Rucci

EDITORIAL

Rucci

El oficialista Hugo Moyano ha pedido que se juzgue a los asesinos de José Ignacio Rucci y se considere ese crimen, también, como de "lesa humanidad". Evidentemente, en el propio entorno del gobierno ya se alzan voces contra esta justicia tuerta que considera sólo a los crímenes de Estado como delitos contra los derechos humanos y excluye de esta categoría a los "sagrados" asesinatos revolucionarios.      Como se recuerda, el asesinato de Rucci fue la puñalada trapera que los Montoneros le propinaron a Juan Perón por no haberse entregado completamente a ellos en Ezeiza y por la resistencia que allí les opuso --por orden suya-- la Juventud Sindical Peronista (donde el joven Moyano formaba).      Sin duda, la guerra es el más estúpido de los asuntos humanos, pues mueren allí los más intrépidos, mientras que el grueso de la población ve destruirse años de trabajo. Pero para hacer la guerra se precisan dos bandos --"el crimen de la guerra", decía Alberdi en su libro-- y no es posible ajusticiar las enormidades, castigando a un solo bando.      Clama al cielo que esté preso Luis Patti y ande libre por la calle Miguel Bonasso, quien dijo muy suelto de cuerpo: "Nos equivocamos: en vez de matar a Rucci tendríamos que haberlo matado a López Rega...".