martes, julio 31, 2007

ARTÍCULOS DE MI VIEJO ARCON - 22 - SILOS.


ARTÍCULOS DE MI VIEJO ARCON ( 22)….El Director.

EL MONASTERIO DE SILOS. PROVINCIA DE BURGOS . ESPAÑA.

El Monasterio SANTO DOMINGO DE SILOS ; está en la meseta castellana en su parte oeste, en el denominado “ valle del tabladillo”y se le ha dado este nombre por los cerca de treinta años que vivió allí un hombre santo y monje llamado Domingo y que lo reconstruyo en el siglo XI,dado que fue fundado, en las épocas de nuestros Conde Fernán González en el Siglo X., y destruido por el invencible Almanzor. Pero en realidad su nombre se pierde en la épocas de los celtas, de los celtíbero y fundamentalmente de los visigodos. Se ha podido conocer sus abades como : Gaudencio-929-943-,Diego-950, Placencio-954-, Blas-978-979… Viviendo nuestro Conde Castellano existía “su escritorio”, donde se destaca las famosas “ Glosas Silentes “, para el 970.

Nuestro Santo Domingo ingresa el 24 de enero de 1041 y será su Prior hasta que muere en el 20 de diciembre de 1073-es “ HÉROE A IMITAR “..,” PATRONO E INTERCESOR ANTE DIOS “.., “QUE OBRA MILAGROS”.,

De sus manos se construirá el Monasterio y el famoso Claustro Romano-verdadero Catecismo de piedras, en sus capiteles que en la actualidad todavía nos enseñan y asombran.

Creo que debemos diferenciar éste ;de aquel otro Santo Domingo de Guzmán, fundador de los Dominícos.OP -( Orden de los Predicadores), que recibió el Santo Rosario de la Santísima Virgen y ,fue contemporáneo de San Francisco., nacido también en la provincia de Burgos en Caleruela en 1171.Predicó por orden del Papa Honorio III ,la cruzada contra Caratos y Albigenses en el Sur de Francia .Murió el 6 de agosto de 1221.

Esta magnifica e imponente mole sacra ,consta con dos Claustros , uno del Siglo XI y XII, y otro neoclásico del Siglo XVIII, al igual que sus celdas monacales, con su sobria Iglesia del siglo XVIII , donde he tenido le privilegio de escuchar sus cantos “gregorianos” que lo transportan al cielo por esos instantes.(Es este momento al escribir estas páginas estoy escuchando sus voces-galardonados con “Discos de platinos”, en su “ Canto Noel “, que avivan mi inteligencia para recordar) Este lugar , Benedictinos de Valladolid se harán cargo y durante tres siglos vivirán en la paz del “ ora y labora”.Contruída su Sacristía :ornamentos, casullas de diferentes tamaños, color con hilos de plata y oro fabricados para estos revestimientos litúrgicos.

(Detalles de sus museos-salvados del 1835. Año antes ya durante el reinado de Carlos III , cuando las logias tanto en Portugal, Francia, España, Nápoles se incautaron de los bienes de las Iglesias Católicas y expulsaron órdenes de los imperios luso-hispánicos )Visitar su Museo es recrear numerosas piedras visigóticas y mozárabes, pinturas sin nombres policromas en las maderas de la región, orfebrería deliciosa y Archivos valiosos con documentos de gran valor. Figura un viejo tímpano de la primera Silos; el Cáliz ,Patena y Píxide de plata del siglo XVI y XVII, algunos del XII, Cruz con gemas del S, XIII, la famosa imagen de la Virgen de la Manzana del S. XV..Llegamos a un cuarto encantador : La Botica del Monasterio al comenzar el Siglo XVIII, en el 1705, verdadero jardín botánico por las especies, laboratorio, biblioteca con más de 500 volúmenes, más de 400 frascos todos de loza de Talavera de la Reina en la zona de Toledo

Pero lo que realmente más moderno, si así podemos llamarlo, el su Iglesia Neoclásica planos de unas de las glorias españolas: Ventura Rodríguez .La vieja románica cambiada a partir de 1750 y la nueva terminada para el 1792. Gran nave, tres cuatro capillas. Unos 29 metros hasta la bóveda. El crucero con cuatro arcos torales de gran fortaleza. Allí es donde escuches los cantos gregorianos .Pero lo que resalta el Monasterio es sin duda su famso:

CLAUSTRO ROMANO.

Sus arcos de medio puntos y dos pisos son indescriptibles con palabras. Sólo los ojos abren las puertas de nuestros recuerdos de épocas felices al observarlo ,olvidando el tiempo y aprender el Catecismo en la piedra de sus capiteles. Los entierros en sus paredes de años centenares nos demuestran la felicidad eterna de sus muros.

Los pilares esquineros son importantes porque evocan las Escrituras. : El Nordeste : El Descendimiento., el Sudoeste; la Anunciación de la Virgen ,coronada por ángeles y el árbol de Jesé ; el Noreste, la dudas de la “ Resurrección que Jesús, sembró en el espíritu de algunos discípulos “ ;El Sudeste es un verdadero díptico de marfil con la Ascensión y Pentecostés. e logra verlo a San Pablo, ausente en los dos eventos..

Sus dos pisos con galerías perfectas, principalmente la baja. Los Capiteles: Arpías cornetas atacadas por águilas y defendidazas por perros; animales y combates de águilas y leones ,parejas de de pájaros, águilas persiguiendo liebres; pájaros con cuellos entrecruzados, monstruosas cabezas desaforadas y graciosas gacelas. En una de sus galerías el sepulcro de Santo Domingo del S.XII .El Claustro presenta columnas torsas magníficas.

Encuadra el claustro un cuadriculado de verdes céspedes ; pero existe un elemento único y maravillosos : Su Ciprés

Trataré de mostrarlo en dos fotos.

Y para terminar como broche de oro, recurro a aquel “ Mitad monje y mitad soldado”, con sus ochenta y cinco años de vida, religiosos escritor y andariego, con su obra cumbre “ El Condado de Castilla “-3.tomos-“ Fray Justo Pérez de Urbel, podría ser la reencarnación de Fray Junípero Serra o de un Cisneros…., como un fraile del medioevo llevando en la mano la Cruz y en la otra la espada” Sus poesías son encantadoras y aquí las vuelco:.

El Ciprés del Claustro.

Silencioso ciprés que en la limpia tersura

Del estanque retratas tu severa figura,

Que levantas la cresta, por la luna argentada,

Al magnífico enigma de la noche azulada,

Besando las arcas de oro con tu sombra

Y barriendo luceros en la celeste alfombra;

Algo grande hay en ti que me invita a pensar,

Ya soñar, ya sentir, y a cantar;

Algo grande y divino que endulza el sufrimiento

Que en las horas de angustias y de aniquilamiento

Aquel lácteo comino señala el cielo

Y levanta mis ansias y despierta mi anhelo,

Como si hubiese en tus frondas algo que sueña y siente

El latido fraterno de un corazón ardiente…

Silencioso ciprés cuya negra silueta,

Como un dedo gigante me señala la meta

Allá lejos, muy lejos…;un palacio de bruma,

Una isla de oro, una ilusión de espuma,

La sombra imperceptible de una forma querida

Que sin cesar persigue el alma dolorida.

¡ Oh galán de la noche ! Árbol dulce y amigo,

compañero del monje, de sus luchas testigo ;

que recoges sus rezos y sus pálidos cantos;

te envuelven sus miradas, su anhelos de santos ,

y te asocias, muy grave, a sus mil postraciones

cuando el viento te agita mientras las oraciones.

Tú compartes sus éxtasis, con sus pesares llores

Y en la esfera estrellada enumeras sus horas ;

Desgarras los cendales de la desesperanza,

El corazón le llenas de una dulce esperanza,

Y el sueño le vigilas quieto, inmutable y fuerte;

El sueño de la vida y el sueño de la muerte.

¡Oh ciprés que en la página de la noche infinita

deletreas la “ Summa” con luceros escrita !...

Grave seor teólogo, árbol dulce y amigo,

De los monjes hermano, de sus dichas testigo;

Tal ves roza la gracia divina tu espesura,

Pues comprendes lo cuerdo de su excelsa locura,

El orgullo celeste que brilla en su humildad,

El ardor de sus frías llamas de castidad,

Las glorias de su ayuno, su coro y su cilicio,

La cumbre del deleite que hay en su sacrificio.

Y un día dedujiste, ciprés meditabundo,

Que eran los aristócratas del amor en el mundo,

A unos pálidos príncipes por amor en el mundo,

Guardas, como el dragón de los cuentos dorados.

Ciprés fuerte, a las furias indelebles y estático,

Nuestro hermano más viejo, con ese sayal

Y con tu puntiaguda capucha monacal…

En tu espesura cónica y alargada, maestro,

¿ no hay un secreto oculto, que es el secreto nuestro ?

No es el secreto del miedo ,no es el secreto del llanto,

De vana podredumbre, de olvido y camposanto.

Ciprés de la esperanza, pocos han comprendido

Por no saber oírte, tu profundo sentido,

Tu profundo sentido de un claro más allá

En que la alegría se marchitará.

¡ Oh grave anacoreta de infinitos desiertos,

que guías por la senda de la vida a los muertos !

Viejo ciprés del claustro, que en los días de oro

Lleno de luz, de alas y de salmos del coro,

Esponjas el ramaje, vibras como un salterio

Y eres el corazón del monasterio…

¡Oh ,chorro de nostalgias ¡Gigantesco ciprés,

la cabeza en el cielo y en la tierra los pies…

Yo te adoro por alto, por piadoso, por bueno,

Por tu actitud señera, por tu aspecto sereno,

Porque huyes de la vida en tu recta ascensión

Y te das al ensueño y a la contemplación ;

Te canto por poeta y a la contemplación;

Te canto por poeta, místico te quiero,

Compañero del monje, dulce y fiel compañero…

(Volveremos a Burgos, para contarles si nos es posible: La Catedral, Las Huelgas Reales, La Cartuja de Miraflores y el Arco de Santa María. El Director.)