Poesías
Eucarístia
Amor de Ti nos quema, blanco cuerpo;
amor que es hambre, amor de las entrañas;
hambre de la palabra creadra
que se hizo carne; fiero amor de vida
que no se sacia con abrazos, besos,
ni con enlace conyugal alguno.
sólo comerte nos apaga el ansia,
pan de inmortalidad, carne divina.
Nuestro amor entrañado, amor hecho hambre
¡oh Cordero de Dios1, manjar Te quiere;
quiere saber sabor de tus redaños,
comer tu corazón, y que su pulpa
como maná celeste se derrita
sobre el ardor de nuestra seca lengua,
que no es gozar en Ti; es hacerte nuestro,
carne de nuestra carne, y tus dolores
pasar para vivir muerte de vida.
Y tus brazos abriendo como en muestra
de entregarte amoroso, nos repites:
¡Venid, comed, tomad; este es mi cuerpo!
¡Carne de Dios, verbo encarnado, encarna
nuestra divina hambre carnal de Ti!
Antonio Machado
A JESÚS CRUCIFICADO
Delante de la Cruz, los ojos míos,
quédense, Señor, así mirando,
y, sin ellos quererlo, estén llorando,
porque pecaron mucho y están frios.
y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y, sin ellos quererlo, estén rezando,
porque pecaron mucho y son ímpios.
y así, con la mirada en vos prendida,
y así, con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra Cruz asida,
quédeseme, Señor, el alma entera,
y así, clavada en vuestra Cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera.
Rafael Sánchez Mazas
A JJESUCRISTO N. S., MUERTO EN LA CRUZ PARA SALVARNOS
Casi en las manos sosteniendo el brío,
desprendido y yacente el cuerpo santo
deshabitado está, ¡no alzad el llanto!
Ya tiene luz la rosa y gozo el río.
La muerte confirmó su señorío
sobre la carne del señor y, en tanto,
si es sombra sana su mortal quebranto,
ya está el tiempo parado, Cristo mío;
ya está el tiempo en el mar y está cumplida
la noche en la mirada redentora
que vió la luz mirando el firmamento.
¡Y volverá el pecado con la vida,
y clavada en la Cruz está la Aurora
ya inútil al abrazo y leve al viento!
LUIS ROSALES