El Obispo, la Iglesia, la prensa amarilla, el poder oculto en las sombras y los verdugos del Padre von Wernich más el gobierno de hoy.
Contra el sacerdote von Wernich
LA SUBVERSION SE MOVILIZA EN BRAGADO
Por Carlos Manuel Acuña
Bragado - Los sucesos ocurridos desde mediados de este mes cuando se conoció que el cura párroco de la localidad bonaerense de N. de la Riestra sería trasladado a la de Bragado, pusieron en evidencia la capacidad de movilización que posee el extremismo y sobre todo, hasta donde llega su penetración en determinadas organizaciones políticas y civiles. Como se sabe, el R.P. Christian von Wernich fue acusado en el pasado de estar incurso en la vulneración de los derechos humanos con motivo de la guerra desatada por la delincuencia subversiva, problema que quedó ubicado, como tantos otros, en el terreno de la lucha dialéctica desplegada por el extremismo para poder avanzar hacia sus objetivos políticos.
Von Wernich había desplegado una intensa actividad en N. de la Riestra, que le reportó el expreso reconocimiento de los pobladores de esa localidad de la provincia de Buenos Aires, ubicada a algo más de 100 kilómetros de la capital federal. Antes y mientras desarrollaba allí su actividad pastoral quedó ampliamente demostrado que ninguna de las acusaciones que se formularon en su contra fueron ciertas y de tal manera el caso quedó, como tantos otros, convertido en un episodio más de los tiempos que vivimos.
Así las cosas, cuando el cura párroco de la iglesia Santa Rosa de Lima, de la vecina Bragado, debió retirarse por razones de edad, el obispo de 9 de Julio resolvió reemplazarlo con von Wernich, habida cuenta de su exitosa obra en N. de la Riestra. Fue entonces, que al conocerse la novedad, buena parte del aparato de superficie que posee la subversión logró movilizarse con éxito para crear una especie de punto de referencia político, a partir del cual alcanzar una serie de exteriorizaciones que todavía hoy concitan la atención pública. En la práctica, lo ocurrido se trasformó en un enfrentamiento directo contra la Iglesia Católica que, de tener éxito, podría significar un verdadero avance para el cuestionamiento público de sus acciones.
Al parecer, así también lo entendió la Iglesia que, no solo respaldo a van Wernich, sino que también lo hizo con el obispo de 9 de Julio, monseñor Alejo Guilligan.
Resumen de los hechos
A esta altura del problema se hace innecesario entrar en el detalle de los sucesos, pero bien podemos señalar que todo comenzó con denuncias presentadas ante el Concejo Deliberante de Bragado -comuna que está en manos peronistas-, por parte de dos personas que los medios locales sindican como vinculadas con la banda "montoneros".
Cierto o no, el caso es que Juan Carlos Lorges y J. Bercovich, alias "el ruso", pusieron especial énfasis en movilizar a la opinión pública bragadense, para lo cual contaron con la activa colaboración del médico Rubén Bollini y de un tal Carlos Kunkel, personaje este último cuyo nombre circuló con insistencia como dirigente entre los grupos contestatarios que el ex presidente Perón echó de la plaza de Mayo.
De acuerdo con las informaciones recogidas en el lugar, también participó de la tarea de movilización contra el nombramiento de von Wernich, el señor Juarelegui Loroa y otras personas que directa o indirectamente estaban vinculadas con jóvenes que cayeron durante el enfrentamiento contra la guerrilla marxista.
Presiones
Como se sabe, la situación se caracterizó por momentos de tensiones casi extremas, que determinaron la necesidad de desplegar efectivos policiales para resguardar el orden y evitar agresiones contra quienes; expresa y silenciosamente, apoyaban al padre von Wernich, especialmente con su presencia en la iglesia donde éste oficiaba sus primeras misas
Al respecto resulta interesante consignar que los despachos periodísticos llegaron a hablar de que solamente dos o tres decenas de feligreses concurrían al templo, pero el hecho es que éste casi siempre estuvo repleto, no obstante las presiones públicas o solapadas que surgieron simultáneamente con la aparición del conflicto.
Acerca de esto último, algunos padres, quejosos, sostuvieron que muchos de sus hijos recibieron algo más que insinuaciones relacionadas con sus exámenes, detalle que algunos llegaron a vincular con la militancia ideológica de cierta profesora.
Pero las presiones más expresivas, fueron las que se instrumentaron mediante gritos de hostilidad promovidos contra quienes no ocultaban su disconformidad por el manejo de la situación y no dudaban en concurrir normalmente a la Iglesia y contra los que reciben cajas del PAN, que fueron informados de la "conveniencia" de movilizarse.
Así las cosas, el 17 de este mes, al llegar monseñor Guilligan para concelebrar la Misa con la que von Wernich tomaría posesión de su cargo, fue agredido de hecho y de palabra, con empujones, trompadas y patadas que - crearon una gran batahola y obligaron a intervenir a la policía, no sin que antes muchos de los numerosos testigos coincidieran en sindicar al mencionado, Kunkel como el principal atacante del obispo.
Carta abierta
Pocos días después y ante el cariz de la situación, éste decidió dirigirse al pueblo de Bragado mediante una extensa "carta abierta" que fue reproducida por la prensa local, en la cual pone a consideración algunos datos para poder desestimar ciertas versiones intencionadas. Así, monseñor Guilligan explicó que el sacerdote atacado "no está fuera de la ley, ni civil ni del derecho eclesiástico" y que "nunca fue siquiera sometido a proceso judicial por causa de violación de derechos humanos.
El obispo de 9 de julio abundó en su escrito con otras revelaciones que apuntaron a desmentir presuntas declaraciones asignadas periodísticamente a von Wernich y en los hechos, apuntaló claramente su trayectoria pastoral, con la aclaración de que arbitraría las medidas necesarias para solucionar institucionalmente la resolución política del Concejo Deliberante de declararlo persona no grata.
Así las cosas, activistas de "derechos humanos" y personas venidas de otras zonas. centralizaron la campaña pública contra el sacerdote y muchas de ellas coordinaban sus acciones en el banco cooperativo local. Este y otros datos sirvieron para poder delinear nuevos aspectos de la situación y entre ellos, lo significativo de que el peso de la movilización estuviera en manos de personas no pertenecientes a Bragado. .
Nota de un ex sacerdote
Dentro de este contexto, se puso en evidencia los alcances de la carta que el ex obispo de Avellaneda, Jerónimo José Podestá, dirigió el jueves 24 al Concejo' Deliberante, que al día siguiente fue publicada con el titulo de "A no aflojar..."
Podestá acusa en su misiva al obispo' de 9 de Julio con duras palabras y entre otras cosas expresa que el prelado "no puede sostener tan equivocado y escandaloso nombramiento" y añade que "el señor nuncio ha recurrido a una artimaña para lavarse las manos. Es cierto que no goza de jurisdicción para intervenir directamente en la diócesis, pero le sobra poder, influencia y recursos de toda clase para enderezar e entuerto. Si ustedes aflojan acota Podestá la Iglesia barrerá para adentro y la jerarquía afirmará su poder absoluto de decisión, con, independencia del sentir del pueblo de Dios, cosa que en la buena teología es un craso error y la manifestación de un aberrante clericalismo".
Pero precisamente, en vez de lograr un resultado favorable al repudio de von Wernich, esta carta contribuyó a lo contrario, pues de inmediato se recordó que Podestá había colgado los hábitos hace varios años, para contraer matrimonio, por lo cual se cuestionó de inmediato el hecho de que la carta de referencia la hubiera firmado como "obispo emérito de Avellaneda". Asimismo, lo sucedido trajo a colación otros antecedentes de Jerónimo Podestá como, por ejemplo, su colaboración a organizaciones de ideología avanzada, sus críticas a la Iglesia y su participación en determinados congresos o reuniones pseudo científicas, orientadas a debatir cuestiones sexuales bajo un signo ideológico bien identificable por cierto,
Brunati en 9 de Julio
Mientras tanto, el ministro de gobierno de la provincia de Buenos Aires intentó, infructuosamente, que monseñor Guilligan viajara a La Plata a "debatir el asunto", es decir, a colocar al obispo en una posición de brindar explicaciones al poder político.
Obviamente, Guilligan no lo hizo habida cuenta de carecer de obligación alguna en tal sentido, con el agregado de que su actitud no podía descender a un debate político y terrenal, circunstanciado por las presiones a que hicimos referencia y colocarlo en un plano menor e incontrolado.
Para los observadores, no pasaron desapercibidos los alcances de la posición adoptada por el obispo pero tampoco, el hecho de que Brunati debiera viajar a 9 de Julio para entrevistarlo, lo que tampoco logró pues allí solamente fue recibido por el secretario de Guilligan.
Para compensar este poco éxito de su gestión, Brunati voló casi enseguida a Bragado para mantener entrevistas, que fueron muy publicitadas pero sin que la situación se modificara en un ápice.
Activistas en taxi
A todas luces y ante la pasividad con que von Wernich y su obispo tomaron al problema, sumado a su forzada pero inconducente politización y a la falta de progreso de la movilización, los activistas decidieron producir una escalada y así, invitaron a las Madres de plaza de Mayo a que participaran de una "concentración del silencio" que se realizó este último sábado, concentración que fue escasamente silenciosa dados los gritos extemporáneos de estas mujeres.
Como detalle no exento de connotaciones reveladoras, cabe consignar que ante el asombro general llegaron a Bragado numerosos taxis capitalinos, lo que llevó a muchos a preguntarse quiénes los habían pagado, quiénes se hacían cargo de la estadía, quiénes abonaban los ómnibus fletados desde otras localidades para compensar el escaso apoyo local y en definitiva a quiénes pertenecían las manos que movían los hilos del conflicto.
A estas horas, estos y otros, cuestionamientos se han extendido entre la población bragadense que, con sentido crítico, pudo comprobar que de las 500 personas, que ese sábado vociferaban contra von Wernich; la inmensa mayoría era ajena al pago y no así las 300 que habían ingresado al templo para participar del simultáneo oficio religioso. Bragado posee una población de 30 mil habitantes, de los cuales solo dos o tres pueden asegurar que son los responsables de las agresiones, las pintadas y los panfletos.
De todos modos, lo cierto es que esos pocos, con buen respaldo económico, lograron crear una situación demostrativa de cómo con habilidad, con medios y con apoyo político, puede crearse una atmósfera conflictiva y hasta peligrosa, cuya evolución, convenientemente confeccionada para el periodismo, recorre el país y presenta a las cosas totalmente alejadas de la realidad. Tanto, como para poder decir en este caso que pese al esfuerzo del extremismo, todo quedará superado.
Diario LA PRENSA – Buenos Aires –
Martes 29 de noviembre de 1988
Página de Editoriales
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AICA
BOLETIN DE LA AGENCIA INFORMATIVA
CATOLICA ARGENTINA
AÑO XXXIII Nº 1667 – 1º DE DICIEMBRE DE 1988
Fundada por el Episcopado en 1956
depende del Arzobispado de Buenos Aires.
REPERCUSION POR EL NOMBRAMIENTO
DE UN PARROCO EN BRAGADO
Buenos Aires (AICA): El obispo de Nueve de Julio, monseñor Alejo Benedicto Gilligan, designó párroco de Santa Rosa de Lima, en la ciudad ciudad bonaerense de Bragado, al presbítero Cristian Von Wernich, hasta ahora párroco en Norberto de la Riestra.
Este hecho suscitó una serie de reacciones y protestas promovidas por las diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos y por los medios de comunicación social en los que predominan los elementos denominados de izquierda, que acusan al nuevo párroco de haber sido capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en los años del gobierno militar, y de presunta complicidad con la desaparición de personas durante ese período.
A este movimiento de reacción se sumaron los miembros del Concejo Deliberante de Bragado, quienes por unanimidad (peronistas y radicales) declararon al padre von Wcrnich "persona no grata y repudiada en el partido de Bragado", al mismo tiempo que exigieron al obispo "la inmediata remoción y alejamiento del partido de Bragado, en el término de 48 horas", del citado sacerdote.
Por otra parte, el día en que monscñor Gilligan concurrió a poner en posesión canónica de la parroquia al padre Von Wernich, el propio obispo fue víctima de insultos y agredido con trompis y puntapiés.
De todos estos hechos se hizo eco durante varios días la prensa del país entero, hasta culminar el sábado 26 de noviembre con una llamada "marcha del silencio de repudio", con la que participaron, entre otros, numerosos miembros de la organización denominada Madre de Plaza de Mayo.
La palabra del obispo
Monseñor Gilligan, en un comunicado titulado "Carta abierta del Obispo a la comunidad de Bragado", manifestó que el sacerdote en cuestión no está fuera de la ley, ni del derecho eclesiástico; nunca fue sometido a proceso judicial por causa de violación de derechos humanos; no fue denunciado ante la justicia por la CONADEP ni la Cámara Federal ordenó que se lo investigara.
El prelado salió así al cruce de las acusaciones formuladas contra el padre Von Wernich.
El siguiente es el texto' completo de la declaración de monseñor Gilligan: .
Carta abierta del Obispo a la comunidad de Bragado
"En mi carácter de Obispo de la diócesis de 9 de Julio dirijo esta carta a todos los católicos de Bragado y asimismo a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Muy preocupado por el clima que se vive en vuestra ciudad a partir del momento en que se conoció mi resolución de designar al padre Cristian von Wernich párroco en Santa Rosa de Lima y especialmente inquieto con los hechos que se vienen sucediendo a partir del jueves 17 del corriente, he considerado oportuno formular una declaración pública.
La misma tiene como principal finalidad aclarar algunas versiones que circulan abiertamente entre ustedes.
En el ejercicio total de la responsabilidad que me cabe tanto como pastor de fieles, como asimismo en mi calidad de ciudadano argentino, declaro con absoluta claridad que el padre Cristian von Wernich no está fuera de la ley, ni civil ni del derecho eclesiástico.
Nunca fue siquiera sometido a proceso judicial por causa de violación de derechos humanos. Ha comparecido a los tribunales únicamente en calidad de testigo, como tantos otros.
Su inclusión en el informe "Nunca más" de la Comisión Nacional sobre la desaparición tic personas (CONADEP) debe ser entendida tal como ese mismo informe lo define en su "advertencia", preliminar. La misma textualmente dice:
"Los casos que se mencionan en el presente informe surgen del aporte testimonial y documental recibido, habiendo sido seleccionados con la sola intención de fundamentar y ejemplificar la exposición, la que a su vez resulta de la totalidad del material reunido, es decir, de la palabra de testigos directos de esos hechos. No se excluye la posibilidad de algún error, ni se descarta la existencia de muchos otros casos que pudieran ser más ilustrativos para cumplir esa finalidad”.
"Respecto de las personas que aparecen nombradas por las funciones que desempeñaron, o incluídas ocasionalmente en la transcripción de testimonios que las involucran en hechos que puedan ser configurativos de delitos, esta Comisión Nacional no les asigna la responsabilidad que la referencia ad es privativa del Poder Judicial en el ordenamiento constitucional argentino".del caso pudiera sugerir, en tanto carece de facultades para ello y en razón de que tal facultad es privativa del Poder Judicial en el ordenamiento constitucional argentino”.
Precisamente un caso concreto es el de Cristian von Wernich; el testigo Julio Alberto Emmed -que fuera agente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires- al declarar ante la Cámara Federal de Apelaciones, relata acerca de la conducta de von Wernich de una manera totalmente distinta de la que consta en el informe de la CONADEP. De sus dichos no surge incriminación alguna, a punto tal que la Cámara Federal de Apelaciones no orpenó de oficio -como si lo hizo en tantos otros casos- el procesamiento penal.
En conclusión, C. von Wernich no fue denunciado ante la justicia ni por la CONADEP ni la Cámara Federal ordenó se lo investigara pese a tener directo acceso a todos los testimonios relacionados a su conducta.
En consecuencia, vale puntualizarlo, Cristian von Wernich no fue favorecido ni por la llamada ley de "punto final" ni tampoco por la de la de "obediencia debida” Lo destaco porque si bien estas leyes constituyen soluciones jurídicas establecidas por el Estado Nacional (Congreso y Ejecutivo), han sido objetadas en alguna oportunidad como inconstitucionales y de cualquier manera su aplicación puede traer problemas de conciencia a los cristianos.
Segundo asunto. Las declaraciones que se atribuyen al padre von Wernich publicadas en la revista "Siete Días (año XV - NO 892 del 25/7 al 31/7/84). no son suyas por lo que las desmiento en este momento, dado la desfiguración que sufrieron. La insidiosa expresión .....torture a un negrito que nadie conoce, vaya y pase...", es un acto falso, injusto y dañoso no sólo para la persona del sacerdote involucrado sino también para la Iglesia toda. Por lo cual deploro con firmeza.
Los tremendos años vividos en la década del setenta nos han golpeado a todos los integrantes de la sociedad argentina. Y particularmente ha ocasionado y sigue ocasionando inmenso dolor en varias familias bragadenses.
Sólo los familiares y Dios conocen en profundidad el desgarramiento interior padecido con nuestra humana limitación alcanzamos a participar de alguna manera esa cruz, la que tratamos de compartir como cristianos.
Hallo totalmente comprensibles algunas -no todas- las reacciones suscitadas en estos días, siendo también cierto -que la situación no autoriza a atribuir, sin fundamento, actitudes represivas a ninguna persona.
En este sentido esta sede episcopal ha tomado debido nota del decreto del H. Concejo Deliberante de! partido de Bragado y se arbitrarán las medidas conducentes a solucionar institucionalmente el asunto.
Un párrafo especial dirijo a los miembros de la comunidad cristiana que sufre el presente conflicto.
Les aseguro mí comprensión de Pastor y al mismo tiempo les transmito la seguridad de que la decisiones que conciernen han sido fruto de profunda reflexión y oración. Apelo también a la actitud básica de nuestra doctrina cristiana, que en todo caso, tiene la mirada de misericordia y perdón hacia los hechos que ponen en evidencia nuestra limitación humana..
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_ Ruego a Dios saque el mejor fruto de estos momentos de prueba. Siempre el corazón del Obispo está abierto para cualquier diálogo.
Dado en 9 de Julio a los 19 días de noviembre de 1988.+
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Carlos Kunkel: Un hombre corrupto
Contábamos en un artículo anterior que Carlos Kunkel, aparte de ser uno de los estrategas más importantes que rodea al presidente Néstor Kirchner –es ni más ni menos que el subsecretario de presidencia de la Nación-, es uno de los ideólogos de los continuos complots que denuncia el gobierno casi a diario.
Es sabido que Kunkel fue funcionario municipal en Florencio Varela, desde donde despegó para pasar a engrosar la novísima tropa kirchnerista.
Lo que pocos conocen es que, desde su cargo municipal, Kunkel hizo varios “negocios” en su propio provecho. Entre otros, hacer firmar un contrato a la municipalidad de Florencio Varela con una empresa de su propiedad -la constructora Podic- para hacer onerosas obras en la zona.
A pesar de que hoy en día trata de aparecer como una persona honesta, Kunkel no puede explicar cómo entre los años 1997 y 1998 –siendo funcionario- compró tantos campos en la localidad de Bragado, amén de una quinta en la calle Islas Orcadas de Florencio Varela y varias camionetas 4 x 4.
Más grave aún es que algunas de las propiedades que el funcionario compró en esa localidad fueron adquiridas de manera inmoral, ya que gracias a su cargo tomó conocimiento del trazado de la autopista Presidente Perón y con ese dato en la manga presionó a algunos vecinos para le que vendieran sus bienes a precio irrisorio.
Sin ir más lejos, en el Juzgado Nº 13 de los Tribunales de Lomas de Zamora Kunkel acaba de perder un juicio por la escrituración de uno de esos campos luego de haber intentado varias jugadas sucias, una de ellas la de presentar como testigos a sus propios empleados.
Otro de los reveses que sufrió el subsecretario de Kirchner en la causa se dio a la hora de pedir que declarara su antiguo jefe, el ex intendente de Florencio Varela, Julio Carpinetti.
Kunkel, confiado en la amistad que tenía con quien durante años lo había cobijado en su casa, no esperaba sufrir semejante despecho: Carpinetti confesó que Kunkel le había propuesto, sin demasiadas vueltas, el negocio de comprar en sociedad esos campos porque luego valdrían una fortuna. Un verdadero tiro por la culata.
Una de esas oscuras historias se dio en el paraje La capilla -altura Km.18 de Florencio Varela- hace varios años, cuando un hombre llamado Mario Santamaría compró unas tierras con el fin de instalar una tosquera camuflada como criadero de truchas.
Lo que nadie sabía es que Santamaría se había asociado con -el entonces funcionario- Kunkel y que, a cambio de una suma periódica de dinero, este le daría la protección que necesitaba para mover camiones de tosca sin que lo molestaran.
Un testigo de ese hecho aseguró oportunamente a quien escribe estas líneas que “en realidad la intención era vender la tosca a la gente que había ganado la licitación de la autopista pero como el tema no avanzó vendió la tosca en forma particular. Como a Kunkel se le terminó la cometa decidió no avanzar con el criadero de truchas”.
Agrega el testigo que “cuando Kunkel compró este campo en U$S 150.000.- libre de gastos, impuestos etc- estaba en cesación de pago”.
Más claro, echarle agua.
Kunkel y Kirchner
Carlos Kunkel, inventor de las denuncias más improbables de desestabilización contra el gobierno de Kirchner, conoció al Presidente en 1968, cuando los dos estudiaban en La Plata. Pero los roles, en aquella época, estaban invertidos: Kunkel era el líder de la agrupación universitaria en la que Kirchner empezaba su actividad política.
Dejaron de verse por muchos años, y recién se reencontraron hace ocho en el armado del Grupo Calafate, el embrión del actual kirchnerismo.
Hoy en día, Kunkel uno de los “operadores” más importantes del presidente y uno de los pocos que goza de su total confianza y la de su esposa, hasta tal punto, que ocupa una discreta oficina en el sector presidencial de la Rosada al lado de la de Cristina de Kirchner.
Recordemos que Kunkel fue jefe político del matrimonio Kirchner en la Juventud Peronista de los setenta, cuando todos estudiaban Derecho en La Plata.
Actualmente y junto con Dante Gullo (ex montonero y ex ARI, devenido en exitoso empresario de la publicidad vial), Kunkel lidera el llamado Grupo Michelángelo, una especie de "tanque de pensamiento" de los proyectos que tiene en mente el personalista presidente K.
Asimismo, es uno de los que ofician de "contacto" entre la Casa Rosada y el sector de los “piqueteros oficialistas" liderado por Luis D’Elía, el mismo que en su momento lanzó la acusación de "autoatendado" contra las organizaciones que promovieron el acto del 20 de diciembre de 2003 y donde estalló una poderosa bomba.
Acerca de este episodio -según fuentes de Casa de Gobierno-, el que le “pasó letra” a D’elía para que dijera semejante disparate habría sido justamente el subsecretario Kunkel.
El papelón que se armó por las declaraciones de D’elía fue tal que el entorno íntimo de Kirchner comenzó a apuntar su improvisado dedo acusador contra la policía bonaerense y el aparato "duhaldista" de la provincia de Buenos Aires.
Más allá de las versiones, la verdad que arrojó la investigación de lo sucedido –y que sospechosamente no trascendió a la prensa-, es que los autores del atentado habían sido elementos policiales infiltrados en el ala piquetera de Raúl Castells, el más acérrimo enemigo del kirchnerismo.
Paradójicamente, dicha investigación salió de la mismísima secretaría general de la Presidencia, más precisamente del sector que comanda el propio Kunkel.
Concluyendo
Cuando recordamos las palabras de campaña del caprichoso presidente Kirchner acerca del combate a la corrupción y rememoramos la manera en que despidió a algunos de sus hombres de confianza por la mera sospecha de que no fueran probos para la función pública, no podemos dejar de sentirnos confundidos por designaciones como la del subsecretario Kunkel.
Podría ser casual, pero no lo es. Entre otros impresentables que el mandatario no puede justifica tenemos a:
-Alberto Fernández, jefe de gabinete: engranaje esencial de los negociados del grupo Bapro en era de Duhalde.
-Aníbal Fernández, ministro del Interior: vació las arcas de Quilmes siendo intendente y protege a un grupo de narcotraficantes de la zona.
-Horacio Rosatti, ministro de Justicia: hizo pingües negocios siendo intendente de Santa Fé.
-Julio De Vido, ministro de Planificación: es el cajero de Kirchner. En Santa Cruz manejó el dinero “negro” de la campaña presidencial.
Etcétera...
Cuando un gobierno –cualquier gobierno- mantiene a hombres corruptos en cargos tan delicados como los citados, uno comienza a creer que algún motivo de peso debe respaldar esa acción.
Y cuando hablamos de motivos de peso, hablamos de negocios sucios, nunca de política transparente.
Si no, no se entiende por qué Kirchner se arriesga a manchar su imagen pública acompañado por esta gente.
A menos que él sea parte de lo mismo...
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