ENSAÑAMIENTO ANTI-TERAPÉUTICO
    ENSAÑAMIENTO   ANTI-TERAPÉUTICO
              La bioética llama “ensañamiento terapéutico” al incorrecto y excesivo  tratamiento que, generalmente en la Unidades de Terapia Intensiva, se realiza a  veces a enfermos terminales que ya no tiene sentido tratar. Sucede con menos  frecuencia de la que se menciona porque, en realidad, el médico está para  apostar por la vida aún con pocas posibilidades; pero alguna vez  sucede.
              Lo que no es concebible es que los médicos se ensañen en no tratar. No,  por lo menos, sin dejar de inmediato de ser médicos; aunque más no fuera por  grosera violación del juramento hipocrático (o su superfluo sucesor de la  Organización Mundial de la Salud) que prestaron el día en que recibieron su  diploma. Por él quedan obligados a brindar atención a todo enfermo que la  solicite, cualquiera fuese su condición.
              Sin embargo, la negativa de ser tratados es lo que sucede con buena parte  de los presos políticos alojados en el penal de Marcos Paz. A demoras  inconcebibles que han costado, se nos asegura, la vida de muchos de los ciento  veinte muertos en cautiverio; al daño psicológico de hacer sentir desprotegidos  a muchos mayores de sesenta y setenta años, se suma ahora el retaceo de  instituciones públicas y privadas de internarlos cuando lo solicitan. Cabe  recordar que a ellas deben recurrir los que no son militares y, por ende, no  cuentan con instituciones sanitarias dependientes de las Fuerzas  Armadas.
              Los presos de Marcos Paz relatan que en los hospitales públicos Argerich  y Municipal de San Isidro, y en las instituciones privadas Instituto Médico  Platense y Fundación Favaloro se les ha recortado la atención. En algún caso  hasta se ha negado la cirugía a quien tenía indicación quirúrgica precisa hecha  en el mismo hospital, como sucedió en San Isidro debido –dicen- a una orden del  intendente local.
              Por lo demás, declaran malos tratos por parte de profesionales, “médicos  de buena memoria”, como se certifica con malsana sorna respecto del padre von  Wernich en el periódico Sur (5/XII/2010, pág 27). Si a eso se suma que, según  testimonio de  los presos, se han  evacuado muertos no tratados en el penal hacia el hospital de Marcos Paz en lo  que entienden como una maniobra de ocultamiento de la desidia de la sanidad  carcelaria, podrá tenerse una idea de la tortura adicional que se hace pesar  sobre este grupo de detenidos que promedia más de sesenta  años.
              Ensañamiento, no hay duda.