jueves, febrero 26, 2009

Califican de “histeria colectiva” a la reacción contra el Papa

Califican de “histeria colectiva” a la reacción contra el Papa
 
Berlín (Alemania), 11 Feb. 09 (AICA)

Benedicto XVI y el polémico obispo lefebvrista
Benedicto XVI y el polémico obispo lefebvrista
El levantamiento de la excomunión a los obispos ordenados por monseñor Marcel Lefebvre ocuparon y ocupan aún páginas de los principales medios de información del mundo occidental, pero la mayor reacción ocurrió en la patria de Benedicto XVI, Alemania, donde el filósofo Robert Spaemann, calificó el hecho de “histeria colectiva” y afirmó que "es absurdo" dudar de la postura del Papa sobre los conflictos que suceden en el mundo hebreo o de su radical condena hacia el antisemitismo.

     En una entrevista publicada en el diario italiano Avvenire, Spaemann, uno de los más importantes filósofos alemanes contemporáneos y profesor emérito de Filosofía en la Universidad Ludwig-Maximilians, de Mónaco, reconoció "sentirse mal" por los "increíbles juicios sobre la figura de Benedicto XVI y sobre su Magisterio".

     Según explicó, los motivos de tanta “histeria” son dos. El primero se debe a que los medios alemanes han tratado a Benedicto XVI de “oscuro dogmático” pero el Papa no entró en “ese juego”, por lo que muchos periodistas fueron acumulando “mucha frustración”.

     El segundo, a que “hay en el mundo una gran oposición a una reconciliación de la Iglesia con el mundo tradicional”. Así, destacó que las declaraciones del obispo Williamson fue vista como una ocasión formidable para tratar de ahondar en este proceso.

     Spaemann aseguró que en la prensa alemana no se explicaron los términos exactos del levantamiento de la excomunión y que muchas cosas se omitieron. Recordó que el Papa, por jemplo, levantó la excomunión “latae sententiae” también a los obispos chinos ordenados de manera ilícita  –los llamados de la iglesia patriótica-  y que, en algunos casos, han continuado ejerciendo. “Ahí nadie protestó”, advirtió.

     A su juicio, el levantamiento se debe a que Benedicto XVI quiso ser padre y pastor frente a lo que definió de “gran dolor”. Estos cuatro obispos pueden ahora de nuevo confesarse, obtener la absolución de sus propios pecados, tomar la comunión y morir con los Sacramentos. Y no fueron reconfirmados como los obispos chinos.

     Para Spaemann, más que una falta de comprensión hacia el Pontificado de Benedicto XVI, “se trata de la dificultad de aceptar un Pontificado que huye de las falsedades. Un Papa que, simplemente, propone la Doctrina de la Iglesia y lo hace sin la dureza que muchos esperaban sino con gran dulzura y calma”.+


 
Fuente - AICA -