Resumen Asedio al Santuario de la Virgen de la Cabeza
Hoy quiero rendir homenaje a los héroes del Santuario de la Virgen de La Cabeza, muertos como héroes, defendiendo su bandera, defendiendo sus principios, defendiendo su país.
Desde esta página, vamos a recordar a unos guardias civiles, que junto con unos hombres, mujeres y niños; han sido olvidados por los historiadores. Tratados a veces de manera despectiva o que incluso algunas instituciones del Estado hayan tratado de disimular lo ocurrido en el Santuario de Santa María de la Cabeza entre el 14 de septiembre de 1936 y el 1 de mayo de 1937.
En el verano del 36, la situación era sumamente compleja para los guardias civiles y familiares que vivían en la provincia de Jaén. Los milicianos del Frente Popular , se abrían paso con una violencia brutal entre los "fascistas" como ellos decían.
El 1 de mayo de 1937 a las 15:20, caía en manos del Frente Popular el Santuario de Santa María de la Cabeza. Habían transcurrido 7 meses y 16 días desde el 14 de septiembre de 1936, cuando 165 guardias civiles y 45 paisanos, junto con sus familias, decidieron encerrarse por motivos de supervivencia, en este recinto erigido en honor a la esposa San Isidro Labrador. Posiblemente, su resistencia, en algunos aspectos, fue todavía más notable que la del Alcázar de Toledo. En la historia universal de los asedios no aparece un caso tan desproporcionado y tan heroico de resistencia.
Estos pocos guardias civiles, resistieron heroicamente durante 7 meses, las acometidas de más de 10.000 soldados encuadrados en 4 brigadas mixtas republicanas: 16ª, 82ª, 91ª y 115ª. Las fuerzas republicanas del Frente Popular, además iban a estar bien apoyadas por numerosas piezas de artillería, la aviación republicana y los temibles tanques T26 soviéticos. El Santuario era una posición muy deseada, muy jugosa para la República; no se quería tener otro Alcázar. Sería muy fácil tomar aquella posición defendida por tan sólo 165 guardia.
Los guardias civiesl, estaban seguros de su condena a morir en el encierro si no llegaban refuerzos para soportar y repeler las terribles embestidas de los 15 tanque y los continuos bombardeos de la aviación republicana. Sin suministros, sin posibilidades de recibir refuerzos, finalmente llegó el desastre. Aún así se produjeron hechos que sorprendieron a todos. La resistencia, la lucha de un puñado de hombres, conmovió a la opinión pública nacional.
Nadie se explica cómo pudieron resistir tanto. Todavía hoy nos preguntamos qué fuerza les motivó y cómo pudieron resistir con tan pocos medios y casi sin alimentos. Ellos fueron capaces de mantener en jaque a los responsables políticos del Estado que contaban con unas fuerzas inmensamente más poderosa, con ilimitados recursos materiales y humanos.
Esta increíble epopeya, posiblemente sea el mejor ejemplo del espíritu de la Guardia Civil, a quién le corresponde la gloria de la gesta del Santuario de la Virgen de la Cabeza.
Pero desgraciadamente después de 1975, un silencio sepulcral ha ocultado a las generaciones posteriores cualquier hecho relacionado con la Gesta de la Guardia Civil en el Santuario de la Virgen de la Cabeza.
Fuerza y Honor para los que cayeron en el Cerro del Santuario, mi recuerdo emocionado.
Ficha del Asedio al Santuario de la Virgen de la Cabeza
Antecedentes del Asedio al Santuario de la Virgen de la Cabeza
El Alzamiento Nacional había fracasado estrepitosamente en Jaén. No hubo ni un conato de Alzamiento. Toda la provincia de Jaén quedó en manos del Frente Popular.La Comandancia de la Guardia Civil de Jaén, integrada en el 18º Tercio, contaba con seis compañías: Jaén, Andújar, Linares, Úbeda, Martos y Villacarrillo. Un total de 24 líneas, 98 puestos y 650 hombres. Todos estaban a las órdenes del teniente coronel Pablo Iglesias, con los comandantes Eduardo Nofuentes e Ismael Navarro. Los tres jefes pretendían mantenerse fieles a la República, pero sin identificarse con el revolucionario Frente Popular.
Si bien los tres jefes superiores estaban indecisos, los oficiales, suboficiales y tropas estaban mayoritariamente con los rebeldes del bando nacional. Destacando por su oposición al Frente Popular, los capitanes, Antonio Reparaz, José Rodríguez Cueto y Santiago Cortés.
El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén, teniente coronel Pablo Iglesias, antes de ordenar armar a la población civil y previendo lo que iba a sucede, ordenó el repliegue de los guardias civiles a los cuarteles de Jaén, Úbeda, Linares, Andújar, Martos y Villacarrillo. Los restantes 92 puestos de la GC quedan abandonados. Una vez terminado el repliegue, Iglesias ordenó armar a los milicianos.
Durante el mes de julio del 1936, en la zona de Andújar se desató una brutal violencia de las fuerzas milicianas del Frente Popular contra la comunidad religiosa, población civil de derechas y republicanas conservadoras. Las continuas “sacas” realizadas en Andújar, terminaron con la vida de numerosos civiles contrarios a las ideas del Frente Popular. Fueron fusilados los curas, frailes trinitarios, los terratenientes y en general los paisanos contrarios a sus ideas.
28 de julio, entra en Andújar la columna Miaja camino de Córdoba. En esta columna iban integrados 250 guardias civiles al mando del capitán Reparaz. En Venta Cárdenas, son desarmados 25 guardias civiles y conducidos a Andújar.
El 31 de julio de 1936, fue un día dramático en el Santuario de Santa María de la Cabeza. La Comunidad Trinitaria, compuesta por 5 sacerdotes y un hermano cooperador, fueron asesinados por los milicianos del Frente Popular. Les habían dicho los paisanos de Andújar, que no tuvieran cuidado, “La Virgen está por encima de toda política y del comunismo”
4 de agosto. El capitán Reparaz, consigue que Miaja acceda a que 65 guardias civiles de la columna, al mando del teniente Francisco Ruano, se marchen junto con sus familias a una finca de Lugar Nuevo, a orillas del río Jándula a uno 3,7 km del Santuario de Santa María de la Cabeza en Sierra Morena.
En Agosto del 36, como consecuencia de algunas deserciones de guardias civiles, las hostilidades de los milicianos de Jaén contra la Guardia Civil van en aumento. Con objeto de evitar linchamientos y asesinatos, el ministro de la Guerra, el artillero Juan Hernández Saravia, autoriza un segundo repliegue de guardias civiles.
Durante el 17 y 18 de agosto, se produjo el traslado de los guardias civiles y sus familias, desde Jaén a Andújar en dos trenes y un convoy de varios camiones donde se transportaron los víveres e impedimentas y unas 1100 personas.
En los trenes viajaron 1160 personas, de las que 100 eran guardias civiles, entre los que se encontraban el teniente coronel Iglesias y los capitanes Cortés y Reparaz. Llegaron a Andújar el 18 por la tarde y a las 5 ya están todos en el Santuario. En aquel momento, el Santuario ya estaba deshabitado porque los hermanos trinitarios ya habían sido fusilados por fuerzas del Frente Popular. El capitán Reparaz coordina y organiza la defensa del Santuario.
La idea del capitán Reparaz era volverse a la columna Miaja y pasarse al bando nacional con todos los guardias civiles que estaban en ella, para posteriormente guiar a las tropas de Queipo para liberar a los guardias y las familias refugiados en el Santuario y Lugar Nuevo.
El 20 de agosto, Reparaz consigue su objetivo de incorporarse a la columna Miaja.
El 25 de agosto Reparaz se pasó a la zona nacional por Fernán Nuñez con el apoyo de la aviación que les cubrió durante la maniobra. Gracias a Reparaz, de los 650 guardias civiles de la comandancia de Jaén, 350 se pasaron con los nacionales y 230 quedaron entre el Santuario y Lugar Nuevo.
En el Santuario quedaron el comandante Nofuentes y los capitanes Cortés y Rodríguez de Cueto ( hasta la evasión de este), al mando de 165 guardias civiles y 72 voluntarios que con sus familiares y civiles hacían un total de unas 887 personas.
23 de agosto, los republicano se dan cuenta del engaño y piensan que es una farsa la neutralidad de los guardias civiles del Santuario.
25 de agosto, el general Pozas, en representación de las autoridades republicanas de Madrid, ordenan a los guardias civiles de Lugar Nuevo y el Santuario entregar las armas.
26 de agosto, los milicianos se presentan en Lugar Nuevo y en el Santuario. El comandante Eduardo Nofuentes les entregó la única ametralladora que tenían, 68 fusiles, 140 pistolas, 10 rifles, 16 escopetas y 12.000 cartuchos . Esta entrega supuso un grave enfrentamiento entre el comandante Nofuentes y sus oficiales, especialmente con el capitán Cortés.
27 de agosto El teniente Ruano expulsa violentamente y sin sangre de Lugar Nuevo a un grupo de milicianos que pretendía ocupar la posición
29 de agosto. El capitán Reparaz, lanzó desde una avioneta, sobre el Santuario , un saco de correspondencia y una bandera bicolor
9 de septiembre, el delegado del gobierno, Lino Tejada, se desplazó a Andújar para palpar sobre el terreno la situación, y tratar de disolver el encierro de los guardias civiles.
12 de septiembre, Lino Tejada se entrevista con Nofuentes quien rechaza de plano esta primera propuesta del delegado del gobierno.
14 de septiembre, después de una entrevista de Nofuentes con el alcalde de Andújar, el delegado del gobierno y el capitán de los guardias de asalto , decide finalmente, en contra de la opinión de su oficiales, firmar la evacuación a Andújar.“Ya no es tiempo de Sagunto ni Numancia”, repetía Eduardo Nofuentes a los que no eran partidarios de la evacuación.
Ese mismo día comienza a organizarse la salida de los familiares, civiles y guardias civiles.
Entonces surge el incidente que desencadena la épica de este episodio.
Mientras se inicia la evacuación, el capitán Cortés, observa como algunas de mujeres y niños de los guardias civiles, cuando iban en los camiones de evacuación, son vejados, insultados y amenazados por los milicianos. Cortés, aterrorizado por lo que les puede pasar a las familias de los allí encerrados, exige a Nofuentes parar inmediatamente la evacuación. Nofuentes se niega a la petición de Cortes y ante esta negativa, Cortés ordena detener a Nofuentes, a su hijo y a los milicianos que estaban en el cerro. Pero Cortés no ha podido impedir la salida de 36 guardias y 183 familiares en los dos primeros camiones.
El Santuario y Lugar Nuevo iban a ser para los sitiados, como dos casas-cuatel de la benemérita. Como las casas cuartel de la Guardia Civil, el recinto se regiría por el mismo espíritu del Cuerpo, de abnegación, de generosidad y de sacrificio. La disciplina , no impuesta sino asumida por la influencia de un reglamento que afecta a todos los que se cobijan bajo el mismo techo.
El 15 de septiembre se inició el acoso al Santuario con un fuerte bombardeo republicano. El 28 de septiembre las tropas nacionales liberarían el Alcázar de Toledo.
Seguramente habría que encontrar esta fuerza, en la dimensión espiritual y humana del capitán Cortes y su guardias que mantuvieron la moral hasta el final; seguros de estar en el lado de los que tienen razón.
El Despliegue Fuerzas del Santuario
En 1936, el Santuario de Santa María de la Cabeza era un edificio del siglo XIV, que recordaba la aparición de la Virgen al pastor Juan Alonso Rivas en 1227.El santuario se situaba en un alto cerro, con una cota de 600 m. Junto al Santuario también estaban varios edificios, hospedería, albergues y las casas de las cofradías.
A 3,7 kilómetros al sur y al otro lado del rio Jándula, se encontraba el palacio de Lugar Nuevo, en una cota 400 metros inferior a la del Santuario
Con sus 201 combatientes en el Santuario y 85 en Lugar Nuevo, Cortés ordena la defensa de las dos posiciones. El puesto de mando quedó establecido en el Santuario.
El capitán Cortés y sus oficiales, organizan la defensa en el perímetro del Santuario. En el edificio, precisamente no había defensores, sino solamente familias y civiles. Cortés, decide situar sus fuerzas de defensa fuera del edificio del Santuario, en Cerro Chico,Cerro de la Cuarta, Cerro de los Madroños. A lo largo de un perímetro de 3 kilómetros, se desplegaron las fuerzas de la Guardia Civil y voluntarios organizadas en 5 sectores. Además es una organización defensiva, donde los defensores se desplazan desde un sector a otro, dependiendo de requerimientos diarios de cada sector. La defensa del Santuario fue un buen modelo de organización defensiva.
Las zona I y II, de poca pendiente y de fácil acceso, quedó bajo el mando de los tenientes Ruano y Rueda. La III bajo el alférez Carbonell. El sector IV, el Cerro de los Madroños constituía el enlace entre el Santuario y Lugar Nuevo, quedó inicialmente bajo el mando del alférez Hormigos y en los últimos días del asedio al mando del alférez Jiménez Claver.al mando del teniente Porto. Las defensas se construyeron mediante muretes de piedra.
Al inicio del asedio, enfrente de las tropas nacionales del Santuario, estaba el capitán Cantón con la compañía de Asalto de Jaén y numerosos milicianos, hasta un total de 1.600 combatiente, que comparado este número con los 201, hacía una relación de 8 a 1 contra los sitiados, además las fuerzas del Frente Popular, disponían de ametralladoras y un mortero.
El Asedio al Santuario de la Virgen de la Cabeza
Desde el 14 de septiembre al 24 de septiembre las fuerzas del
Frente Popular intentaron por todos los medios, intimidar a los sitiados
mediante continuos bombardeos aéreos y proclamas intimidatorias. Pero
era aun mayor el miedo que tenían a caer en manos de los milicianos. Los
guardias y las familias, habían decidido resistir hasta el final y
morir juntos antes de rendirse.8 de octubre. Queipo para verificar la situación de resistencia en el Santuario, envía un avión de reconocimiento con el capitán Rodríguez Cueto, escoltado con dos cazas. Observaron en el centro del patío del Santuario, muchas gente alrededor de una bandera nacional y un sábana con la palabra “Auxilio” que posteriormente la cambiaron por otra con “Alimentos”.
9 de octubre. Capitán Carlos Haya, el ángel de la guarda de los sitiados, pilotando un Douglas, lanzó 800 kg de alimentos. Haya realizó un total de 70 misiones sobre el Santuario y Lugar Nuevo a lo largo de los 8 meses que duró el sitio. Carlos Haya recibiría el reconocimiento con la Cruz Laureada de San Fernando.
12 de octubre. La guardia civil celebra la fiesta de su patrona, la Virgen del Pilar, con una solemne misa formando con sus uniformes de gala, correajes y armamento. Cortés les leyó, con lágrimas en los ojos, la carta del general Queipo ante la Virgen de la Cabeza. La reunión terminó con el Salve Regina
13 de octubre. Desde el aire les lanzan 2.500 kg de alimentos.
A mediados de Octubre, Queipo ocupa la cuenca minera de Peñarroya.
El estado Mayor del Frente Popular, presiona a Pedro Martínez Cantón para que tomen de una vez el Santuario y este no se convierta en otro Alcázar de Toledo.
22 de octubre, aterriza un paracaídas con las primeras 2 palomas mensajeras vivas. Ahora ya puede el capitán Cortés, comunicarse regularmente con Queipo mediante mensajes cifrados. Durante 2 meses, las palomas fue el único sistema de transmisionesdisponibles en el Santuario.
25 de octubre. Cortés envía su primer mensaje mediante paloma mensajera al gobierno militar de Córdoba. Una paloma llegó a volar cinco veces entre el Santuario y Córdoba.
31 de octubre. Las fuerzas Populares instalan una batería de 105 mm, que machaca las defensas y clava al suelo a los guardias civiles.
1 de noviembre. Primer intento de asalto al Santuario. Después de una ocupación temporal de los cerros de los Madroños y de la Cuarta; finalmente la puntería de los guardias civiles termina con este primer intento de asalto.
9 de noviembre. Los sitiadores anclan al suelo otra batería de 75 mm
19 de noviembre. Después de una intensa preparación artillera, nuevo intento de asalto al Santuario
Cortés se queda sin cabezas de ganado en el Santuario. A mediados de noviembre la situación dentro del Santuario empieza a ser delicada, pero la Guardia Civil resiste, los sitiados responden con fuego graneado. Son días intensísimos . El capitán Cortés confía en sus tenientes .
Después de recibir 3.000 bombas y 2.000 cañonazos, Cortés muestra algo de debilidad ya que no quiere sacrificar la vida de las familias. Los niños muestran evidente signos de raquitismo. Cortés pide dramáticamente auxilio a Queipo.
22 de noviembre. Cortés le dice a Queipo: “ por humanidad, por patriotismo, por compañerismo, venga nuestra aviación y nos ayude, si quiera en lo más esencial, que es la comida”
6 de diciembre. Mensaje de Cortés: “Un mes de verdadera angustia moral y material, tanto por la furia desarrollada por nuestros enemigos como por la escasez de alimentos, al extremo de no tener que comer más que madroños recogidos entre tiros”
Los sitiados comen lo que pueden, raíces, bayas, lagartijas. Todo lo que se movía estaba apto para el consumo. Los hombres del Santuario comenzaron a fallecer , comenzaron a morir por ingestión de hierbas venenosas.
Noche del 6 de diciembre. Salida nocturna sobre terreno enemigo para conseguir un total de 309 cabezas de ganado para el Santuario y 125 para Lugar Nuevo
14 de diciembre. Los sitiados se emocionan al oír los cañonazos de la ofensiva de Queipo sobre Lopera-Porcuna; a mitad de distancia entre Córdoba y el Santuario.
En estas fechas, la fama del Santuario ya era conocida en toda España. Cortés denegó, por motivos de supervivencia, la llegada de 300 voluntarios desde Fuencaliente ( Ciudad Real).
En víspera de Navidad, Cortés le dice a Queipo que “sus gente, no tienen absolutamente nada que comer, y son verdaderos cadáveres”.
Se establece contacto entre el Santuario y la torre del castillo de Porcuna mediante un heliógrafo. Queipo les promete llegar en su auxilio antes de final de mes, lo que les anima y les da esperanza.
Iban pasando los días y llegaron al Santuario las Navidades de 1936.Diciembre. Sólo se realizaron siete vuelos de abastecimiento sobre el Santuario. Muchos hombres habían muerto, el capitán Cortés estaba sólo con sus guardias civiles. Los deseados refuerzos, nunca iban a llegar.
Deciden salir de Santuario, una salida suicida para intentar conseguir comida, alimentos. A estas alturas estaban comiendo hiervas silvestres, hojas de árbol, raíces; todo lo que pudieran comer
13 de diciembre. Ante el asombro del mando de las tropas Populares, 2 cabos y 6 guardias de asalto de la compañía de Jaén, se pasan a las fuerzas de Cortés.
27 de enero. Gran asalto al Santuario. Las tropas del Frente Popular, mandadas por el general Martínez Monje, jefe del ejército del sur y el teniente coronel Pérez Salas, jefe del sector; inician lo que pensaban iba a ser el asalto definitivo al Santuario de la Virgen de la Cabeza. La ofensiva se inicia por el Sector IV, el Cerro de los Madroños. Que es la zona de enlace entre el Santuario y Lugar Nuevo
28 a 31 de enero. Se repiten los intentos de asaltos, ahora más intensos sobre Lugar Nuevo
En febrero, el capitán Haya consigue le asignen un avión diaria para suministro de comida a los sitiados. La situación mejora en el Santuario. Ante la impotencia, las fuerzas del Frente Popular reducen la presión y reparten fuerzas con el frente de Málaga, que termina cayendo en manos de Queipo de Llano.
5 de marzo. Una vez cerrado el paso por Porcuna, Queipo intenta llegar a los cercados a través del valle de los Pedroches, con la toma de Pozoblanco. Parten tres columnas Peñarroya, Espiel y Villaharta. Inmediatamente las Brigadas Mixtas del Ejército Popular reaccionan con el empleo de los temidos carro de combate soviéticos T-26.
6 de marzo. Corté sorprende cuando pide latas de pintura y brochas para adecentar el cementerio donde reposan los caídos del asedio; dice:
“ la Guardia Civil Muere pero no se Rinde”
Que queda esculpido a la entrada del cementerio.
El Ministerio de la Guerra siente que las cosas no progresan ; y les presionan para terminar con la resistencia del Santuario: “ con los nuevos medios que tenéis, aviones y modernos carros de combate”
29 y 30 de marzo. Ante la imposibilidad de continuar, Queipo ordena la retirada y el Santuario queda sin posibilidades de socorro abandonado a sus propios medios.
3 de abril. Se producen varias deserciones en Lugar Nuevo. El capitán Cortes bajó personalmente al palacio y logró levantar la moral a los combatientes. Los desertores invitaron a rendirse a sus compañeros por altavoces.
5 de abril. Ruano pide a Cortes que le releve del mando; ya no puede seguir manteniendo la disciplina entre los soldados y no consigue imponer su autoridad. Cortes le envía 14 guardias de refuerzo.
8 de abril. Fuerte ataque sobre la posición de Lugar Nuevo. Ruano lleva 73 bajas en Lugar Nuevo y sólo dispone de 40 combatientes útiles, que lograron neutralizar el envite del Ejercito Popular. Han fallecido 30 civiles y los 201 vivos, desesperadamente solicitan la retirada al Santuario.
12 de abril. En medio de una noche muy lluviosa y fría, los sitiados abandonan Lugar Nuevo e inician la retirada hacia el Santuario. Al frente van desplegados 20 guardias, luego el grupo de mujeres y niños. Otros 10 guardias junto con otros tantos voluntarios falangistas, cubre los flancos y la retaguardia. Los sitiadores no advierte la maniobra de retirada.
13 de abril. Son las cinco de la mañana cuando llegan los primeros evadidos al Santuario, lo que produce una brutal sorpresa. Un destacamento del Santuario sale a buscar a los perdidos por causa de la espesa niebla.
Durante los días 13 y 14. Continuaron las inútiles descargar republicanas contra las posición abandonada de Lugar Nuevo. El 14 entraron en el palacio y sólo encontraron armas inutilizadas, y un mundo de indigencia y miseria.
El Santuario se vio beneficiado por la llegada de 40 nuevos combatientes, pero había 241 bocas más que alimentar.
Con unos 200 hombres en condiciones de combatir, Cortés se preparó para aguantar la batalla decisiva. El teniente coronel Cordón, preparó sus unidades para el asalto final al Santuario. Alrededor de 10.000 hombres , bien armados y cubiertos por un buen número de temibles T-26 soviéticos, iban a barrer del mapa a los últimos 200 irreductibles del Ejército Nacional . Cordón, contaba con la brigadas 16, 91, la 75 y la reserva del Ejército de Andalucía. La relación de tropas era brutal 50 a 1
Los hechos ocurridos en el interior del Santuario desde el 15 de abril no representativos de acciones humanas. No hay explicaciones que puedan justificar que 200 soldados sitiados resistieran durante 15 días la brutal embestida de 10.000 combatientes republicanos del Frente Popular.
15 de abril. Coronel Gaspar Morales, Jefe de Estado Mayor, informa al Ministerio que el cerco está a 400 metros del Santuario.
17 de abril, Cortes informa de 10 nuevas bajas. El coronel Morales ordena un nuevo bombardeo para acabar de completar la destrucción causada por la artillería.
19 de abril, La enfermería esta repleta de pacientes, Cortes informa de 16 nuevas bajas. La situación de los defensores es desesperadísima, se come lo que se puede. Por la tarde Cortes envía un mensajes al Estado Mayor, “urge venga aviación esta tarde o de lo contrario llegará el final. ¡Viva España! “A última hora hacen presencia la aviación nacional y rechazan el ataque de los temibles carros de combate T-26. Los tanque averiados son definitivamente rematados por los guardias civiles con bombas de mano.
20 de abril. Nuevo ataque con carros de combate. La aviación nacional para en seco el ataque republicano. Franco han gestionado con la Cruz Roja Internacional la evacuación de la población civil por razones de humanidad.
25 de abril. A las seis horas veinte minutos, Cordón informa a Morales y se muestra de acuerdo en la evacuación de mujeres y niños. Pero el ministro Largo Caballero prohíbe la evacuación si no va acompañada de la rendición absoluta de los sitiados. Ese mismo día Cortés ha enviado parlamentarios que exigen el traslado a zona nacional de las familias como condición previa a la evacuación.
El Santuario ya era Numancia, las mujeres estaban dispuestas a morir junto a sus maridos, sufriendo toda clase de calamidades, penurias y miserias.
26 de abril. Un nuevo asalto acaba con la vida de 7 niños, 20 mujeres y 19 hombres. El Santuario ya se ha convertido en una tumba para los sitiados. El botiquín no existe.
La gente se enloquece y entre el 26 y el 30 se producen algunas deserciones para escapar del Santuario. Son poquísimas, la inmensa mayoría han decidido clavarse al suelo y morir allí mismo.
27 de abril. Un ataque de los T-26, afortunadamente, para los sitiados en el último momento se dan media vuelta por temor a un supuesto campo de minas inexistente. Por la noche el capitán Haya deja caer sobre el santuario 1.000 kg de alimentos, 200 bombas de mano y gasolina. Ya por la noche rechazan otro asalto.
28 de abril. Cortés hace oídos sordos y rechaza una propuesta de Franco para que se rindieran. ”Seguimos firmes en nuestros puestos porque nuestra fe nos da fuerza para ello. ¡ Viva España!”.
Los asedios del Alcázar y del Santuario, tuvieron un denominador común: la Guardia Civil. Franco había decidido y consiguió liberar el Alcázar de Toledo, pero los defensores del Santuario, para su desgracia, no contaron con el mismo tipo de ayuda: ni Queipo fue Varela , ni el Ejército de Operaciones del Sur fue el Ejército de África con su regulares y legionarios. La campaña del norte requería el máximo apoyo para la toma de Bilbao.
30 de abril, Cortes deja en libertad a los 12 milicianos que tomaron prisiones el primer día del asedio; pero 6 de ellos, contagiados por la heroicidad de aquel puñado de héroes, se unen a la defensa del Santuario inmediatamente sin dudarlo.
Cortés cuenta con tan sólo 100 combatientes para hacer frente al asalto final de la tropas del Frente Popular. Por la noche del 30 de abril, los sitiadores alumbran la explanada del Santuario con potentes reflectores. Los ruidos de los preparativos, anuncian un importante despliegue de fuerzas republicanas. Todo parece estar anunciado para el emblemático día primero de mayo. A las 12 de la noche, los altavoces volvieron a predicar por la rendición de los sitiados; pero ni uno sólo, defensor o familiar se movió. Iban a resistir hasta el final, así lo habían decidió.
1 de mayo. Los republicanos del Frente Popular estaban enfurecidos, la resistencia de los guardias del Santuario era un amargo recuerdo de la de los guardias civiles del Alcázar. Pero allí seguían, con la bandera clavada. Empeñados en una defensa a ultranza, hasta el final, hasta el último hombre. "la guardia civil muere pero no se rinde"
Desde las 4 de la mañana una fuerte preparación artillera adelantaba lo que iba a suceder al amanecer. A las 6 de la mañana arrancan los tanque soviéticos, inmediatamente seguidos por la infantería. El capitán Cortes había sido herido en el pecho, por la explosión de una carga de mortero y tiene que retirarse de la primera línea de resistencia. A las 12:30 el Cerro de la cuarta está sembrado de muertos y los vivos y heridos disparan enloquecidos sin protección alguna. A la una de la tarde, Corte envía por heliógrafo su último mensaje:
“insostenible; rápido auxilio de aviación. Lo que traslado para su superior conocimiento, ¡ Viva España!”
Cuando las fuerzas enemigas ocupan la Casa de Colomera, el brigada Gila con un grupo de muchachos de 12 y 14 años, armados de rifles y bombas de mano, hacen huir a las fuerzas ladera abajo.
A las 4 de la tarde muertos y heridos todos los defensores, cae el Cerro de la IV y el alférez Jiménez Claver herido e inmovilizado.
Cuando cae la II sección, los Tenientes Ruano y Rueda se repliegan hacia el Santuario. Quedan algunos defensores en tierra de nadie, hasta que gastan los últimos cartuchos. Los guardias civiles siguieron ofreciendo grandes muestras de heroísmo sublime.
Un nuevo intento de toma de la casa de Colomera. Por culpa de una bomba de artillería, queda herido gravísimamente el capitán Cortes . El capitán cae y nadie le sustituye en el mando.
Ocho carros de combate, rodeados de infantería, avanzan hacia el Santuario; otros cuatro están inmóviles por culpa de las granadas de mano de los defensores.
El Santuario no se rindió nunca. El capitán Cortes, hizo honor al lema de la Guardia Civil, "la guardia civil muere pero no se rinde"
Eran las 4 de la tarde del 1 de mayo de 1937, cuando todo ya estaba perdido para aquellos héroes. Los republicanos entran en las ruinas del Santuario y toman la posición.
El teniente Porto se pegó un tiro antes de entregarse al enemigo. Todavía se vivieron escenas dramáticas para mantener desesperadamente las últimas posiciones defensivas en un cuerpo a cuerpo estéril.
Cuentan los testigos directos
Balance Global de Muertos y Heridos
Durante el asalto final, los sitiadores tuvieron 3 capitanes muertos, 9 oficiales heridos y más de un centenar de bajas. Los defensores, 26 muertos y más de 30 heridosLas bajas totales de combatientes llegaron a la brutal cifra del 84% y de civiles al 11% ; mientras que los combatientes muertos alcanzaron un 36% y los heridos 48% . Estas cifras demuestran el heroísmo asombroso de estos soldados españoles.
Los 182 detenidos fueron llevados inicialmente al penal de San Miguel de los Reyes (Valencia) y posteriormente a campos de concentración donde murieron la mayoría. La población civil, mujeres y niños, fueron al Viso del Marqués, donde fueron bien tratados por los vecinos.
El Capitán Cortés, fue atendido a vida o muerte en el hospital de sangre de la brigada 16, por el cirujano Valdepeñas y el doctor Laguna. A las 12 de la mañana del 2 de mayo fallecía el capitán Cortés y fue enterrado en una fosa común del cementerio de Andújar.
Esta es la lista de los 20 heridos que fueron atendidos en el hospital de sangre , situado entre el Santuario y Andújar: Juan Delgado, Antonio Fernández, Pedro Gallego, Ángel Jiménez, Fidel Gómez, Miguel Pereda, Jesús Miñán, Florencio Moreno, José Richar, Máximo López, Fructuoso Olmo, Casildo Ortega, Miguel Lendina, Vicente García, Antonio Morales, Francisco Gómez, Juan Cuenca, Romualdo Sánchez, Benjamín Cortés y Fermín Linares
Hoy en día los cuerpos de capitán Cortés, capitán Haya y de los tenientes Rueda, Ruano y Porto, yacen en la cripta del actual Santuario de Santa María de la Cabeza.
19 de febrero de 1942, se concedió la Laureada Colectiva a todos los defensores y supervivientes del Santuario de la Virgen de la Cabeza y a la individual a título póstumo al Capitán Santiago Cortés
Durante 1936, la Guardia Civil consiguió tres Laureadas Colectivas más: defensa del Alcázar de Toledo, defensa de Oviedo y defensa del cuartel de la Guardia civil de Tocina
Lista de los caídos en la defensa del Santuario
Nombres de los 85 Combatientes Profesionales Muertos
Teniente: Juan Porto Gallego
Brigadas: Francisco Teva Barranco, Antonio Gila Romero, Juan Molina Gómez, Juan Maldonado Rodríguez
Sargentos : Cipriano Crespo Crespo, Eladio Cecilia Martinez, Antonio Gómez López, José Rodríguez Martínez
Cabos: Ignacio Izquierdo Jiménez, Juan González Almansa, Francisco Belmonte Fuentes, Francisco Fernández Toharra, José García Moreno, Justo Gila García, José Torrus Palomo, Eleuterio Sánchez Navío, Antonio Martínez García
Guardias Primeros: Francisco Moral Rodríguez, Francisco Nevado Carmona , Antonio Gordillo López, Miguel Chamorro Sánchez, Juan Gila Romero, Martin Pajares Ríos, Francisco Salmerón Molina, Magdaleno Porras Fuentes, Francisco Moral Parreno
Guardias Civiles:Manuel Castellano Moreno, Ramón García Arroyo Manuel Aguilera Morales ,Juan Aguilera Galera, Antonio Aguado Morales, Serafín Aranda Sánchez, Antonio Avalos Justicia, Eduardo Balboa Espejo, Manuel Canas García, Antonio Castillo Contreras, Manuel Cruz Olivenza, Florencio Díaz Arévalo, José Espinosa Mota, Cayetano Fernández Navarro, Jaime Falco Tovar, José Garcés Ramos, Juan García Gallego, Manuel García Rodríguez, Tomás Gutiérrez García, Francisco Gutiérrez Trines, Juan García Alarcón, Feliciano Hortelano Velo, Juan Hernández Pulido, Fausto López Duarte, José León García, Rafael Márquez Muñoz, Miguel Montalbán Hernández, Francisco Merino Anciano , Antonio Mudarra Ribeiro, Diego Morente Godoy, Diego Mesa Varela, Antonio Martínez Romero, Diego Martínez Ortega, Natalio Morgado Barrera, Julián Manchón Rubio, Germán Morales de la Sarna, Diego Ortega Carrizo, José Pipaon Martínez, Joaquín Porras Castro, Eduardo Quesada Cruz, Francisco Ruiz López, Julio Rodríguez Moreno,Francisco Rodríguez Maldonado, Sebastián Rodríguez Rodríguez, José Sevillano Arenas, Andrés Salazar Castillo, Pedro Santoja Pizarro, Julio Sánchez Pérez, Juan Toro Galán, Laureano Vallejo Gadea, Juan Villanueva Hornos , José Vázquez Mota, Baldomero Zafra Rosales , Francisco Zamora Enrique, José García Roldan, Vicente Algaba Ayuso, Cosme Rojo Calahorro