la esKuela de francfurt
LA PRESIDENTE CRISTINA           FENANDEZ DE KIRCHNER          
Y LA ESCUELA DE          FRANKFURT
Se conoce como          la Escuela de Frankfurt a un grupo de investigadores que adherían a          Hegel, Marx y Freud y cuyo centro estaba en el Instituto de          Investigación Social, inaugurado en 1924, en Frankfurt. Fundada gracias          al mecenazgo del multimillonario argentino, de origen alemán,           Félix Weil, se hicieron representantes de la “teoría crítica”, la cual          debe entenderse como un aspecto de la práctica, denominado también          marxismo cultural. La obra esencial de este Instituto fue el          ensayo “Dialéctica de la ilustración”, editada entre los años 1944 y          1947 por ADORNO  y HORKHEIMER. Estos ideólogos y filósofos          decidieron transcender las fronteras del positivismo, del materialismo          vulgar y la teoría fenomenológica, a través de un retorno a Kant y sus          sucesores en el idealismo Alemán, fundamentalmente Hegel. Los          doctrinarios más famosos de este grupo fueron Adorno, Marcuse, Fromn,          Habermas, Schmidt. Por supuesto, todos teóricos inmanentistas, quienes          por ser ateos han roto toda vinculación con el “allende”, con lo          absoluto en cuanto trascendente, es decir con          Dios.
El marxismo          cultural, modernamente, ya no va dirigido al proletariado, sino a          los hijos de la alta burguesía y las clases medias. Se reformula así la          lucha de clases. La clase pasa a definirse en función del grupo          cultural al que se pertenece y deja de determinarse en función de la          propiedad de los bienes de producción. Fidel Castro lo dijo en Córdoba,          en su última visita, antes de enfermar: la revolución ya no necesita de          la violencia. Por supuesto que debe entenderse esto de la siguiente          manera: “salvo que peligre la          revolución”.
La República          Argentina, a través de la Secretaría de Cultura de la Nación, de la          Biblioteca Nacional y del Sindicato unificado de Docentes de Córdoba,          firmó un Convenio, pasado el mediodía del cinco de octubre del año 2010          en el Hotel Frankfurter Hoff, el más elegante de Frankfurt, con esta          Escuela o Instituto de Investigaciones Sociales. Estuvo acompañada, la          Presidente Kirchner, en esa oportunidad por Mempo Giardinelli,          periodista de cuño marxista-leninista, periodista de Página 12,           por Ricardo Forster de Carta Abierta, también izquierdista y Horacio          González Director de la Biblioteca Nacional. Según cuenta Mempo          Giardinelli, cuando ingresó la Presidente Kirchner, dijo, “qué linda          gente que hay aquí”. Luego les habló a los intelectuales allí reunidos          con gran solvencia sobre el conocimiento de lo que era el marxismo. Su          oratoria, dijo, Giardinelli, duró media hora.
La Escuela de          Frankfurt, para afianzar el marxismo cultural diseñado por Antonio          Gramsci, es decir la Revolución Cultural, dio “recomendaciones para          la transformación y disolución de la Europa cristiana”, entre otras          cosas, propuso las siguientes pautas:
l) Fomentar la          desintegración familiar; 2) Hacer depender a los ciudadanos del Estado o          de los beneficios del Estado; 3)Mantener un sistema legal desacreditado,          con  prejuicios contra las víctimas del delito; 4) promocionar el          vaciamiento de las Iglesias; 5) promover el consumo excesivo de bebidas          alcoholicas; 6) promover migraciones para destruir la identidad; 7)          fomentar la destrucción de la autoridad en los Colegios y Universidades;          8) suscitar la invención de delitos sociales; 9) El cambio continuo para          crear confusión y 10) Fomentar la homosexualidad en los          niños.
Este Decálogo,          tiene mucha relación con aquél escrito por LENIN, en 1913: 1) Corrompa a          la juventud y exacerbe la libertad sexual, 2) infiltre y después          controle todos los medios de comunicación masivos, 3)divida a la          población en grupos antagónicos, incitando a la discusión sobre asuntos          sociales, 4) destruya la confianza del Pueblo en sus líderes, 5) hable          siempre sobre la Democracia, pero si llega la oportunidad, asuma el          Poder sin escrúpulos. 6) Colabore con el vaciamiento de los dineros          públicos,  y provoque la inflación; 7) Promueva huelgas, aunque          sean innecesarias e ilegales; 8) Promueva disturbios y contribuya para          que no sean reprimidos; 9) Ayude a destruir los valores morales y la          creencia en las promesas de los políticos y gobernantes; 10) Registre a          quienes tiene armas de fuego, para su posterior confiscación a fin de          impedir cualquier resistencia.
Como se podrá          apreciar,  la línea de comportamiento del revolucionario debe ser          necesariamente proteico (cambiar de forma constantemente) y protervo          (obstinada en la perversión). Esto corrobora que la pretendida Filosofía          marxista, es sobre todo, una metodología para la acción revolucionaria.          Nada dicen los marxistas, sobre cómo deberá ser el comportamiento del          revolucionario cuando esté en el Poder. Esta hipótesis está contemplada          en lo que se denomina “dictadura del proletariado” en donde se habilitan          todo tipo de arbitrariedades, perversiones e injusticias; es decir,          nadie que no sea de la secta y presente resistencia quedará con vida.          Luego se continuará con la propia tropa, si hay disidencias, aunque sean          estas de aspectos formales o si no hubiera la adhesión inequívoca al          personalismo de turno.
Cuando la          Presidente Cristina Fernández, dijo que era Hegeliana, en ocasión del          Congreso de Filosofía del año 2007, en Mendoza, no lo hizo porque Hegel          hablara en sus obras bien de las mujeres que ejercen el Poder, todo lo          contrario, se declaró hegeliana porque es consciente de la fuerza que          tiene el choque dialéctico, tanto para destruir, como para construir          Poder y derrumbar así, valores tradicionales.
Cuando se ideó          “el mundo uno”, el politólogo polaco Zbigniew Brzezinsky”, tenía          diseñado que el nuevo orden mundial se edifique sobre una sociedad          tecnotrónica, con humanismo marxista. Cabe aquí consignar que la Escuela          de Frankfurt, durante la segunda guerra mundial funcionó hasta el año          1950 en los E.E.U.U, financiada por la Fundación          Rockefeller.
Si alguien cree          que la Presidente Fernández de Kirchner está desequilibrada,          incoherente, contradictoria y no sabe lo que dice o hace, podría llegar          a equivocarse. Detrás de ella hay asesores que auspician y controlan el          cumplimiento de las recomendaciones de la Escuela de Frankfurt y el          Decálogo de Lenin. Todo está planificado para que así ocurra, desde su          sobreactuación en los actos públicos, hasta la inflación que propicia.          Ella encarna un “personaje” que muestra por Cadena Nacional, pero su          verdadera personalidad no la conocemos. El Kirchnerismo busca la          acumulación de Poder (vamos por todo), pero también busca el choque          dialéctico constante (con las Provincias, La Iglesia Católica, los          Sindicatos, las Fuerzas Armadas, las personas particulares, etc.). Ellos          entienden que destruyendo se          construye.