Líbano, una tierra de paz
Líbano es reconocido como refugio de los cristianos que vinieron de todo el Medio Oriente, y de todos los perseguidos para obtener su libertad de vivir su fe, sus costumbres, tradiciones y valores
Hoy el pueblo de Líbano sufre una guerra sin límite de agresividad y tiempo. Acabó ya con la infraestructura y con el pueblo; además, ha cobrado muchas vidas, ha dejado muchos heridos y hay más de 800 mil desplazados. Este conflicto es más grande que el Líbano y su pueblo, que están pagando por algo que no deben; es una situación injusta y de consecuencias muy graves y dolorosas. Se trata de una guerra no sólo regional sino mundial, donde se utiliza al Líbano como carnada para resolver intereses políticos de otros Estados. Es una injusticia que el pueblo libanés esté pagando por el conflicto entre Israel y el mundo árabe.
¿Por qué siempre Líbano es la víctima de conflictos en la región?
Porque Líbano es un país muy pequeño de 10 mil 452 km2 y con una población de 4 millones de habitantes, situado en el Medio Oriente; al Norte y al Este colinda con Siria, al Sur con Israel y al Oeste se encuentra el Mar Mediterráneo. Por su ubicación estratégica y su mezcla de religiones y confesiones ha sido a través de la historia un país en el ojo del huracán. Líbano es reconocido como refugio de los cristianos que vinieron de todo el Medio Oriente, y de todos los perseguidos para obtener su libertad de vivir su fe, sus costumbres, tradiciones y valores. Actualmente hay 18 comunidades religiosas reconocidas que viven en armonía y participan en el gobierno. Es conveniente señalar que únicamente en este país democrático, los cristianos comparten el gobierno con los compatriotas musulmanes.
El gobierno de Líbano es compartido entre los cristianos y los musulmanes que son sunnitas, chiítas y drusos. El presidente es siempre cristiano maronita, el presidente de la Cámara de diputados es chiíta y el primer ministro es sunnita. En total son 128 diputados que comparten el poder. Los cristianos del Medio Oriente consideran a Líbano como el único bastión de los cristianos.
La “Suiza” de Medio Oriente
El Líbano es muy conocido como «La Suiza del Medio Oriente» por su mezcla de civilizaciones y sociedades que le brindan un aspecto muy especial frente al mundo entero; y gracias a los maronitas se tiene una cultura de apertura entre el Occidente y el Oriente, lo que ha convertido al Líbano en un puente entre las civilizaciones del Oeste y del Este. Los libaneses están muy orgullosos de sus orígenes y raíces fenicias y arameas que contribuyeron a la educación del amor y de la paz. Por eso el Papa Juan Pablo II decía que: “El Líbano es más que un país, es una misión...” y símbolo de la convivencia entre las religiones y ejemplo para el Medio Oriente y el mundo entero.
La importancia del Líbano viene de su papel en esta región en los ámbitos financiero, cultural, artístico y de comunicación. Por su clima y su geografía, es un país turístico por naturaleza, debido a que en el mismo lugar se puede encontrar nieve para practicar el esquí, mar, montañas, sitios arqueológicos y todo esto se halla muy cerca lo uno de lo otro.
El centro de Beirut fue reconstruido y renovado después de la guerra de 1975 a 1990 y es hoy uno de los más atractivos turísticamente hablando, por su arquitectura moderna y tradicional; es lugar donde grandes empresarios árabes invierten en fastuosos hoteles y centros comerciales, que reiteran la grandeza de este país y de su pueblo, dedicado, generoso, profesional y con gran ambición.
Un pueblo golpeado
Los conflictos locales, regionales y mundiales que han sucedido en el Líbano tienen un origen muy antiguo, debido a la convivencia de religiones y su ubicación
Líbano, por su ubicación, a lo largo de su historia milenaria ha sido invadido por los babilonios, griegos, romanos, mamelucos, turcos, árabes, europeos, etc. Todos dejaron su influencia en la arquitectura, en la cultura, así como en el aspecto histórico-social.
El conflicto local de 1860 fue la causa de la emigración de la mayoría de los cristianos. El origen de la comunidad libanesa en México data desde esta fecha y la emigración continúa hasta el día de hoy. Durante el conflicto de 1975 a 1990, un millón de libaneses emigró hacia distintos lugares del mundo; la mayoría de ellos eran cristianos.
Irán y su programa nuclear
El conflicto actual, en gran parte se debe al programa nuclear que Irán está desarrollando. Para dividir la atención del mundo, Irán ordenó a su grupo extremista Hezbolá iniciar este conflicto, armándolo él mismo y cuyo núcleo se encuentra en el Sur de Líbano. Israel aprovechó la oportunidad para destruir a Hezbolá y su poder, el cual amenaza su frontera Norte. Otra vez Líbano es víctima del conflicto regional y mundial. Hasta hoy, la destrucción del país es inimaginable y cuantiosa, tanto en lo material como en lo humano y ha hecho que el Líbano retroceda 20 años, al dañarse su infraestructura, perdiendo una gran cantidad de valiosísimas vidas humanas, inocentes e irrecuperables. En estas condiciones, los libaneses no pueden hacerse cargo de la reconstrucción y por eso necesitan la ayuda de la comunidad internacional para que el Líbano resurja, continúe desempeñando su papel en la región y viva en su verdadero entorno, con independencia y sin interferencias de ningún otro país, de tal suerte, que su pueblo sea capaz de disfrutar de la libertad y la paz que tanto anhelan.
Solidaridad mexicana
Hacemos un llamado a todos nuestros hermanos mexicanos y en particular a la comunidad mexicana libanesa para ayudar, cada uno a su manera, y pedir al gobierno mexicano que se una a la cruzada antibélica para solucionar esta crisis para el bien del pueblo de Líbano. Esperamos que termine pronto esta crisis y que el cese el fuego para hacer un nuevo pacto, en el cual el gobierno libanés se encargue del país, del desarme del grupo Hezbolá y de los palestinos; que Israel se retire de la frontera, se liberen a todos los prisioneros políticos, que Siria no interfiera en la política local de Líbano, que se establezca una embajada entre los dos países, para que resuelvan sus problemas y libere a todos los prisioneros y se envíe al ejército libanés a salvaguardar la frontera entre Israel y Líbano. ¡Basta de conflictos, de guerra, de destrucción, de terrorismo, de matar a gente inocente, de forzada emigración! El pueblo de Líbano merece vivir en paz, en armonía, con respeto y tranquilidad.
Líbano en México
Los cristianos de origen libanés se encuentran en las principales ciudades de la República Mexicana, como en la ciudad de México, Puebla, Guadalajara, Mérida, Veracruz, Monterrey, Chihuahua, San Luis Potosí, Querétaro, e Hidalgo, entre muchas otras. La comunidad católica Maronita de Guadalajara es muy activa y está compuesta por más de 2 mil familias que están en proceso de construir una iglesia Maronita-católica para vivir su fe y preservar su identidad.
Actualmente hay más de 500 mil personas de origen libanés en todo el País y el 90% de ellos son maronitas católicos. Desde hace más de 125 años, la presencia de la comunidad mexicana libanesa ha marcado a México de manera significativa y contribuido a su desarrollo, particularmente en la generación de empleo en la industria manufacturera y en otros aspectos como el social, cultural, político, financiero y artístico.
Esta comunidad tiene una influencia muy fuerte dentro del País; es una comunidad generosa, hospitalaria, sociable y abierta a todo el mundo, y para resumir todo esto, citamos la frase célebre del Presidente Adolfo López Mateos: “El que no tenga un amigo libanés, que lo busque”. Y otro que dice: “El que tenga un amigo libanés que lo cuide”.
Historia de una crisis
12 de julio: Guerrilleros del grupo radical islámico Hezbolá secuestran a dos soldados israelíes y matan a otros ocho durante un ataque en la frontera Norte de Israel. El gobierno israelí responsabiliza al de Beirut. Las Fuerzas Armadas israelíes suman un segundo frente en la Franja de Gaza.
13 de julio: La Fuerza Aérea israelí bombardea el Aeropuerto Internacional de Beirut, la ruta que comunica a Líbano con Siria y un suburbio de la capital libanesa, que es considerado una plaza fuerte de Hezbolá. Israel bloquea los accesos marítimos a Líbano.
14 de julio: Aviones de combate israelíes bombardean el cuartel general de la milicia libanesa y la vivienda de su líder. Militantes de Hezbolá disparan varios centenares de cohetes Katyusha contra el Norte de Israel. Una corbeta israelí es atacada; al menos cuatro militares mueren.
15 de julio: Naves israelíes bombardean los puertos libaneses de Beirut, Trípoli y Jounieh. Varios países europeos preparan la evacuación de sus ciudadanos en el Líbano.
16 de julio: Un ataque de Hezbolá contra Haifa con cohetes de desarrollo iraní causa la muerte de ocho personas. Aviones israelíes atacan en represalia nuevamente en Beirut, el cuartel central de Hezbolá y su radioemisora Al Manar. En los ataques mueren más de 60 personas.
17 de julio: Israel anuncia que continuará su ofensiva hasta que Hezbolá deje de representar una amenaza para su país. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, respalda el pedido de los Estados del G8 de desplegar una tropa internacional en el Sur de Líbano.
18 de julio: Irán habla de una guerra contra Israel para liberar al pueblo palestino. El presidente estadounidense George W. Bush acusa a Siria de querer volver al Líbano y considera que Hezbolá es «la raíz del problema».
19 de julio: Tropas terrestres israelíes avanzan sobre territorio libanés en lo que un portavoz militar israelí califica de misión «limitada» y «puntual». La Fuerza Aérea continúa sus ataques en Líbano. Tres muertos por el atentado de Hezbolá con misil contra Nazaret.
20 de julio: Annan insta a detener de inmediato los combates. El primer ministro libanés, Fuad Siniora, pide a la comunidad internacional que coopere en el desarme de Hezbolá.
21 de julio: El Ejército israelí insta a la población civil a abandonar el Sur de Líbano, a la vez que moviliza a miles de reservistas.
23 de julio: Tras reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores alemán Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, se pronuncia a favor del envío temporal de una tropa internacional de paz con mando localizado en el Sur de Líbano.
24 de julio: Fuertes enfrentamientos en una ofensiva terrestre israelí contra el bastión Bint Yebil de Hezbolá en el Sur libanés.
25 de julio: En una misión mediadora, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, ratifica la demanda de un alto el fuego pero «no a cualquier precio». Acorde a fuentes libanesas, desde el 12 de julio murieron cerca de 400 personas, en su mayoría, civiles libaneses.
26 de julio: La reunión por la crisis en Líbano comenzó este día con una creciente presión por lograr un alto el fuego entre Israel y Hezbolá tras la muerte de 4 observadores de la ONU, pero los diplomáticos eran escépticos sobre la posibilidad de lograr un rápido acuerdo.
Un conflicto interminable
• Pbro. Armando González Escoto
Parte del imperio otomano hasta 1918, y protectorado francés hasta 1941, el Líbano nació como país independiente el 26 de septiembre de ese año, y desde entonces son pocos su periodos de paz en ese antiguo y joven país.
En 1948 intervino en la guerra contra Israel cuando se constituyó el Estado judío. En 1952, un golpe de estado desencadenó una serie de sucesos que llevaron, en 1958, a la guerra civil y la momentánea ocupación de marines estadounidenses. La secuencia ha sido una permanente inestabilidad política, hasta generalizarse de nuevo la guerra civil a partir de 1975, aderezada con los eventuales ataques israelíes.
Dos factores
La clave del actual conflicto tiene don factores fundamentales: La rotura del equilibrio tradicional de la sociedad libanesa que por siglos supo conciliar la presencia de cristianos y musulmanes, y la consecuente implicación del Líbano musulmán en la causa palestina. Sobre el primer factor hay que recordar que en el Líbano han coexistido católicos maronitas, católicos griegos, ortodoxos griegos, armenios cismáticos, armenios católicos, musulmanes sunníes, musulmanes chiítas, musulmanes drusos, y protestantes; por tradición, más que por ley, los presidentes de la nación libanesa habían sido siempre maronitas, pero al romperse el equilibrio cultural histórico, se generó una lucha intestina que afectó a la comunidad católica produciéndose un gran éxodo. El segundo factor tiene que ver con la causa palestina, asunto demasiado complejo y difícil de explicar históricamente, si consideramos que la tierra de Israel ha sido manzana de la discordia desde antes de que llegaran los judíos, conducidos por Josué. Cuando de nuevo los judíos volvieron protegidos por Inglaterra, no encontraron filisteos, sino musulmanes con una historia de ocupación de más de 1300 años, no exenta de conflictos con el mundo cristiano.
Odio ancestral no superado aún
Los palestinos, defraudados por las vías legales, optarán permanentemente por la resistencia violenta, conservando siempre vivo el fuego del conflicto y haciendo explícitamente inútil el ser y quehacer de la ONU. Israel ha respondido con la guerra abierta, de tiempo en tiempo, como ahora, haciendo de la ONU el mismo caso que le hacen todos.
Agrava la situación el que los gobiernos musulmanes del Líbano otorgaron a los palestinos un estatuto de autonomía en el propio Líbano desde 1969, gracias a lo cual han podido operar y diseñar sus estrategia en contra de Israel sin mayores dificultades. En tanto ha correspondido a la población de las tres entidades implicadas, libaneses, palestinos y judíos, experimentar no solamente los efectos de bombas, misiles o ataques terroristas, sino el encono profundo que hace cada vez más difícil la paz.
Cese al fuego, pide obispo libanés en México
• Arnold Omar Jiménez Ramírez
El Eparca de la Iglesia Maronita en México, Mons. Georges Saad Abi Yunes, asegura que hoy el mundo vive un hecho reprobable, desde cualquier ángulo que se le quiera ver: “El ataque de las tropas israelíes sobre el Líbano”. Mons Abi Yunes hizo un llamado urgente a los mexicanos para que brinden ayuda, al millón de desplazados y a todos los que están sufriendo sin tener acceso a las necesidades básicas de los civiles: Hombres, mujeres, niños y ancianos. Pide que: “Pongan un alto a esta injusta invasión al pueblo de Líbano, país soberano, que apenas ha tenido la oportunidad de recuperarse, de la cruel guerra y ocupación que sufrió hace 30 años”.
Sor Maria Giuseppina, Carmelita superiora del Monasterio de Haifa en Israel
Testimonio entre las bombas
Sor Maria Giuseppina, priora del Monasterio de las Carmelitas de Haifa, importante ciudad puerto en el Norte de Israel, cerca del Líbano, narra en esta entrevista enviada a Zenit la manera en que las religiosas viven estos momentos y el estado de ánimo de la población israelí.
¿Cuál es el ambiente que se respira en el país?
• Sor Maria Giuseppina: Nosotros experimentamos la tensión de la situación desde el 13 de julio, cuando se anunció que comenzarían a bombardear Haifa, y los misiles llegan con una cierta frecuencia. Los primeros cayeron en la noche de ese mismo día cerca de la Basílica Stella Maris, en la carretera que baja hacia Haifa. Una mujer falleció por un paro cardiaco, y después han seguido muriendo personas a causa de estos ataques. Toda la población se encuentra en estado de alarma.
¿Cómo viven estos momentos las religiosas?
• Sor Maria Giuseppina: Nosotros los vivimos en solidaridad con el pueblo israelí, con los árabes, con los judíos; escuchamos las noticias y seguimos las indicaciones. Nos han dicho que no nos quedemos en las celdas que se asoman hacia el mar, la dirección de la que proceden los misiles. Por eso, hemos cambiado nuestras habitaciones, trasladándolas a los pasillos o cambiándonos a las celdas que no se asoman al mar. Por lo demás, seguimos con la misma vida. Cuando hay una alarma, vamos a la habitación más segura y escuchamos las noticias de la Radio. Cuando todo termina, la vida vuelve a comenzar. Rezamos mucho y confiamos en el Señor, a quien nos dirigimos en esta situación en la que no se logra ver el final, pues las dos partes están encerradas en sus posiciones.
¿Les pide ayuda la población?
• Sor Maria Giuseppina: ¡Sí! Por ejemplo, vino una niña que conocíamos para pedirnos que la dejáramos dormir en el monasterio, pues un misil había caído cerca de su casa y tenía mucho miedo. Nuestro teléfono suena de la mañana hasta la noche: Muchas personas del extranjero y del país nos llaman para preguntar qué pasa y cómo estamos.
Ayudemos al Líbano
Para aportar dinero al pueblo del Líbano y ayudar a los desplazados, favor de depositar su donativo, a nombre:
• Diócesis Maronita de México
Banco Santander Serfin, Suc. 5823
Teatro Insurgentes, México, D.F.
No. de cuenta: 82500302106
Cuenta clave de la diócesis maronita, en dólares es:
014180825003021067
• Caritas Lebanon
Bank Nacional de Paris,
Beirut, Achrafieh - Líbano
No. de cuenta: 136 932 001 24
Swift: BNPI LBBX
• Saint Vincent de Paul, Líbano
Bank Audi Beirut
No. de cuenta:
088587/461/002/009/39
Swift : AUDBLBBX
Cáritas Líbano atiende ya a 75,000 personas
El conflicto armado ha obligado a Cáritas Líbano a ampliar sus actuaciones de emergencia y a ofrecer atención a unas 75,000 personas.
En declaraciones efectuadas el pasado martes, el Padre Louis Samaha, director de Cáritas Líbano, constató las dificultades que están experimentando a causa de «los ataques contra las vías de comunicación» y «contra el sector de las comunicaciones»,
«En el Sur del Líbano alrededor de 35,000 personas pertenecientes a las poblaciones de Bint Jbeil y Rmeich se encuentran aisladas y abandonadas a su propia suerte», reconoce el sacerdote.
Todas las delegaciones de Cáritas Líbano siguen movilizadas y a ellas se han unido equipos de voluntarios integrados por mujeres y jóvenes que ayudan en la distribución de las ayudas (alimentos, productos higiénicos y medicinas).
Estos equipos imparten, además, cursos de higiene en los centros de refugiados, ya que han aparecido plagas de pulgas y piojos. Cáritas está instalando duchas y distribuyendo productos higiénicos específicos.
«También hemos organizado talleres de animación en doce centros, para hacer más llevadera la situación a los cientos de niños que se han visto atrapados en este horror», ha revelado el Padre Samaha.
Las unidades móviles sanitarias se han transformado en clínicas de urgencia y visitan los centros de refugiados prestando atención médica, añade.
Cáritas Española ha librado una partida de 280,000 euros como ayuda de emergencia a las víctimas del conflicto bélico en Oriente Medio. De esta cantidad 200,000 euros han sido entregados a Cáritas Jerusalén para atender a las necesidades de la población en la Franja de Gaza. Los otros 80,000 han sido enviados a Cáritas Líbano. (Zenit).