QUOUSQUE TANDEM CATITA, ABUTERE PATIENTIANOSTRA (en China)
QUOUSQUE TANDEM CATITA, ABUTERE PATIENTIA NOSTRA
Desde la China, lugar del que nunca debiera regresar, nuestra magnífica ignara cónyuge del Supremo Mandamás, nos avergüenza a nivel internacional según nos informa en la fecha, 12/07/2010, a través de un video que la tiene por estrella principal, la nunca bien ponderada agencia oficial TELAM. Así efectuó unas horripilantes declaraciones, más dignas de "Minguito Tinguitella" que de una Presidente de la Nación, en que intentando fustigar a la Iglesia Católica la acusó usar un leguaje medieval y que cuando los obispos hablaban de la "Guerra de Dios" parecía que estaban en las Cruzadas y que solo faltaba Rolando exhortando a "reconquistar el Santo Sepulcro"(sic).
El disparate de nuestra "Catita" reviste magnitud sideral, pues Rolando, un héroe fabuloso sin existencia real, propio de la literatura épica, no tiene la menor relación con las Cruzadas ya que la Chanson de Rolande que lo inmortalizó sitúa sus acciones en el reinado de Carlomagno y otorga a Rolando una muerte heroica en Roncesvalles durante la campaña que el Emperador desarrolló contra musulmanes y vascones en el año 788. Como la Primer Cruzada se inició en el año 1096 o sea 308 años después, mal podría el mítico Rolando tener el más mínimo nexo con aquel gran acontecimiento religioso, político y militar.
Se esperan nuevas intervenciones de esta presunta abogada explicando la participación que tuvo Hércules en la caída del Imperio Romano, Amadís de Gaula en las campañas napoleónicas, Bernardo del Carpio en el descubrimiento de América y Sigfrido en el Cruce de los Andes...y Maradona en la liberación de los negros de Sudáfrica.
Con tanto enredo que tiene esta autoproclamada Marisabidillas se comprende la confusión anatómica que padece al suponer un órgano excretor, el ano, como órgano sexual. Porque en esto consiste, en última instancia, la unión de dos perturbados que la señora de marras quiere consagrar como matrimonio. No solo está aplazada en Historia y Literatura sino también en Anatomía ¡Y vaya a saber uno en cuántas cosas más!
Fernando José Ares