Mons. Angelelli
Foto: el obispo Angelelli, hoy recordado convenientemente por K.,
oficiando misa con la bandera de montoneros detrás del altar.
Pero la realidad es otra: luego de años de denuncias de la izquierda, que insistía en que lo de Angelelli fue un "asesinato de los militares" (estuvo implicado en esto Pérez Esquivel, Nobel de la Paz, defensor de terroristas...), el 20 de abril de 1990 la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba en su resolución expresa: “La Corte Suprema de Justicia de la Nación atribuyó a esta Cámara Federal la responsabilidad jurídica de conocer e investigar la verdad respecto del hecho que costara la vida de Monseñor Enrique Angelelli. A tales fines se practicaron numerosas medidas tendientes a esclarecer su muerte, algunas de ellas totalmente nuevas, producto de la investigación realizada por el Tribunal, como la identificación previa y citación de Perotta, testigo a quién se atribuían versiones comprometedoras respecto de la causa del accidente, y que cuando concurrió a declarar y describió los hechos tal como los había visto, en nada coincidían con la historia tejida alrededor suyo. También la declaración de Hugo Alvarez, quién negó incluso haber pasado ese día por el lugar del accidente, y que había sido sindicado como un testigo de fundamental importancia. Asimismo se suman los complejos informes del médico de Tribunales Federales, que sirvieron para explicar y aclarar los aspectos técnicos de las lesiones encontradas y los posibles medios que las provocaron. No obstante lo expuesto y todo lo actuado en autos, resulta imposible poder asegurar que el hecho haya sido consecuencia de un accionar doloso. Está probado que la muerte se produjo a causa del accidente, pero a esta altura de la investigación, que se considera agotada, no hay elementos suficientes que permitan afirmar que el accidente haya sido efectivamente provocado...".