Tras las denuncias por corrupción, la OEA despidió al ex fiscal Luis Moreno Ocampo
De manera diplomática, el organismo informó que el jurista argentino no seguirá como asesor especial, sin explicar los motivos de la decisión. La investigación trata posibles crímenes de lesa humanidad en Venezuela bajo el régimen chavista
El ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno
Ocampo, no seguirá a cargo de las audiencias de la Organización de los
Estados Americanos (OEA) que estudian si en Venezuela se han cometido
crímenes de lesa humanidad.
Así lo confirmaron este domingo a EFE fuentes de la OEA, que no explicaron el motivo de la marcha del abogado argentino,
nombrado en julio por el secretario general de la organización, Luis
Almagro, como asesor especial para crímenes de lesa humanidad y que, en
las últimas semanas, ha sido objeto de polémica por informaciones sobre
sus finanzas y su trabajo en la CPI.
"La
OEA desea agradecer al asesor especial Luis Moreno Ocampo sus
contribuciones en el diseño y puesta en marcha del proceso de
investigación de la OEA", indica el organismo en un comunicado de prensa sobre las audiencias de los próximos días.
En la nota no se explica el motivo de este paso,
ni se hace referencia alguna a las recientes polémicas en las que se ha
visto envuelto el primer fiscal jefe de la CPI (2003-2012).
Moreno Ocampo fue el encargado de entrevistar a los participantes de las dos audiencias públicas sobre Venezuela
celebradas en la OEA en septiembre, dedicadas a la sociedad civil y a
los militares. En una entrevista con EFE entonces, consideró "una
revolución" que la OEA haga estas sesiones sin precedentes.
Tras su marcha, estarán al cargo de las audiencias de octubre y noviembre los tres expertos internacionales que tendrán que emitir el informe final sobre si hay base para llevar a Venezuela ante la CPI.
Se trata del ex ministro de Justicia de Canadá Irwin Cotler; el
argentino Santiago Cantón, ex secretario ejecutivo de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, y el costarricense Manuel Ventura
Robles, ex juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El pasado 30 de septiembre, se publicó una investigación de medios
miembros de European Investigative Collaborations (EIC), a partir de
miles de documentos de la CPI y correos privados de Moreno Ocampo
filtrados, que sembraba dudas sobre su trabajo y sus finanzas.
Según esas pesquisas, Moreno Ocampo aceptó una oferta de trabajo del empresario libio Hasán Tatanaki,
millonario próximo a Muamar el Gadafi que al comenzar la revolución en
Libia en 2011 se situó supuestamente del lado del general sublevado
Jalifa Hafter.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió a la CPI en 2011 que
investigara posibles crímenes de guerra o de lesa humanidad en Libia,
cuando Moreno Ocampo era aún fiscal jefe. Una vez el abogado argentino
terminó esa función, según esas informaciones, Tatanaki le habría
contratado por tres millones de dólares para asesorarle y "protegerlo de
procesos penales".
Tras publicarse esas informaciones, Moreno Ocampo precisó que solo
recibió del magnate 750.000 dólares y defendió que ayudarle fue algo "no
solo legal, sino también correcto".
La investigación periodística también señala que el exfiscal tuvo una
empresa "offshore" (con ventajas fiscales) durante su mandato, extremo
que él ha negado.