El castigo del Toblerone
El domingo 10 de Junio pasado leemos en la sección ‘Enfoques’ de La Nación, en el artículo ‘Corrupción: la caja de la política’, por Laura Zommer, lo siguiente:
“Hace doce años, Mona Sahlin era ministra de Igualdad Social de Suecia y la preferida en las encuestas para suceder al primer ministro socialista Ingvar Carlsson. Con una tarjeta de crédito otorgada por el Estado, cargó nafta en su vehículo oficial -lo cual estaba permitido-, pero además compró un chocolate Toblerone y un perfume y los abonó con la misma tarjeta. Cuando llegó el resumen al Ministerio, ella ya había informado que quería pagar esos gastos personales, pero se vio obligada a renunciar porque la sociedad sueca no le perdonó que hubiera utilizado la tarjeta para un fin diferente al establecido.”
En estos días nos enteramos que Felisa Miceli, ministra de economía de la Argentina, guardaba una bolsa con muchos miles en un baño del Ministerio ……
¡y no pasó nada!
Vidas paralelas.