En esta Semana              que es el centro de nuestra espiritualidad, necesitamos alimento              para el alma, y es la lectura de textos devotos lo que abre              nuestro corazón a la comprensión de lo que ocurrió en Palestina hace              2000 años. 
Es difícil remontar la resistencia de              nuestra humanidad sin la asistencia de la lectura, unida a la              oración. En realidad, la lectura de textos espirituales prepara              nuestro corazón para la oración, lo orienta, motiva y dispone para              hablar con el Señor, o para estar en silencio con El,              contemplándolo, que es la más hermosa y elevada forma de              oración.
 
Vaciados de nosotros mismos, hablando con El              en Su lenguaje, el silencio, ingresamos a ese cofre Sagrado que              contiene nuestra alma, donde el Señor nos espera. Somos Templo del              Espiritu Santo, y es en esta semana en que el Señor más espera              abramos las puertas de nuestro castillo interior y lo busquemos en              oración y comtemplación.
 
Hoy los invitamos a leer las reflexiones que              Jesús dictara a Catalina Rivas, sobre lo que ocurrió aquel Viernes              Santo en Jerusalén. El Señor, en Sus Palabras, nos enseña a ver la              realidad que se esconde detrás del camino al Gólgota. Imprimamos              este texto, y de a poco, cada día un segmento, ingresemos al              misterio de la Pasión de nuestro Señor. El murió por nosotros,              lavando nuestras culpas. ¿Lo comprendemos              realmente?