PIDEN DETENCIÓN DE FIDEL Y RAUL CASTRO
PARTE DE PRENSA
María Cristina Picón, vda de Viola, peticionó hoy ante el juzgado federal de Tucumán, a cargo del Dr. Daniel Bejas, se declaren de lesa humanidad los asesinatos Humberto Viola y María Cristina Viola, imputando a los gobiernos de Héctor J. Cámpora y Oscar Bidegain haber incurrido en terrorismo de Estado, al facilitar, tolerar, e instigar el accionar terrorista, imputación que extiende al gobierno de Cuba por haber entrenado a los guerrilleros argentinos y promovido la acción de la guerrilla en Latinoamérica, por lo que solicita se cite a declarar a quienes integraron los respectivos gabinetes; a los legisladores que dictaron la ley de amnistía, en especial a Carlos Kunkel y demás diputados renunciantes en disconformidad con el proyecto de reforma del Código Penal enviado por Perón luego del ataque al regimiento de Azul, y se libre orden de detención internacional contra Fidel y Raúl Castro fundándose, entre numerosos documentos, en el discurso del primero pronunciado en la reunión de OLAS (1967) propiciando la creación de focos guerrilleros en toda Latinoamérica y en el Mensaje a la Tricontental de Ernesto Guevara.
“El primero de diciembre de 1974” – dice en su escrito - “todo mi ser se sacudió ante un hecho cruel, espantosamente doloroso. En un ataque inesperado y artero, terroristas del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) atentaron contra mi familia, asesinando a mi extinto esposo Capitán Humberto Antonio Viola y a mi hija Maria Cristina de tres años. María Fernanda, de solo 5 años, victima también de esas armas que mi gritos no lograban acallar, quedó tendida con un balazo en su cabeza, mientras yo, aterrorizada no atinaba a nada. En mi vientre con un embarazo de cinco meses, Luciana sufría tanto como su mamá. Todas las madres debemos tener los mismos derechos. Hemos sufrido por igual y vivido el mismo dolor. Para el dolor y el sufrimiento no existen ideologías. Pero hay una vital diferencia con las otras madres, cuyo dolor respeto: soy una de las tantas víctimas discriminadas y silenciadas por la “memoria”. Integro, con los míos, una nueva clase de desaparecidos: los desaparecidos de la memoria pública.”
En la presentación – que es patrocinada por el Dr. Javier Vigo Leguizamón, abogado de Arturo Larrabure, y el Dr. Carlos Picón- la viuda del militar denuncia la existencia de un plan criminal diseñado por el ideólogo de la guerrilla John William Cooke, para infiltrar las masas peronistas y generar una sucesión de hechos revolucionarios que terminaran quebrando la voluntad de Perón y lo forzaran a aceptar un régimen revolucionario.
Desde la campaña electoral de Cámpora- afirma- los eslabones fueron sucesivamente colocándose. Mientras Juan Abal Medina anunciaba que el 25 de mayo se liberaría a los terroristas detenidos, Esteban Righi diseñaba las bases de la futura amnistía, Rodolfo Galimberti convocaba a la formación de milicias populares y Miguel Bonasso y Horacio Verbitsky trabajaban en la política de comunicación del candidato. La liberación de los terroristas detenidos fue una promesa que Héctor J. Cámpora y sus principales dirigentes enunciaron en numerosos discursos.Como Ministro del Interior de Cámpora, el Dr. Esteban Righin tuvo un papel protagónico en la negociación de los proyectos de amnistía e indulto, revelando el debate parlamentario que los legisladores irresponsablemente elogiaron la acción terrorista, liberando a los detenidos sin desarmarlos posibilitándoles que continuaran su accionar. Existió una llamativa tolerancia frente a las 164ocupaciones de barrios, universidades, hospitales, radioemisoras y ministerios, con los que la guerrilla intentó ganar posiciones, e igualmente frente a la conferencia de prensa dada por el ERP el 8.6.73, donde Santucho proclamó que “la única solución es desarmar a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias y que las milicias populares armadas asuman la defensa del gobierno popular” [1] .El mismo día Firmenich advirtió que “a todos aquellos que conspiren contra el programa de liberación nacional se los combatirá por todos los medios y en todos los terrenos necesarios, por la acción de las masas y por la acción armada tanto de masas como de comando”[2]
El plan criminal no se detuvo. Doce días después se produjo la masacre de Ezeiza recriminando Perón en durísimos términos a Righi no haber garantizado el orden público . Al día siguiente, al hablar al país, Perón afirmó que “la inoperancia en los momentos que tenemos que vivir es un crimen de lesa patria”. “Conozco- dijo- perfectamente lo que está ocurriendo en el país; ...“las perversas intenciones de los factores ocultos que desde las sombras trabajan sin cesar tras designios no por inconfesables menos realesPor eso deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los estamentos populares o estatales que por ese camino van mal. A los enemigos embozados y encubiertos o disimulados, les aconsejo que cesen en sus intentos porque cuando los pueblos agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmiento…”
La gravedad de los hechos precipitaron la renuncia de Cámpora siendo en septiembre de l973 Perón electo como Presidente por una inmensa mayoría. El plan criminal continuó. Dos días después los Montoneros mataron a Rucci para presionar a Perón Un nuevo eslabón habría de consumarse en enero de 1974 con el ataque del ERP al Regimiento de Azul, que costó la renuncia del gobernador bonaerense Bidegain cuando Perón denunció al país que “hechos de esta naturaleza evidencian elocuentemente el grado de peligrosidad y audacia de los grupos terroristas que vienen operando en la provincia de Buenos Aires ante la evidente desaprensión de sus autoridades. Estamos en presencia de verdaderos enemigos de la Patria, organizados para luchar en fuerza contra el Estado, al que a la vez infiltran con aviesos fines insurreccionales. No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones”.
Afirma que los libros Operación Traviata y Ataque a la República, de Ceferino Reato y Javier Vigo Leguizamón, prueban que estamos ante crímenes de lesa humanidad, recordando que Reato sostiene que las armas con que mataron a Rucci fueron transportadas en autos oficiales.
“La inmensa crueldad con que acribillaron a mis hijas fue un anticipo de lo que los terroristas estaban dispuestos a hacer en su afán de construir “hombres nuevos”, denuncia, invocando como fundamento el documento “Ante la crisis del partido. Reflexiones críticas y una propuesta de superación..” donde Miguel Bonasso y otros montoneros consintieron que cuando el odio de clase se desplegase las masas mataran a los niños.
Remarcando la responsabilidad histórica y moral de los jueces, dice al magistrado; “Pido a V.S. que por un momento se sitúe en mi piel, padeciendo conmigo. Le pido que piense que esas dos niñas acribilladas son sus hijas; que es su mujer quien yace de espaldas cuando Carrizo se acerca a rematarla de dos tiros en la cabeza”
Nulidad de la resolución 158/07
Finalmente se pide la nulidad de dicha resolución por la que el Procurador General Righi prohibió a los fiscales considerar de lesa humanidad los asesinatos de la guerrilla, afirmando que en un país serio es impensable que quien puede eventualmente investigado lo prohíba. Imputa a Righi haber violado la ley de ética pública que lo obligaba excusarse por haber tenido como ministro de Cámpora interés en los hechos bajo investigación y pide se investigue si con tal actitud no ha incurrido en un presunto incumplimiento a sus deberes de funcionario público
[1] Ceferino Reato, Operación Travista, pág. 34
[2] Ceferino Reato; ob. cit, pág 36