ARGENTINA: ...¡DESPIERTA!

El séptimo párrafo (penúltimo) es significativo.


ARGENTINA: … ¡DESPIERTA!

Sr Director:

Crisis energética, en la seguridad interior y exterior, en el INDEC,
en la educación, la salud, las jubilaciones, el transporte; crisis de
valores, en la solidaridad y el respeto por las diferencias. La
“crisis” ha alcanzado todas las esferas de la vida de los argentinos.
Lento hundimiento.

Raros los ciudadanos que se atreven a hablar del peligro que se
encierra tras las mendacidades del gobierno. Éste, tras un verdadero
crecimiento de la economía por la acción de factores externos, pero
que sin embargo se atribuye, y por el incumplimiento de sus
obligaciones con jubilados, pensionados y retirados, muestra impúdicamente su
rechazo a las instituciones y deforma la verdad para “mostrar”, de vez
en cuando, algún acierto.

Pero: ¿Qué nos pasa cuando escuchamos esa verdadera avalancha de
mentiras de los Kirchner, los Moreno, los Fernández, los socios del
gobierno? Nada más que indiferencia, o tal vez desilusión, que anula
la acción, la participación cívica. El pueblo se rehúsa a actuar; se
encuentra estupefacto.

Teme abrir los ojos por miedo a descubrirse en el espejo. Se deja
tentar por la continuidad o estabilidad, que es sinónimo de
estancamiento; sin tener en cuenta que cuando un organismo se estanca
e inmoviliza, lo que hace es terminar de corromperse.

Tal es la gravedad de la situación. Argentina institucionalmente
agoniza; pero los argentinos no queremos enterarnos. Padecemos hoy
una aguda crisis por haber aplicado en el presente modelos del pasado.
Modelos de odio, resentimiento y revancha.

Para esta última, utilizando medios perversos. Nuestra sociedad, por
renegar y tergiversar su pasado, se encuentra hoy sin porvenir. Al
torcer la memoria ha perdido la conciencia de su identidad.

No dejemos que nos roben la ilusión de una vida mejor, para todos
nosotros y nuestra descendencia. Terminemos con la indiferencia;
luchemos cívicamente para que haya un cambio de gobierno; para quebrar
la continuidad de la “casa reinante”.

¡Despierta Argentina!

Soljenitsyn dijo: “Tu mismo yo es lo que te amenaza”.


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