Documental - Historia de la Iglesia Primitiva: 06 Timoteo y Tito Ministros
Documental - Historia de la Iglesia Primitiva: 06 Timoteo y Tito Ministros
Timoteo es la imagen  del discípulo ejemplar: obediente, discreto, eficaz, valiente. Por estas  cualidades Pablo quiso que fuera su compañero de apostolado, en vez de  Juan Marcos, durante el segundo viaje misionero en el año 50.
Había  nacido en Listra, en donde Pablo lo encontró durante el primer viaje, y  fue de los primeros convertidos al Evangelio; había sido educado en la  religión hebrea por la abuela Loida y por la madre Eunice. Desde su  encuentro con Pablo, siguió su itinerario apostólico; lo acompaña a  Filipos y a Tesalónica. 
Después los encontramos  juntos en Atenas, en Corinto, en Éfeso y finalmente en Roma durante el  primer cautiverio de Pablo. Fue un infatigable “viajero enviado” por el  apóstol de las Gentes, y mantuvo los contactos entre Pablo y las jóvenes  comunidades cristianas fundadas por él.
A menudo  le llevaba las cartas y le daba noticias respecto de las mismas  comunidades. Entre el 63 y el 66, cuando recibió la primera carta que le  envió Pablo, Timoteo era el jefe de la Iglesia de Éfeso. Desde Roma  Pablo le escribió una segunda carta, invitándolo a visitarlo antes del  invierno. Es conmovedora la petición del anciano apóstol al “hijo”  Timoteo, para que le llevara el abrigo que había dejado en Tróade, pues  le servía para el frío en la cárcel de Roma. Timoteo estuvo presente en  el martirio de Pablo; después regresó definitivamente a la sede de  Éfeso, en donde, según una antigua tradición, murió mártir en el año 97.
El  segundo fiel colaborador de Pablo fue San Tito, de origen pagano.  Convertido y bautizado por el mismo apóstol, que lo llama “hijo mío”, se  encuentra en compañía de Pablo en Jerusalén, en el año 49. Hizo con él  el tercer viaje misionero y fue Tito quien llevó la “carta de las  lágrimas” de Pablo a los fieles de Corinto, entre los cuales restableció  la armonía y organizó la colecta para los pobres de Jerusalén.
Después  del cautiverio de Roma, Pablo, de paso por Creta, dejó ahí a Tito con  la misión de organizar la primera comunidad cristiana. Aquí recibió la  carta de Pablo. Es un documento muy importante, porque nos informa sobre  la vida interna de la Iglesia apostólica. Después Tito fue a Roma donde  su Maestro, que lo mandó probablemente a evangelizar a Dalmacia, en  donde todavía hoy está muy difundido su culto. Una antigua tradición,  históricamente no confirmada, dice que Tito murió en Creta, de edad muy  avanzada. 
Fuente: http://es.catholic.net