURÌDICA DE LA SOBERANÌA
POLÌTICA Y CON SU MISIÒN E CARTESIANA, IDEALISMO , RACIONALISMO, PANTEISMO
NIHILISMO MATERIALISTA,SECULARISMO, REFORMA PROTESTANTE ESPECÌFICA;LA DEFENSA DE
LOS VALORES ESENCIALES GOBIERNO PARA EL BIEN COMÙN., EL ESTADO DE DERECHO Y LOS
SUPREMOS INTERESES DE UNA NACIÒN CATÒLICA Y OCCIDENTAL. RELACIONES ENTRE EL
ESTADO Y LA IGLESIA CATÒLICA. RELACIÒN DEL ESTADO CON LAS SOCIEDADES
INTERMESDIAS.
10ª LAS FUERZAS ARMADAS DE LA NACIÒN. SU MISIÒN
ESPECÌFICA: LA DEFENSA DE LOS VALORES ESENCIALES Y PERMANENTES DE LA NACIÒN ESTO
ES,DE LO QUE EN LOS REGLAMENTOS MILITARES SE DENOMINAN,A SUPREMOS INTERESES DE
LA NACIÒN.
Y EN LO NEGATIVO: REVOLUCÌÒN LIBERAL,COMUNISMO
MARXISTA,REFORMA PROTESTANTE, CARTESIANA, IDEALISMO, RACIONALISMO, NIHILISMO
MATERIALISTA, SUSTITUCIÒN DE LA SOBERANIA DE DIOS POR LA POPULAR,LAICISMO
MASÒNICO DE LA REVOLUCIÒN FRANCESA,LEYENDA NEGRA DE ESPAÑA,,DISOLUCIÒN DE LA
FAMILIAS, DIVORCIO.SUPERESTRUCTURAS IDEOLÒGICA, REFORMAS LAICISTAS DE LA
EDUCACIÒN, ESTADO SIN RELIGIÒN, CONTRA LA RELGIÒN CATÒLICA APOSTÒLICA Y
ROMANA.,SUSTITUIR LA FF.AA,POR LA MILICIAS POPULARES.
TERMINA: CONTRA LA DOCTRINA NEGATIVA"
INTRÌSICAMENTE PERVERSA" PORQUE BORRA AL HOMBRE, DIOS ES UNA BESTIA, NO HAY
REPUESTA VÀLIDA Y EFICAZ .
LA GUERRA CONTRAREVOLUCIONARIA SE FUNDA EN UNA
POLÌTICA TEOLÒGICA Y LA HACEN LOS SOLDADOS DE CRISTO Y
MARÌA".
A LOS FAMILIARES Y CAMARADAS DE DIOS Y LA
PATRIA, EL ETERNO RECUERDO DEL MAESTRO Y MÀRTIR QUE JAMÀS OLVIDAREMOS.
FEDERICO CARLOS SCHARN Y VIDAL
domingo, octubre 23, 2016
¿Desde cuándo existe España y la nación española?
San Isidoro de Sevilla eleva a España a la
categoría de Primera Nación de Occidente en su libro «Historia
Gothorum»: «De cuantas tierras se extienden desde el Occidente hasta la
India, tú eres la más hermosa, oh sagrada y feliz España, madre de
príncipes y de pueblos»
«La
nación hispana o la Hispania Universa, no supo unirse contra Roma.
Defendida por los Pirineos y el mar habría sido inaccesible. Su pueblo
fue siempre valioso pero mal jerarquizado», Lucio Anneo Floro, historiador latino.
Hispania, que procede probablemente de la palabra fenicia «I-span-ya» («Tierra de metales»), fue la denominación que los romanos pusieron a la región romana que ocupaba la totalidad de la Península Ibérica.
Como es habitual con los nombres elegidos por los romanos, la
delimitación no respondía a la realidad tribal y se trataba de una
decisión meramente geográfica. Hoy en día, aquella provincia romana está
ocupada por tres entidades políticas distintas, Portugal, España y el Principado de Andorra, cuyas formas actuales costaron siglos de luchas y alianzas.
El sueño de una Hispania cristiana
Si
bien la Monarquía visigoda buscó la creación de un único reino en toda
la Península Ibérica, los visigodos tuvieron que compartir
originariamente el territorio con los suevos, instalados en el noroeste
(«Galliciense Regnum»), y los bizantinos, que
controlaban zonas del sur. Por esta razón, tras unificar la mayor parte
del territorio de la España peninsular a fines del s. VI, el rey
Leovigildo solo pudo proclamarse monarca de «Gallaecia, Hispania y Narbonensis».
Pero no desistieron los visigodos en su empeño de crear conciencia de
una única monarquía cristiana, como bien recogen las obras históricas
del arzobispo San Isidoro de Sevilla. Este clérigo hijo de padre hispanorromano y de madre goda eleva a España a la categoría de Primera Nación de Occidente en su libro «Historia Gothorum»:
«De cuantas tierras se extienden desde el Occidente hasta la India, tú
eres la más hermosa, oh sagrada y feliz España, madre de príncipes y de
pueblos». El texto de San Isidoro de Sevilla se convirtió en lectura
obligatoria para todos los príncipes cristianos que habitaron la
península durante la Edad Media. Era el viejo sueño aparcado.
Esa
idea de una única entidad «hispana» pervivió en la mitología e
imaginario de los escasos núcleos donde la invasión árabe no consiguió
penetrar. Pocos años después de la batalla de Guadalete, en el 711, nada quedaba del Reino Visigodo,
salvo pequeños reductos liderados por nobles norteños. A partir de este
punto, la denominación de España se entendía, según el bando, como los
reinos cristianos o como la zona musulmana. Por ejemplo, en tiempos del rey Mauregato de Asturias
fue compuesto el himno «O Dei Verbum» en el que se califica al apóstol
Santiago, patrón de la España cristiana, como «dorada cabeza refulgente
de “Ispaniae”».
Unión de reinos con los Reyes Católicos
Los reinos medievales eran estructuras débiles y poco unificadas. No fue hasta el comienzo de la Edad Moderna,
con la reducción del poder de la nobleza y el clero, cuando surgieron
los embriones de los estados modernos por toda Europa. El intento
español corrió a cargo de los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla,
que unificaron las dos coronas más poderosas de la península en 1469 y
cuyos descendientes heredaron una algarabía de reinos ibéricos, también
Navarra y Granada, que se conocían, entre otras denominaciones, como
«las Españas». El Descubrimiento de América y la
Conquista de Granada, ambos hechos acontecidos en 1492, están
considerados simbólicamente como el origen de la España moderna.
Sin
embargo, en opinión de muchos historiadores la unión dinástica no es un
hecho suficiente para hablar de una única entidad política porque ni
siquiera existía una integración jurídica. Los Reyes Católicos
unificaron la política exterior, la hacienda real y el ejército, pero lo hicieron respetando los fueros y privilegios de cada uno de sus reinos.
«A mediados del siglo XV, en la Península Ibérica no quedaban más que cuatro reinos cristianos: Portugal, Castilla, Aragón y Navarra.
Los cuatro se consideraban originales, distintos, pero hermanos: todos
eran españoles. A pesar de las diferencias políticas, existía una
solidaridad indudable, compartían la idea de reconstituir la unidad
política perdida. Los enlaces matrimoniales estaban destinados a
recuperar la unidad peninsular y la boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, en 1469, puso los cimientos de ese proceso», argumenta en sus estudios el hispanista Joseph Pérez, quien no duda, sin embargo, en otorgar una configuración, identidad y conciencia de España a partir de la unión dinástica.
De
una forma u otra, la palabra España perdió su significado meramente
geográfico con la unión dinástica. Aunque todavía no se puede hablar de
solo un reino, la dinastía de los Habsburgo utilizó entonces la designación de Rey de España para hacer referencia a sus posesiones en la Península Ibérica. Así, Felipe II es denominado desde su nacimiento Príncipe de España.
Los castellanos suponían el 80% de la población y ocupaba tres cuartas partes del territorio peninsular
A raíz de esta unión dinástica y de estas nuevas titulaciones comenzaron a surgir voces críticas contra la preeminencia de Castilla
sobre el resto de reinos que formaban España. Los historiadores
catalanes han acusado tradicionalmente a Castilla de apropiarse de la identidad española.
Las razones son evidentes. Los castellanos suponían el 80% de la
población y ocupaba tres cuartas partes del territorio peninsular en el
momento de la unión dinástica. No es de extrañar, por tanto, que el
timón de esta nueva entidad tuviera protagonismo castellano, así como
que los escritores castellanos de la época no hicieran distinción entre
castellanos y españoles.
El historiador Henry Kamen, en su libro «España y Cataluña: Historia de una pasión», recuerda que no se trata de un fenómeno aislado puesto que «en otros países de Europa
los regentes políticos del centro territorial, económico o político han
tendido siempre a identificarse como el verdadero estado y despreciar a
las zonas periféricas».
De monarquías-Estado a Estado-nación
Con la llegada de la dinastía de los Borbones, Felipe V se puso al frente por primera vez del «Reino de España».
Hasta entonces no había existido ese término. Pero una cosa es la
fundación del reino, y otra la de un estado-nación español tal y como lo
entendemos hoy en día. Aquel fue un proceso mucho más lento, que exigió
dos siglos de un intenso intercambio cultural y comercial entre las
regiones españolas.
La mayoría de historiadores apuntan a la Guerra de Independencia, en concreto a la Constitución de Cádiz
de 1812, como el nacimiento de la idea de España como nación. En plena
invasión napoleónica, la promulgación de una constitución de corte
liberal dejó recogido en su artículo 1 a la «Nación española» como «la
reunión de todos los españoles de ambos hemisferios». El resto del
convulso siglo XIX dio forma –con la pérdida de las colonias, las Guerras Carlistas y las sucesivas crisis políticas– al concepto de nación española que tenemos en la actualidad.
Este proceso fue similar en el resto de Europa, donde la caída del Antiguo Régimen
sustituyó a los Estado-imperio, ciudades-Estado y monarquías-Estado por
los Estado-nación. El cambio de paradigma queda retratado en cómo las
sucesivas ediciones del Diccionario de la lengua española
modifican radicalmente el concepto de «nación». En 1780, era «la
colección de habitantes de alguna provincia, país o reino»; mientras que
un siglo después, en 1881, era «el estado o cuerpo político que
reconoce a un centro común supremo de gobierno».
Este proceso de
crear una identidad nacional tuvo un enorme éxito en sus orígenes en la
mayoría de territorios españoles, sobre todo en los más
industrializados, véase Cataluña y el País Vasco,
pero sufrió varias anomalías en su fase intermedia. El enclenque
desarrollo de la red ferroviaria, de la escuela (un gran factor de
cohesión) y la mala salud del ejército a finales del siglo XIX
terminaron manifestando el descontento de algunos sectores dirigentes
frente a ese estado nación español. En Cataluña, los
industriales textiles perdieron mucho volumen de negocio con la caída de
las últimas colonias y decidieron hacer una apuesta hacia otros
proyectos de nación. Ese es el origen delos nacionalismos excluyentes periféricos, que no del independentismo, siempre marginal acaso hasta fechas recientes.