Una jueza dijo que no casará a gays
Una jueza dijo que no casará a gays
Se llama Marta Covella; es de La Pampa y se apoya en la Biblia; dijo que las parejas homosexuales son "una cosa mala" a los ojos de Dios
Sergio Romano
Para LA NACION
Para LA NACION
SANTA ROSA.- Dios, la Biblia y, después, las leyes. Ese es el orden establecido por Marta Covella, la jueza de paz de la ciudad pampeana de General Pico. Ninguna pareja gay ha pedido aún turno para casarse en La Pampa, pero Covella ya avisó: no celebrará los casamientos de personas del mismo sexo, como se aprobó anteayer en el Congreso Nacional. "La Biblia me enseña que primero tengo que obedecer la ley de Dios y, después, la ley de los hombres", dijo.
Las polémicas declaraciones fueron realizadas a apenas 24 horas de que el Senado de la Nación sancionara la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, tras una sesión que duró casi 14 horas y no exenta de sorpresas por la forma en que se comportaron algunos legisladores.
Las palabras de Covella son un dato importante respecto de lo difícil que será para muchas parejas gay casarse y adoptar en el país, tal como publicó LA NACION en su edición de ayer.
La posición de Covella provocó un revuelo en La Pampa. Ayer, a pocas horas de conocerse su controvertida decisión, fue denunciada por haber proferido expresiones "discriminatorias" y "homofóbicas" por la sede provincial del Instituto Nacional Contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi). Sin embargo, fue respaldada por las autoridades de la provincia.
Covella expresó que, si se presenta el trámite de pedido de matrimonio entre dos hombres o dos mujeres, delegará la responsabilidad en el juez de paz suplente. "Alguien va a casar a esas parejas si se presentan los pedidos. Pero no seré yo", advirtió la funcionaria desde General Pico, ciudad situada 135 km al nordeste de la capital provincial.
La funcionaria, elegida por la ciudad en 2007, dijo que las parejas homosexuales son "una cosa mala" delante de los ojos de Dios.
"En la Biblia, Dios no aprueba esa forma de vivir. Me crié leyendo la Biblia y sé lo que Dios piensa. Dios ama a toda la gente, pero no aprueba las cosas malas que hace la gente. Y una relación entre homosexuales es una cosa mala delante de los ojos de Dios. Para él -sostuvo-, los grises no existen; para Dios, es blanco o es negro. Y esto es negro. Y, como Dios no lo aprueba, yo no debo hacerlo, cueste lo que cueste", sentenció la magistrada pampeana.
"Hay gente que me va a condenar, pero a mí no me importa porque lo que yo no quiero es que me condene Dios", argumentó Covello, y agregó: "Yo sé que cuando me muera, empezaré a vivir una vida que no terminará nunca. Es la vida eterna que Dios me promete. Y esa vida no la voy a hipotecar por nada ni por nadie. Que me acusen de lo que quieran. Dios me dice una cosa y yo la voy a obedecer a rajatabla, aunque me cueste el puesto y aunque me cueste la vida, porque primero está lo que Dios me dice".
Acusaciones
Al conocer estas declaraciones, la Juventud Radical de General Pico la denunció. Guillermo Coppo pidió que la conducta de Covella fuera investigada por el delegado pampeano del Inadi, Santiago Ferrigno.
Irene Giusti -directora general del Registro Civil y Capacidad de las Personas, a cargo de todos los juzgados de paz de La Pampa- la defendió. "En principio, no va a poner obstáculos para que se casen los homosexuales. Se tomará licencia", dijo.
-¿No hay incumplimiento de los deberes de funcionario público?
-En este caso, no expresa que no va a cumplir con la ley. Por su pensamiento religioso, va a pedir una licencia. Y yo, como responsable de los registros de la provincia, lo que haré es garantizar que el servicio se cumpla en todos los aspectos.
-¿No es discriminatorio elegir a qué parejas casará?
-Es una opinión personal de la jueza, aunque, como registradora, no tendría que emitir opinión ni hacer valoraciones sobre la gente que se viene a casar.
En tanto, Ferrigno expresó su más enérgico repudio a los conceptos de Covella. "Son declaraciones producto de su ignorancia", dijo.
El delegado del Inadi afirmó que la provincia garantizará el casamiento a través de la designación, en esos casos, del juez suplente o hasta de un empleado.