El Papa pide unidad a los 44 nuevos arzobispos metropolitanos - ABC.es
El Papa pide unidad a los 44 nuevos arzobispos metropolitanos
El coro anglicano de la Abadía de Westminster cantó en la basílica de San Pedro
Día 29/06/2012 - 12.07h
Benedicto XVI impuso hoy el símbolo de la unidad —una sencilla estola de lana blanca con seis cruces— a los 44 nuevos arzobispos metropolitanos de la Iglesia católica, entre los que no había este año ningún español. La solemne ceremonia en la basílica de San Pedro fue realzada por el coro anglicano de la Abadía de Westminster, que cantó al unísono con el coro de la Capilla Sixtina como señal del deseo de unidad entre ambas iglesias.
El Papa agradeció la presencia del metropolita ortodoxo de Francia, Emmanuel Adamakis, representante del patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, siguiendo la tradición iniciada en 1969 de intercambiar delegaciones para las fiestas de los patronos de las respectivas iglesias: San Andrés en Constantinopla, y San Pedro y San Pablo en Roma.
En una ceremonia que sirvió de prólogo a la misa, el Papa impuso personalmente el palio de lana a los 44 arzobispos entre los que figuraban dos cardenales: Francisco Robles Ortega, de Guadalajara, México, y Rainer María Woelki, de Berlín, el purpurado más joven de la Iglesia católica.
Otros personajes de gran talla y gran futuro eran los arzobispos de Manila, Luis Antonio Tagle; de Filadelfia, Charles Chaput, el primer arzobispo americano nativo; de Seúl, Andrew Yeom Soo Jung; de Lagos, Alfred Adewale Martins, y de Denver, Samuel Aquila.
Los arzobispos metropolitanos, son un elemento de unidad entre los obispos de las diócesis que forman parte de la archidiócesis y también con el Papa, al que hacen una promesa especial de fidelidad. En su homilía, Benedicto XVI les invitó a valorar «ese gran misterio de comunión que es la Iglesia», basada en la unidad espiritual con Cristo y, «en su dimensión terrena e histórica, sobre la roca de Pedro».
El Papa estaba cansado pero alegre en la fiesta de las dos grades columnas de la iglesia de Roma, una celebración que marca en cierto modo el «final de curso», pues el Papa se trasladará el próximo martes a la residencia veraniega de Castel Gandolfo, donde permanecerá ininterrumpidamente hasta el viaje al Líbano del 14 al 16 de septiembre, y donde continuará residiendo hasta principios de octubre.