EL MODERNISMOP.Sáenz. - 5ta parte.
“ EL MODERNISMO Y LA “REVOLUCIÓN CULTURAL “ EN LA IGLESIA. “
Por el P. Dr. Alfredo Sáenz
Edit. “ Gladius “,Nº 70.P.24
5ta parte.
“ V. LA CONCEPCIÓN DE LA IGLESIA. “
También la encíclica se refiere a errores que sustentaban los modernistas acerca de la Iglesia. Hoy perduran, si bien no siempre con el mismo ropaje.
Señala la PASCENDI que para los modernistas la Iglesia tuvo su origen en dos necesidades, poco menos que instintivas. La primera es la que experimenta el creyente, principalmente aquel que logró alguna experiencia singular, para comunicar con otros su fe. La segunda radica en la tendencia natural a reunirse en sociedad y a conservar, aumentar y propagar el bien común. Por tanto ¿ qué viene a ser la Iglesia para los modernistas, se pregunta el Papa ? “ Fruto de la conciencia colectiva o de la unión de las conciencias particulares “-nº 6, p.838( Oct. Adv.) ¿ Cuál es entonces el papel del Magisterio ?. Como toda sociedad, la Iglesia debe poder cohesionar a sus miembros. Para eso está el Magisterio, sostienen los modernistas. “ La sociedad religiosa no puede verdaderamente ser una- discurren- , a no ser una la conciencia de los socios y una la fórmula de que se valgan. Ambas unidades exigen como ciertas mente común a la que incumbe encontrar y determinar la fórmula que mejor diga a la conciencia común, y aquella mente debe competir toda la necesaria autoridad para imponer a la comunidad la fórmula que estableciere.-66.Id.,p.840- En dicha unión, prosigue el documento, tanto la mente que elige la fórmula cuanto de la potestad que la prescribe, colocan los modernistas el concepto del magisterio eclesiástico. En su manera de entender las relaciones entre la autoridad y la libertad. En última instancia, el oficio de la autoridad no es sino sancionar lo que le presenta la comunidad, según se lee en la condena pontificia. “ En la definición de las verdades- sostienen los modernistas- de tal modo colaboran la Iglesia discente y docente, que nada quede a la docente sino sancionar las opiniones comunes de la discente “.-Lament.,nº 6 – En el caso de confrontación, el fiel deberá mostrase obediente a la autoridad, pero manteniendo “ las inspiraciones de su ingenio “.-Pascendi, nº 6.p.840.-
Si los dogmas son reductibles a “ símbolos “ o “ aproximaciones “, como afirman los modernistas, se advierte los grandes límites que restringen el magisterio. Su autoridad sólo obliga en la medida en que la conciencia privada del individuo se encuentra de acuerdo con la autoridad exterior. Así en el decreto Lamentabili se condena la proposición de que “ la Iglesia, al proscribir errores, no puede exigir a los fieles que se adhieran con asentimiento interno al juicio por ella pronunciados. Nº 7.-
Los modernitas gustaban destacar que nuestra religión es una religión viva. Y dicen bien. Pero las consecuencias son inaceptables. “ En toda religión que vive- afirman-, nada existe que no sea variable, y que, por tanto, no deba variarse “.- Pascendi nº 6,p.841.- De allí derivan algo que les parece capital : la evolución de la doctrina
Si no queremos que el dogma, la Iglesia, la Escritura y aun la misma fe languidezcan con el frío de la muerte, deberán sujetarse a las leyes de la evolución. Ponen un ejemplo en la idea que los cristianos se hicieron del mismo Cristo: aquello más o menos divino que en él admitía la fe, “ fue insensiblemente y por grados creciendo, hasta que finalmente, se lo tuvo como Dios “.-Ibid.- Ya PIO IX, había condenado en el Syllabus la proposición de que la revelación divina es imperfecta, y por ende está sujeta a progreso continuo e indefinido.-Cf. Denz. 1705.-
¿ Que es la Iglesia sino el “ fruto de la conciencia colectiva o de la unión de conciencias particulares “ ? Cualquier sociedad necesita de la autoridad para encaminar a sus miembros hacia el fin común. De ahí se deriva una triple autoridad : disciplinar, dogmática, y cultual. –Cf.Pascendi.nº 6.p.838.- Anteriormente, prosigue la encíclica, se creí que la autoridad le venía de fuera , esto es inmediatamente de Dios. Pero ahora las cosas han cambiado. “ A la manera que se dice que la Iglesia nace de la colectividad de las conciencias, así igualmente la autoridad procede vitalmente de la misma Iglesia. La autoridad, pues , lo mismo que la Iglesia , nace de la colectividad de las conciencias , así igualmente la autoridad procede vitalmente de la misma Iglesia. La autoridad , pues, lo mismo que la Iglesia brota de la conciencia religiosa , a la que, por tanto, está sujeta, y si se desprecia esta sujeción, obra tiránicamente “-Ibid.- Vivimos, afirman, en una época en que se ha exaltado, y con justicia, el concepto de libertad, lo que hizo que en la política se introdujese el régimen democrático.. “ pues si no se quiere excitar y fomentar la guerra intestina en las conciencias humanas, tiene la autoridad eclesiástica el deber de usar de las fórmulas democráticas, tanto más que, si no las usa, la amenaza la destrucción.- Ibid.-
Tales ideas están hoy en plena efervescencia. Se multiplican las presiones desde abajo para que la Iglesia cambie disposiciones disciplinarias de larga data, como el celibato, y hasta elementos doctrinales- para fundamentar dichas presiones los modernistas recurrieron a una inteligente distinción. A su juicio, los cambios evolutivos que lleva adelante el proceso histórico de la Iglesia , provienen del conflicto entre dos fuerzas, de las que una estimula el progreso y la otra pugna por la conservación. “ la fuerza conservadora florece en la Iglesia y se contiene en la tradición. Represéntala la autoridad religiosa , y por lo tanto por derecho, pues es propia de la autoridad defender la tradición, como por el uso, puesto que, limitada a las variaciones de la vida, poco o ningún estímulo siente que le induzca al progreso., Al contrario se oculta y se agita en las conciencias de los individuos una fuerza que los arrebata en pos del progreso y responde a interiores necesidades, sobre todo en las conciencias de los particulares, de aquellos especialmente que están , como dicen, en contacto más particular e íntimo con la vida “. Los laicos serían, pues los impulsores del progreso, frente a la jerarquía que los frena sin cesar. ¿ Qué hacer ?. Un convenio o “ pacto entre las fuerzas conservadoras y la progresista, esto es , entre la autoridad y las conciencias de los individuos “.- Id. P. 842.-
De lo dicho se sigue, continúa el Papa, que los modernistas se admiren tanto cuando la autoridad los reprenda o castiga. “ Lo que a ellos se les achaca como culpa, tienen ellos por deber religioso “. Entendiendo que comprenden mejor las necesidades de la gente , que recogen en sí, se sienten impelidos a hablar públicamente. No les importa que les castigue la autoridad, en la convicción de que “ el progreso no se hace sin luchas, ni hay luchas sin víctimas, a ejemplo de los profetas y Cristo”. Ni porque se les trate mal odian a la autoridad que, en el fondo, no hace más que cumplir con su cargo. Sólo se quejan de que no se los oiga, porque así se retarda el progreso.; “ llegará, no obstante, la hora de destruir estas tardanzas, ya que las leyes de la evolución pueden refrenarse pero no del todo quebrarse “. Siguen, pues, adelante por el camino que han elegido, aun reprendidos y condenados, con la máscara de una aparente humildad. Doblan fingidamente sus cabezas pero siguen adelante con lo suyo. “ Así proceden a sabiendas, tanto por que creen que la autoridad debe ser empujada y no echada por tierra, como por que les es necesario permanecer dentro de la Iglesia “ para lograr sus intentos “-Ibib. .-Al fin y al cabo “ la Iglesia, al proscribir los errores, no puede exigir a los fieles que se adhieran con asenso interno a los juicios pronunciados”.- Lamentat. .nº7.-
Continuaremos con la “ luchas de los modernistas para cambiar relación Iglesia- Estado “. El Director .)