“No matarás”, debate que revivió los 70
“No matarás”, debate que revivió los 70
( Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Oscar-del-Barco-debate-derecho-a-matar-de-las-organizaciones-armadas_0_1001299876.html )
2004. Polémica. El filósofo Oscar del Barco inició la discusión sobre el "derecho" a matar de las organizaciones armadas.
A fines del año 2004, la revista La Intemperie , de Córdoba, publicó una entrevista realizada a Héctor Jouvé, ex integrante del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), un grupo asentado en Salta, en 1964, que contaba con el apoyo del Che Guevara y se encontraba bajo las órdenes de Ricardo Masetti. Allí, Jouvé relataba cómo fueron condenados a muerte y ejecutados los militantes del EGP Adolfo Rotblat y Bernardo Groswald por sus propios compañeros. El filósofo Oscar del Barco envió una carta a la revista e inició un debate que se mantuvo por más de un año y medio donde se opuso a la decisión que terminó con la vida de esos dos militantes.
En su texto, Del Barco impugna toda política basada en el terror. “No existe ningún ideal que justifique la muerte de un hombre, ya sea del general Aramburu, de un militante o de un policía. El principio que funda toda comunidad es el de ‘no matarás’”, escribió. Del Barco formaba parte del grupo de intelectuales de la revista Pasado y Presente , junto con Juan Carlos Portantiero, Héctor Schmucler y Francisco Aricó que le dio un apoyo inicial al grupo guerrillero que se estaba preparando para la aventura de Salta.
En la polémica participaron ex militantes e intelectuales como Héctor Schmucler, Diego Tatián, Jorge Jinkis, Eduardo Grüner, Tomás Abraham, Nicolás Casullo, Horacio González, León Rozitchner y Sergio Bufano, entre muchos otros. Pablo Belzagui compiló dos libros que reunieron una buena cantidad de artículos que se titularon Sobre la responsabilidad. No matar I y No matar II.
Por su parte Ciro Bustos, uno de los guerrilleros de aquel grupo se sumó al debate y dijo que la subsistencia en el monte se hacía “cada vez más difícil, el grupo era más grande, faltaban alimentos y los nervios del grupo se multiplicaban. Los fusilamientos son producto de una serie de causas que no alcanzan a ser controladas. Nosotros somos los primeros afectados por la situación. Se trataba de saber si sobrevivía el proyecto o se tomaba una medida. Y se la tomó, a disgusto de todos, pero se tomó”, decía Bustos.
Las heridas se reabrieron y nunca se cerraron.
