Suiza rechazó un pedido de Báez y dejó congeladas sus cuentas
Por Daniel Santoro
Además, enviará un pedido de cooperación judicial al juez Casanello para intercambiar información. El dueño de Austral Construcciones había pedido que le destrabaran los fondos millonarios depositados en bancos suizos.
02/04/14
El Tribunal Penal Federal de Suiza –el máximo tribunal de ese país– rechazó un pedido de la defensa de Lázaro Báez y decidió mantener congeladas las cuentas bancarias del empresario K y su entorno, revelaron ayer a Clarín fuentes judiciales. Es en una causa por supuesto lavado de dinero abierta por una denuncia de los diputados Manuel Garrido (UCR) y Graciela Ocaña (Confianza Pública).
Ante esta decisión de ese tribunal, la fiscalía suiza enviará un pedido de cooperación judicial al juez federal Sebastián Casanello para conocer las causas por las cuales Báez está imputado en la Argentina e intentar en el futuro de levantar el secreto bancario sobre esas cuentas. De la respuesta de Casanello dependerá si Suiza envía los movimientos bancarios de Báez que serán clave para probar la salida ilegal del país de, por lo menos, 55 millones de euros en el 2011 y su reingreso entre el 2012 y el 2013, justo unas semanas antes del programa de TV de Jorge Lanata en que el ex dueño de SGI “La Rosadita” Federico Elaskar y el “valijero” Leonardo Fariña revelaron parte de esa operación financiera internacional con plata negra.
Una de las cuentas congeladas es la de la empresa fantasma de Belice Teegan Inc., que maneja Martín Báez y tenía 1,5 millones de dólares depositados en el banco Lombard Odier. Autoridades suizas han hablado de varias cuentas pero, hasta ahora, no se pudo identificar el resto.
La decisión el máximo tribunal suizo constituye un duro revés para la estrategia judicial de Báez quien llegó a contratar al estudio jurídico del ex juez helvético Morise Harari, un hombre con amplios vínculos judiciales y políticos en ese país europeo y que cobra honorarios millonarios por su trabajo.
El año pasado, Casanello debió suspender un viaje a Suiza para intercambiar datos luego de que la Corte le negara fondos y le preguntara si no podía mantener la entrevista con un fiscal suizo por Skype. Además, Suiza retiró la invitación por las presentaciones de Harari, como defensor de Báez.
La semana pasada Casanello, en una resolución apoyada por el fiscal Guillermo Marijuán, se quejó por la “reticencia” de Suiza y Panamá para pasarle pruebas que le permitieran terminar de cerrar el circuito de la plata sucia.
La causa suiza también debe involucrar a la empresa Helvetic Services Group, constituida en ese país y que terminó comprando en el 2011 a SGI. Elaskar, antes de arrepentirse y negar sus dichos al programa PPT, había afirmado que Helvetic “era de Báez”.
En la causa argentina, Casanello le tomó declaración indagatoria a Elaskar y Fariña hace casi un año y todavía no decidió si los procesa, sobresee o declara su falta de mérito y avanza lentamente. Sucede que el Gobierno lanzó presiones sin precedentes sobre los investigadores judiciales. La más dura fue la suspensión del fiscal José María Campagnoli, el primero que investigó a Báez y que los K quieren destituir.
La presión gubernamental subió a su punto mayor desde que se descubrió, a principios de año, que Máximo Kirchner había firmado la recepción de cheques de Báez por el alquiler de hoteles en El Calafate. Es decir que dejó una huella documental en los circuitos de plata que maneja Báez.