Eduardo Bocco un periodista difamador
Señor
Eduardo Bocco
La Voz del Interior
Como usted ha emitido juicios de valor acerca de mi hija, la Sra. María Cecilia Pando de Mercado, deseo a través de la presente, recordarle, que la verdad contada a medias es la peor mentira. Es un simple ejercicio de manipulación.
Usted escribe en un diario prestigioso, con un caudal de lectores importantes, por consiguiente asesórese antes de emitir opiniones serias y sin estar seguro.
No hacer esto, lo constituye con su conducta, en un defraudador ideológico, de esos que “engrupen” aviesamente a los desinformados. .
Naturalmente, lo escribo en aras de la “ironía berreta”, que lo escandaliza y la menciona.
A usted, ¿qué parte de la Señora de Mercado le molesta, la de la ciudadana que le echaron al marido del trabajo por expresarse públicamente? O le molesta ¿las verdades que expresa y defiende?
Esas verdades se llaman JUSTICIA PARA TODOS.
¡Todos! ¿Le queda claro?
Es lamentable su expresión acerca que la Señora de Mercado fue “edificada sobre la base de la defensa de golpistas”, ¿Quién lo dice, el periodista o el difamador público?
¿No le parece que confunde y miente cuando afirma “que esta conducta de la Señora de Mercado provoca, divide, no contribuye al fortalecimiento institucional, uno de los aspectos centrales de nuestra historia”?
Verso que, hoy, no lo cree nadie en el país.
Quiero suponer que usted no es una versión cordobesa de los funcionarios de turno, incluyendo a D´Elia.
Me asombra cuando barrunta que hoy estamos transitando el “fortalecimiento institucional” y “por la verdadera historia”.
Paso a recordarle lo que no se cuenta en “los aspectos centrales de nuestra historia”.
Por ejemplo; que el Ingeniero Amelong, Gerente de Acindar, padre de 10 hijos, fue asesinado a los 54 años, delante de su hija y una amiga; que la hija del Capitan Viola fue asesinada a los 3 años; que Paula Lambruschini tenía 15 años cuando la asesinaron; que el profesor Sacheri fue asesinado delante de sus 8 hijos; que Juan Eduardo Barrios tenía 3 años cuando lo mataron; que Laura Ferrari tenía 18 años cuando fue asesinada en la puerta de su facultad.
Sin embargo, los de la “década ignorada”, no son los “ocho orondos” que están sentados en los tribunales cordobeses, sino los que ocupan cómodos sillones en la Casa de Gobierno como asesores, funcionarios, amigos, eso sí, pagados con fondos públicos (Carlos Kunkel, Miguel Bonasso, Horacio Verbinsky, Jorge Taiana, Dante Gullo, Esteban Righi, entre otros).
Perón, a estos, un 1 de mayo de 1974 los llamó, infiltrados, traidores y mercenarios, además de estúpidos e imberbes.
¿Cuándo pasarán por los banquillos de tribunales estos “orondos”?
¿El periodista no los incluye “en los aspectos centrales de nuestra historia”?
Hay un ejercicio muy recomendable que se llama pensar, una experiencia fascinante, se la aconsejo.
Vicente Pando DNI 7.973.490