365 palabras...
Quien piense que este ataque es contra Karina, piénselo nuevamente; es contra la verdad histórica, es contra todos los que luchamos por ella. Vienen por más, y con los métodos que sean. Yo no estoy dispuesto -como muchos- a poner la otra mejilla... Jamás juzgaré a Karina por lo que hace con su culo; si lo haré por lo que desde siempre hace con los cojones que la naturaleza no le dio físicamente: los pone sobre la mesa y los arriesga. Mucho más de lo que hacen sus detractores, y algunos moralistas que seguramente hoy salgan a criticarla. Karina y yo, en una cena de Memoria Completa. SI, es un orgullo que me vean con ella. Saludos, Horacio PD: 365 palabras; suficientes por hoy, en que la indignación me llama más a la guerra que a la reflexión. ¿O será que REALMENTE se está acabando el tiempo de las palabras? Más información www.politicaydesarrollo.com.ar Para suscribirse info@politicaydesarrollo.com.ar 20/09/2006
Jamás juzgaré a Karina por lo que hace con su c...; si lo haré por lo que desde siempre hace con los cojones que la naturaleza no le dio físicamente: los pone sobre la mesa y los arriesga. Mucho más de lo que hacen sus detractores...
Escribe Horacio Zaratiegui
Hace pocas horas, nomás, un juez federal (minúsculas adrede) declaró la inconstitucionalidad de varios indultos presidenciales legítimos, que beneficiaban a militares y funcionarios del gobierno militar que combatió al terrorismo.
Si bien esos indultos también beneficiaron a casi 60 terroristas, este juez K. considera que para esos asesinos, los mismos indultos sí son válidos. Este funcionario de la justicia kakista es el mismo que pasó a la historia al habérselo filmado -siendo ya juez de la Nación- pagando por sexo a un “taxiboy” porteño... Para los desmemoriados, el juez es Norberto Oyarbide.
Hace minutos, nomás, una amiga de años fue víctima de uno de los ataques más viles que yo haya visto en mi vida. Una de esas bajezas de las que uno no cree capaz ni a su peor enemigo. Esa amiga se juega, desde que yo recuerde, a defender a aquellos que pocos defienden: los uniformados que nos libraron de la lacra que hoy la ataca. Esa lacra para la cual es aceptable que un juez juguetee desnudo con otro hombre... mientras siga emitiendo fallos a favor de los asesinos. Pero que acusa de tener “doble moral” a quien denosta al terrorismo y se acuesta con quien se le canta en su vida privada. Para los desmemoriados, mi amiga es Karina Mujica.