EL
NUEVO BILLETE DE MALVINAS y EL ERROR HISTORICO QUE
CONTIENE
¡¿Con el pingo con crines tusadas y cola corta, y esa ropita del
"gaucho" en el clima de Malvinas?! Jaja
Esto
es muy interesante, no sólo como argumento jurídico internacional sino
para comprobar la ignorancia de nuestro
gobierno.
¿Por
qué no consultarán a los estudiosos de nuestra historia nacional? No
es delito ser ignorante, lo vergonzoso es que no consulten a los que
saben...
Vale
la pena leerlo completo.
EL
BILLETE DE MALVINAS
Por
estos días llegarán a esta parte del país los nuevos billetes de $50,
que tienen en su anverso la imagen de nuestras Islas Malvinas y en su
reverso una alegoría del gaucho Antonio Rivero.
Este
gobierno, que es tan afecto a tergiversar los hechos históricos y a
dar categoría de héroes a villanos y viceversa, comete con la
impresión del nuevo billete un grosero error de información a la
población y a la verdad objetiva de lo
sucedido.
En
1829, con los sólidos argumentos ya conocidos, se establece
la efectiva soberanía argentina sobre las islas y se designa a
Luis Vernet gobernador y pionero de los colonos que allí se
asentaron.
En
enero de 1833, el teniente de corbeta John James Onslow
desembarcó en las Malvinas con el propósito de expulsar de allí a
los colonos. Era esa su única misión, no la de tomar las islas en
nombre de la Corona.
Rivero encabezó
entonces,
instigado por los militares británicos, un motín tendiente a
cobrar su trabajo con el producido del saqueo de animales y bienes de
los asentamientos argentinos, lo cual se produjo el 23 de
agosto de 1833, en ausencia de los ocupantes ingleses y de todo
símbolo que indicara la ocupación británica, según revela la obra
de Fitte, Crónicas del Atlántico Sur. Los pocos que
sobrevivieron a la sangrienta refriega escaparon y buscaron auxilio en
la estación naval británica a cargo de Onslow, quien ahí sí,
regresó a las islas, pacificó la cuestión y usurpó hasta nuestros
días el territorio.
Rivero
fue capturado por los ingleses, pero traicionó a su banda y los
entregó mansamente para salvar su vida. Embarcado a Londres, la
justicia británica no reconoció que el motín se haya llevado a cabo en
jurisdicción de la Corona y como consecuencia de ello los
dejaron libres.
Importante argumento al que los
reclamos argentinos no le dan relevancia ya que indica que la
usurpación no fue en el primero, sino en el segundo desembarco de
Onslow y que la justicia de Gran Bretaña reconoció con ese acto no
tener títulos que justificaran su ocupación. Solo por esa
circunstancia tangencial, Rivero pudo haber pasado a la historia, pero
de allí a -como dice la leyenda del billete- ser considerado primer defensor
de la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas, recuperó la
soberanía patria en el año 1833 (que) Luchó por los derechos
sociales de los trabajadores en las Islas (sic), hay una distancia
sideral.
La
Academia Nacional de la Historia dictaminó en 1967, la
verdadera historia. Rivero no fue defensor de nuestra soberanía, no
arrió ningún pabellón inglés, puesto que no lo había, no luchó sino
egoístamente contra sus propios compatriotas y no fue ningún precursor
del socialismo, ya que el único interés que perseguía era cobrar lo
que algún colono le debía y lo hizo por la fuerza,
sangrientamente.
Se lo
ve en el billete empuñando una bandera nacional, lo cual es también
inexacto ya que en tiempos de la Confederación la enseña era de
color azul oscuro donde ahora es celeste y en lugar del sol
tenía un gorro frigio en cada vértice.
Para
los notafílicos coleccionistas, el billete es una pieza interesante de
muy buen material e impresión, aun cuando mejor hubiera sido emplear
esos recursos en emitir el necesario billete de 500 pesos, que
acompañara la notable depreciación de nuestra moneda y mejor aún si,
en lugar de glorificar a un bárbaro, se hubiera rendido homenaje a
los soldados que dieron su vida en el conflicto de
1982.