Adiós a un grande: Carlos Manuel Acuña
El pasado lunes 14 de octubre falleció un entrañable amigo, referente y maestro de quienes hacemos La Prensa Popular: el periodista Carlos Manuel Acuña. Sirvan estas breves líneas como homenaje a quien tanto batalló, con su vigorosa pluma como principal arma, contra las distintas versiones que la depravación izquierdista adoptó en las últimas seis décadas.
Carlos Manuel fue un periodista de raza. En 1960, con escasos 23 años, comenzó a escribir en el diario La Nación y, desde entonces, no abandonó nunca más la actividad periodística. Los que más han vivido lo podrán recordar por su paso por la Agencia Télam, por su infatigable labor en la redacción de La Nación o por su rol de columnista estrella de La Prensa. Los que han conocido su pluma recientemente, lo recordarán por sus columnas semanales −punzantes, reveladoras y sin pelos en la lengua− en Informador Público, el diario digital que Acuña coordinaba.
Carlos Manuel fue un periodista del tipo que escasea en la Argentina. Su compromiso con la verdad se anteponía a cualquier forma de “corrección política”, tan característica del pusilánime periodismo contemporáneo, temeroso de articular opiniones que vayan contra la corriente. Los dos tomos del ya tradicional libro “Por amor al odio” (2002, 2003), en los que Acuña describió y documentó con precisión de centavo el drama argentino de los años ´70, son una muestra de la calidad periodística, moral y patriótica del prestigioso periodista. Su libro “Verbitsky. De La Habana a la Fundación Ford” (2005), es muestra de la valentía de Acuña, siempre dispuesto a develar la verdadera identidad de los mafiosos y terroristas que se maquillaron con la farsa de los Derechos Humanos. Finalmente, su último libro, “Los traidores” (2012), en el que sacó a la luz, con nombre y apellido, el colaboracionismo de subversivos −que hoy la van de héroes− con miembros de las Fuerzas Armadas, es una muestra de su capacidad para inmiscuirse en los temas más controvertidos y polémicos de nuestro país.
Carlos Manuel fue un comprometido con la comunicación de la verdad y, por añadidura, con las injusticias generadas por la difusión de la mentira. En este sentido, Acuña pasó sus últimos años apoyando a los presos políticos del régimen kirchnerista. Los familiares de éstos pueden dar cuenta de la preocupación que aquejaba al experimentado periodista respecto de la situación de quienes están tras las rejas por haber combatido al terrorismo en los años ´70.
Desde este especio, recordamos con cariño y admiración el coraje, la coherencia, la capacidad y la humanidad de un gran amigo y referente del periodismo, esperando que su ejemplo sea continuado por nuevas generaciones de periodistas que se atrevan a no ser pusilánimes en el ejercicio de tan necesaria profesión.
¡Adiós querido Carlos Manuel Acuña!
La Prensa Popular | Edición 242 | Jueves 17 de Octubre de 2013