El periodista comparó a la organización armada con los Jemeres rojos
y opinó que la militancia se usa “para justificar cualquier conducta”.
Jorge Lanata reavivó la polémica sobre la última dictadura cívico-militar y la cifra real de desaparecidos. Además habló del “aprovechamiento” de parte del kirchnerismo de lá historia y de la militancia de los años setenta.
“A medida que pasan los meses y vemos actuar al kirchnerismo residual, su herencia cultural aparece más desnuda”, escribió el periodista.
“Persistan o no los ideales del setenta sería bueno preguntarse cuáles fueron o cuáles hubieran sido: la dictadura provocó 30.000 muertes; ¿cuántas hubieran provocado los Montoneros?”, planteó.
En su columna en el diario Clarín, intitulada “Sobre la militancia”, el cronista comparó a la organización armada peronista con los Jemeres rojos, una guerrilla de izquierda que llegó al poder en Camboya en el año 1975 de la mano del genocida Pol Pot.
“La idea de “juventud maravillosa” tiñe la herencia residual: una generación que se supone de superhombres diezmada por militares extranjeros”, continuó el fundador de Página/12. Y sostuvo que ese “mito” está “tan enraizado en la cultura residual K” que “ha llevado a los jóvenes de La Plata, por ejemplo, a pensar que Rodolfo Walsh fue un gran periodista y escritor porque era guerrillero”. “Es exactamente al revés: Walsh fue un gran escritor a pesar de ser guerrillero”, remató
Lanata sostuvo que “persiste la idea central de negar la realidad evidente, el comportamiento de guetto fanático y la adhesión religiosa al manual político”. “Y, en el subtexto, la fórmula final del Hombre Nuevo, una idea bíblica que nunca resolvió la contradicción de hacer nacer al Hombre Nuevo de las manos del Hombre Viejo”, agregó.
En cuanto al periodismo, el periodista escribió que “las consecuencias del periodismo militante han sido funestas; el periodismo militante está filosóficamente en contra del periodismo: el periodista tiene preguntas y el militante respuestas. El periodista duda y el militante sostiene su fe”.
“Cristina quería, cada mañana, la tapa del Granma con la vaca lechera campeona”, completó, en referencia al diario oficialista de Cuba.
“La militancia no es una capacidad, sino una elección, y como tal debe ser respetada; hoy se utiliza para justificar cualquier conducta”, concluyó Lanata.
perfil.com
Jorge Lanata reavivó la polémica sobre la última dictadura cívico-militar y la cifra real de desaparecidos. Además habló del “aprovechamiento” de parte del kirchnerismo de lá historia y de la militancia de los años setenta.
“A medida que pasan los meses y vemos actuar al kirchnerismo residual, su herencia cultural aparece más desnuda”, escribió el periodista.
“Persistan o no los ideales del setenta sería bueno preguntarse cuáles fueron o cuáles hubieran sido: la dictadura provocó 30.000 muertes; ¿cuántas hubieran provocado los Montoneros?”, planteó.
En su columna en el diario Clarín, intitulada “Sobre la militancia”, el cronista comparó a la organización armada peronista con los Jemeres rojos, una guerrilla de izquierda que llegó al poder en Camboya en el año 1975 de la mano del genocida Pol Pot.
“La idea de “juventud maravillosa” tiñe la herencia residual: una generación que se supone de superhombres diezmada por militares extranjeros”, continuó el fundador de Página/12. Y sostuvo que ese “mito” está “tan enraizado en la cultura residual K” que “ha llevado a los jóvenes de La Plata, por ejemplo, a pensar que Rodolfo Walsh fue un gran periodista y escritor porque era guerrillero”. “Es exactamente al revés: Walsh fue un gran escritor a pesar de ser guerrillero”, remató
Lanata sostuvo que “persiste la idea central de negar la realidad evidente, el comportamiento de guetto fanático y la adhesión religiosa al manual político”. “Y, en el subtexto, la fórmula final del Hombre Nuevo, una idea bíblica que nunca resolvió la contradicción de hacer nacer al Hombre Nuevo de las manos del Hombre Viejo”, agregó.
En cuanto al periodismo, el periodista escribió que “las consecuencias del periodismo militante han sido funestas; el periodismo militante está filosóficamente en contra del periodismo: el periodista tiene preguntas y el militante respuestas. El periodista duda y el militante sostiene su fe”.
“Cristina quería, cada mañana, la tapa del Granma con la vaca lechera campeona”, completó, en referencia al diario oficialista de Cuba.
“La militancia no es una capacidad, sino una elección, y como tal debe ser respetada; hoy se utiliza para justificar cualquier conducta”, concluyó Lanata.
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