Derechos Humanos: Comunicado de Hijos y Nietos de Presos Políticos
Sección: Derechos Humanos
Nuestros jueces violan los tratados internacionales de
Derechos Humanos cuando niegan las excarcelaciones y los arrestos
domiciliarios a los mayores de 70 años o a los que están enfermos.
El grupo “Hijos y Nietos de Presos Políticos” emitió un comunicado en
el que expresa: “Nos juntamos para trabajar, para denunciar las
violaciones a los Derechos Humanos a las que los jueces someten a
nuestros padres y familias.
Nos unimos para denunciar y demostrar que los juicios de lesa humanidad
se hacen mal, con la única finalidad de dictar condenas sistemáticas,
sin importar lo que se haya probado o no, respecto de cada uno de los
acusados.
“Ya son más de 200 muertos en estos procesos.
El promedio de edad de los detenidos es de más de 71 años, son viejos,
en los penales no se les puede brindar los cuidados médicos que
requieren y se mueren.
Nuestros jueces violan los tratados internacionales de Derechos Humanos
cuando niegan las excarcelaciones y los arrestos domiciliarios a los
mayores de 70 años o a los que están enfermos.
“Se dictan prisiones preventivas que en varios casos superan los ocho
años, cuando la ley permite dos y a lo sumo tres, sufriendo de ese modo
condenas anticipadas. Muchos son trasladados a penales lejos del arraigo familiar.
Se les viola el derecho al acceso a la educación. Se los entra a las
audiencias por el ingreso del público para que los insulten o los
agredan. Se los trata como culpables desde la acusación.
“Se condena a prisión perpetua sin importar cómo hayan actuado o el
rol que cumplían en el momento, sin graduaciones de responsabilidad, sin
importar lo que se prueba porque `debería haber sabido lo que pasaba’,
porque habrían sido `partícipes necesarios’.
Se condena basándose en testimonios en los que reconocen a los
imputados `por el perfume’, `por los zapatos’, o lo hacen hablando de
fechas imposibles por cambios de destinos o incluso porque el imputado
se estaba casando ese mismo día.
Hay quien dijo reconocer a todos los acusados de ese juicio, aunque
estuviese siempre vendado, porque murió mientras lo interrogaban y los
`vio desde arriba’ antes de volver en sí. Hay testimonios que se contradicen, testigos que inclusive se contradicen a sí mismos, a sus declaraciones hechas en los ’80.
“A los abogados de los imputados les resulta imposible defenderlos,
porque se rechazan sistemáticamente todas las presentaciones que
realizan.
Los propios funcionarios judiciales han reconocido estas situaciones,
por ejemplo, en el caso del Fiscal de Mar del Plata en referencia al
juicio de Hooft, o el doctor Burad del TOF 2 de Mendoza cuando le dijo a
la familia de un imputado que `esto es político, quizás la salida sea
política’.
“Justicia es una palabra que le queda demasiado grande a cualquier
Poder Judicial, sobre todo cuando hablamos de la pérdida de un ser
querido. No hay reparación que pueda hacer el Estado para equiparar esa ausencia.
“Queda entonces la legalidad, esas `reglas del juego’ que protegen a los ciudadanos de los abusos del poder de sus gobernantes.
Lo más cerca que puede estar el hombre de la justicia es la legalidad,
el respeto irrestricto del Estado de Derecho por sobre los intereses
individuales, exactamente lo contrario del `ojo por ojo’ con el que nos
quedaríamos todos ciegos.
“¿Qué es lo justo? Seguramente, lo que es justo para algunos, pueda ser injusto para otro. Debemos exigir legalidad.
Confiamos en que ese principio, que tanto le ha costado a la historia,
sea la base y la motivación que guíe a todos los jueces del país en
estas y en cualquier tipo de causas, que sirvan ellos de ejemplo como
magistrados.
“El Poder Judicial argentino lejos de cumplir y hacer cumplir la ley,
se está sometiendo a la voluntad de los políticos, a la presión que les
permita usar livianamente a los Derechos Humanos como blindaje a las
críticas, como cortina de humo, o para robar como se pudo ver en la
causa Sueños Compartidos.
Queremos que estos juicios sean un ejemplo de cómo las cosas pueden
hacerse bien, que el día de mañana ningún ciudadano sea sometido a
juicio con las reglas cambiadas o aplicadas según la conveniencia del
poder de turno.
“No tenemos intenciones políticas, ni nos interesa reivindicar a
nadie, mucho menos al gobierno del Proceso, pero vamos a pelear por el
respeto de nuestros derechos y la legalidad que nuestro país necesita
para que verdaderamente nunca más haya abuso por parte del Estado”.