Vientos
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Los tiempos cambian, la crisis mundial viene galopando y para la Argentina se acabó el viento de cola. A la inflación le sucede obligatoriamente la recesión. La soja, reina del período anterior que el gobierno brutalmente quiso tasar y originó la rebeldía del campo, cayó de casi 600 dólares la tonelada a unos 400 y así todo el resto de los valores. De tal modo caerá también la recaudación fiscal y, con obligaciones a pagar el año que viene por unos 20.000 millones de dólares, es incierto saber cómo se las arreglará Cristina Kirchner, aparte de echarle la culpa de todo al desbarajuste financiero norteamericano. El país tiene cerrado el acceso a fuentes internacionales después de la reestructuración salvaje de la deuda en 2004, y la renta del campo ya no podrá cubrir todas las inepcias del régimen kirchnerista. |