Educación Sexual
Queridos todos:
Tenemos un problema muy serio, por sus raices y consecuencias, en el futuro de Argentina. Es muy destructivo y deformador para los niños puntualmente.
Hablo sobre la educación sexual en las escuelas. Ya he dicho algo al respecto el año pasado. Esto salió en una agencia de información. Es mi deber advertir, nada más.
V.
La Comisión Episcopal de Educación Católica objeta su contenido
BUENOS AIRES, miércoles, 18 junio 2008 (ZENIT.org).- Ante la aprobación de los "Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral" en las escuelas, la Comisión Episcopal de Educación Católica de la Conferencia Episcopal Argentina, se dirige a padres de familia, autoridades educativas en general, directivos y docentes de institutos, alumnos y a toda persona de buena voluntad preocupada por la educación, a fin de esclarecer aspectos importantes de los contenidos del Documento aprobado.
En su Declaración, de fecha 17 de junio, la Comisión Episcopal afirma que "la Iglesia, a lo largo de todo el proceso de concertación y elaboración de los Lineamientos Curriculares, ha participado activamente de distintas maneras a través de sus representantes con sugerencias, críticas y aportes propositivos, para que el Documento final contribuyera a consolidar la formación armónica y equilibrada de la persona, en un tema tan delicado como es la educación sexual".
Sin embargo, constata que "muchos de estos aportes no fueron incluidos en el Documento y otros han quedado sumamente desdibujados, lo cual nos lleva a no compartir planteos y formulaciones de relevancia relacionados con la concepción y la forma como en las escuelas debe ser abordada la educación de la sexualidad".
Entre los planteamientos y formulaciones objetados, la Comisión Episcopal señalan principalmente los ocho siguientes:
1. "Omite el ordenamiento de la sexualidad humana al amor, oscureciendo el sentido de la complementariedad física, espiritual y moral del hombre y de la mujer y soslaya la concepción del matrimonio como una opción de vida".
2. "Omite el rol de la familia como agente natural y primario de la educación de sus hijos y sus consecuentes derechos, reconocidos en nuestra Constitución y en la Ley de Educación Nacional, aunque reconoce la necesidad de su participación. El carácter de obligatoriedad de los lineamentos, no deja mayor margen de acción a los padres para objetar aquellos contenidos que pudiesen atentar contra sus convicciones religiosas y morales".
3. "Sobredimensiona el modelo biológico-higienista al proponer como eje prioritario la promoción de la salud en general y reproductiva en particular".
4. "Presenta como derecho fundamental de niños/as y adolescentes el acceso a los métodos anticonceptivos y prevé aprendizajes para que los menores hagan exigible ese derecho, sin mencionar que tal derecho se inscribe en el marco del ejercicio de los derechos y obligaciones que hacen a la patria potestad, tal como prescribe La Ley 25.673 de salud sexual y procreación responsable".
5. "Minimiza la dimensión ética de la sexualidad centrada en valores y virtudes morales".
6. "Enfatiza el uso único y obligatorio de elementos de prevención para evitar el contagio del vih-sida que, además de ser moralmente objetables, han producido resultados negativos e insuficientes en todo el mundo. Al mismo tiempo, se omite por completo la educación en la abstinencia y en la fidelidad mutua como conductas preventivas del contagio del vih-sida, a pesar de que en la actualidad tienen prioridad para los más destacados especialistas médicos como es de público conocimiento".
7. "Concibe la identidad sexual como una construcción socio-histórico-cultural, relegando el hecho de que la persona humana desde su concepción biológica es sexuada, varón o mujer".
8. "La aprobación de los lineamientos curriculares como ‘piso común obligatorio' para implementar la educación sexual integral en todas las escuelas del país, socava los ámbitos propios de decisión de las instituciones educativas y de las jurisdicciones. No se advierte cómo adaptará cada comunidad educativa los aprendizajes a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros, tal como prevé la misma ley si aquellos, aprobados como pautas comunes obligatorios, los contradicen, debilitan u omiten".
Los obispos de la Comisión Episcopal de Educación Católica concluyen renovando, como pastores de La Iglesia, su "compromiso con el hombre y con la educación como aspecto esencial del bien común de nuestra patria".
Así mismo exhortan "a todo cristiano y hombre de buena voluntad, especialmente a padres y educadores, a asumir la responsabilidad que les cabe en esta instancia, sintiéndose acompañados por la Iglesia, Madre y Maestra".
Por Nieves San Martín
Por Nieves San Martín