Los castillos abandonados más espectaculares del mundo
«Siempre he estado interesado en lugares que parece que dejamos atrás», nos cuenta el periodista y escritor londinense, Kieron Connolly. «Estos lugares captan nuestra atención y nos hacen preguntarnos: ¿qué pasó aquí?». Connolly, el mayor de tres hermanos que siempre ha tenido predilección por la historia, relata una anécdota familiar con la que, probablemente, comenzó todo: «Cuando éramos niños, nuestra madre nos mantenía ocupados en los días de lluvia haciéndonos caminar millas y millas a lo largo de una línea de ferrocarril en desuso». En realidad, dice que esto solo sucedió un día, pero les gusta recordarlo como si hubiera sido una ocurrencia regular. Sin embargo, el escritor quedó fascinado y se le agolparon en la cabeza algunas preguntas: «¿Con qué rapidez creció la naturaleza cuando la gente dejó de usarlo? Y, en primer lugar, ¿por qué se cerró?».
Esta curiosidad fue la que le llevó a escribir libros en los que relata el pasado de lugares abandonados porque, según él, «tienen un aire de misterio». En su último libro, «Abandoned Castles» («Castillos Abandonados»), publicado por la editorial inglesa Amber Books, explora las fortalezas olvidadas más espectaculares del mundo que son consideradas ventanas hacia unas civilizaciones desaparecidas hace tiempo. Kieron Connolly se inspiró realmente en su anterior publicación, «Abandoned Places» («Lugares Abandonados»), un libro que retrocede hasta la mitad del siglo XIX para hablar sobre lugares modernos abandonados: desde las ciudades fantasma Gol Rush en California, las estaciones balleneras del sur del Atlántico o el desértico parque de atracciones del este de Berlín, hasta los búnkeres de la Guerra Fría en el sureste de Inglaterra y el aeropuerto de Ciudad Real en España.
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La investigación apenas duró unos pocos meses. Kieron Connolly se documentó en The British Library (La Librería Británica) de Londres, los libros que tenía en casa y a través de internet. Encontró estos lugares gracias al esfuerzo común que hicieron él y el equipo de Amber Books: «Algunas ideas las sugeríamos de lugares que habíamos visitado o sobre los que sabíamos algo, otras las encontramos a través de la investigación».
Con el escaso presupuesto y el horario impuesto por la publicación del libro, no pudo permitirse visitar los castillos sobre los que trata en el libro. Sin embargo, sí que estuvo en alguno de ellos. «El más impresionante para mí es la Fortaleza Belvoir en Israel», dice Connolly. En 2004 estuvo de vacaciones en Israel y, conduciendo desde el Mar de Galilea a través del Valle de Jordán hasta Jerusalén, pasó por una pequeña señal de carretera que indicaba que había una fortaleza en lo alto de la colina. No tenía ni idea de lo que se iba a encontrar, pero para su grata sorpresa, descubrió una magnífica estructura de Belvoir, un antiguo castillo de las cruzadas del siglo XII. Casi 900 años después de que fuera construido, las plantas más bajas, las finas paredes y todos los fosos aún permanecen allí. «Mirando hacia abajo en el valle, me pregunté cómo de extraño sería para los cruzados europeos, tan lejos de sus hogares, encontrarse a ellos mismos en Belvoir», comenta el periodista.
El libro de Connolly incluye fuertes militares del siglo XIX en los Alpes franceses, castillos del siglo XIII en las Tierras Altas de Escocia y fortalezas medievales en Siria. Son «puertas al pasado» que esconden entre sus ruinas una huella, a veces imborrable, de los diferentes propietarios y conflictos sucedidos.
En «Abandoned Castles» aparece el Fuerte de Malamot, construido en 1889 en los Alpes Cotios (Francia).
También el Castillo de Spis, en Eslovaquia, una fortaleza románica del siglo XII que pasaría a ser de estilo gótico un siglo después. En el siglo XV el castillo fue completamente reconstruido y, más tarde, los nuevos propietarios lo transformaron en una residencia familiar renacentista. Finalmente, el castillo se quemó en 1780, pero sigue siendo una reliquia con tanta historia como estilos arquitectónicos tuvo en el pasado.
La historia preferida de Connolly se refiere a la Torre de Martello, una torre genovesa de Córcega que «fue construida en el siglo XVI, cuando Córcega formaba parte de la República de Génova para defenderse de los piratas», explicó el escritor a la CNN. Más tarde, aunque la torre pasara a manos de los británicos en las guerras napoleónicas, la estructura y el diseño les dejó impresionados.
Otro castillo destacado es el Castillo de Ballycarbery, situado en Kerry (Irlanda). Todo lo que queda de esta fortaleza del siglo XVI son los muros de piedra. Ahora, está siendo absorbida lentamente por la naturaleza, pues las paredes están revistidas de hiedra y el primer piso, cubierto de hierba.
«Como reliquias de una era temprana, los castillos abandonados resaltan en el paisaje», afirma Connolly, que los describe como «involuntariamente maravillosos».