JUNIN Y RAWSON: la esquina de la muerte
gran trabajo de recopilaciòn de Horacio Palma sobre el atentado del 12 de septiembre de 1976 en Rosario. Mañana hay un acto organizado por familiares y amigos, en la misma esquina de la Masacre, a las 11:00 hs.
JUNIN Y RAWSON
Rosario, 12 de Septiembre de 1976. Calle Junín esquina Rawson. Hora 18:15...más de cuarenta policías vuelven de cumplir tareas adicionales en un partido de fútbol en el estadio de Rosario Central. Al pasar el colectivo que los transporta, estalla una bomba tipo "vietnamita". La organización terrorista Montoneros ha colocado el artefacto explosivo en el interior de un Citroën.
Y es detonada a distancia, tras la orden de Fernando Vaca Narvaja ("Vasco"). Los cobardes actúan así. Los asesinatos de Vaca Narvaja fueron indultados puntualmente por Menem. La bomba mata a 9 policías jóvenes, y asesina también esa bomba a un matrimonio que, fatalmente, pasa por el lugar. Ocurre un 12 de septiembre de 1976, en calle Junín, esquina sangre. La muerte anda suelta. La pasean por las calles de Argentina los sicarios del odio y del rencor, que son hoy gobierno…y tienen intactos sus rencores mal curados.
A esos muertos jamás los Organismos de Derechos Humanos les rendirán homenaje. Ellos deben esconder la Historia, con la Memoria que olvida. Pero no puede cambiarse lo que pasó, y la Historia les grita en la cara: ¡Asesinos!.
Y los asesinos asesinaron ese día al agente Edgardo Jorge Ferri, al agente Juan Domingo Matiasevich, casado, padre de dos hijos, uno de tres años y otro de 8 meses, al agente Domingo Hipólito Alfonso, casado, tres hijos, de 5 y 4 años, al agente Andrés Alberto Acosta, casado, con un hijo de cuatro años y otro de dos, al agente Carlos González, casado, con una hija de ocho meses, al agente José Luis Boggino, casado, con un hijo de un año de edad, al agente Hugo Alberto Pellegrina, soltero, al agente José María Gutiérrez, casado, con tres hijos de 5, 3 años y cuatro meses, y al agente Darío Héctor Pietrani.
Y los asesinos cobardes de ayer, que hoy intentan cubrir sus culpas con una Memoria que es Olvido, mataron también ese día a Oscar Walter Ledesma, de 56 años, casado, fotógrafo social y a su esposa Irene Angela Dib, de 42 años.
Ellos paseaban tranquilamente esa noche por su barrio. Y el mismo odio que ayer los mató en la esquina de su Rosario natal, hoy les declara la guerra del Olvido que, curiosamente, el gobierno llama Memoria.
La hija de ellos, Andrea Fabiana Ledesma, por entonces de 14 años, sufrió heridas graves. Pero se salvó, y con ella sobrevivió la Memoria. Fabiana, y Carlos Alberto Galeazzo (también herido aquella tarde, mientras reparaba su moto en la vereda), acuden en Rosario, cada 12 de Septiembre, a la misa por sus muertos. Los asesinos andan por aquí. Caminan libres junto a nosotros. Carlos Enrique Pérez Rizzo ("Cabezón", nacido el 18 de marzo de 1953, fue detenido y condenado, pero no cumplió dicho castigo), hoy milita en el Frente para la Victoria. Graciela Porta ("La Corcho", nacida el 18 de octubre de 1954; detenida y condenada; tampoco cumplió la condena), hoy es perseguida por sus propios ex camaradas que la acusan de delatora. Y Fernando Vaca Narvaja es héroe nacional para los relativistas morales del progresismo vernáculo.
Un dato curioso sobre aquél atentado recuerda Jorge Flores: “Mientras los heridos eran evacuados en medio del desorden, llegamos con otro compañero a la entonces Asistencia Pública. Ayudamos a bajar los heridos y algunos ya muertos. El panorama era tétrico, la muerte reinaba y la desesperación del personal médico y asistentes, pocos para ese momento, hacían lo humanamente posible. De entre todos, sobresalía la entereza de un médico joven que organizaba y ayudaba a socorrer a las víctimas…su nombre, Hermes Binner...”