9 de abril
En el país ocurren las cosas que eran inevitables, se están produciendo las consecuencias de las conductas con las que operaron las personas que tienen en sus manos la conducción del destino común. El gobierno dedico su actividad a resaltar una política de Derechos Humanos o con mayor precisión, a parlotear sobre DD.HH., a engendrar venganza, a producir lo contrario a Justicia. La otra tarea fue alentar un maquinación de protesta o reclamo con gente o población movilizada garantizando absoluta libertad para no solo reclamar, es como convertir en realidad esa antigua muletilla de la izquierda, aquello de la masa movilizada, de los trabajadores y estudiantes unidos en la revolución, era como pedir revivir el Paris del 68, aquella rebelión protagonizada por los jóvenes que a poco de andar se convirtieron en ejecutivos de empresas financieras. No a la represión, a la odiada represión, calcando posiciones de aquella izquierda comunista, de aquella revolución fraguada que se llevó el viento, por eso, por ser totalmente falsa, nunca revolucionó nada, solo causo alboroto, un jaleo que nos lleva al caos y la anarquía, al mas sombrío de los futuros. Quisiera poder enumerar otra actividad desarrollada por los hombres que tienen a su cargo gobernar nuestro país. Se trató siempre de lo mismo, perseguir uniformados y alentar y proteger grupos de protesta. Si nadie se ocupa de solucionar problemas, los problemas se agrandan o por lo menos quedan ahí y producen consecuencias. Si los problemas son gente sin trabajo, ni posibilidad, con hambre, o como quiera llamarse al casi cincuenta por ciento de nuestra población que carecen de lo necesario para no ingresar en la indignidad, es lógico que las protestas aumenten y si aumentan las protestas y nada se soluciona las protestas paralizan el país en un mar de conflictos que llevan a lo que se llama caos o anarquía. A esto nos lleva no gobernar, a ejercer con preciosismo el mejor y mas cotizado palabrerío vacuo. Antes de esto hubo un estado que reprimió a los que pedían justicia y ahora hay otros que no reprimen a los que piden justicia. En el medio queda la injusticia, ni unos ni otros solucionaron la injusticia por cuya existencia se protesta. A esto se reduce la cuestión y así no hay futuro. La partidocracia no ve otra alternativa, su tarea es debatir la nada y batallar por sus prebendas por los dueños del mundo que hacen de nosotros lo que quieran o necesiten para mejorar sus intereses que por cierto no son los nuestros. A la partidocracia le pagan sus servicios con la administración de parte de la cosa pública para que hagan negocios y ganen buen dinero para llevar una vida cómoda. De nuestro destino se ocupan los dueños, los amos del dinero y del mundo, los que idolatran a Mamón (demonio de la avaricia o dios de la riqueza), los que logran- es tan grande nuestra ignorancia y aún más grande nuestra confusión- nuestra incapacidad para determinar la razón por la cual viviendo sobre un país sumamente rico en recursos y calidad humana, no podamos generar los recursos que necesita la población.
A estas distorsiones, a esta confusión, a esta ignorancia nos conducen de la mano de una formula política totalmente falsa, absurdamente adulterada, de la mayor y mas grandes de las mentiras, nos conducen al estado actual de la mano de un simple ente de razón que llaman o llamamos democracia a la que tenemos como la obligación de venerar o adorar como a un dios, es un ente de razón basado en principios total y absolutamente falsos que no esta permitido discutir en una época en que todo está sometido a discusión. Nosotros no nos gobernamos. Se llegó a lo que querían, no hay estado soberano hay un mundo globalizado. Puede que haya gente que aún no se de cuenta o no tenga la real sentido de lo que ocurre pero es así, se llegó a borrar la existencia de estados soberanos….lo que significa el total apogeo del dominio mas brutal e inhumano al que ha sido sometido el hombre en toda su historia, al dominio de la ruin e infame tiranía del dinero.