Un arquitecto descubre que una talla navarra del S.XIII perdida se va subastar en Nueva York
Ricardo Heras Mulero curioseaba el pasado domingo las piezas de la próxima subasta de arte antiguo de Sotheby's, que se celebrará el próximo 26 de enero en Nueva York, cuando una figura le llamó la atención. Era una talla española del siglo XIII, con una Virgen y el Niño entronizados que, según especificaba la casa de subastas, procedía de la iglesia de Salinas de Monreal, en Navarra. «Me encanta el arte y suelo mirar los catálogos de subastas porque igual encuentras una pieza buenísima que no vas a volver a ver en la vida. En eso estaba cuando ví que la Virgen estaba mal catalogada», explica este joven arquitecto soriano muy vinculado a la Comunidad Foral, donde estudió en la Universidad de Navarra y ha vivido una década.
«Salinas de Monreal ya no existe, el pueblo se llama Salinas de Ibargoiti desde principios de siglo», relata Heras Mulero, a quien este detalle le hizo fijarse en la procedencia de la figura. La talla románica ha pertenecido a la familia de Mina Merrill Prindle (1864-1963) desde 1929. «Se ve que en el historial se quedó el nombre anterior del pueblo», constata el arquitecto.
Heras Mulero investigó esta talla de 90 cms de altura y de madera policromada con oro del primer tercio del siglo XIII, de tiempos de Sancho el Fuerte. «En paradero desconocido, de la Virgen de Salinas de Ibargoiti solo se conocían dos fotografías de principios del siglo XX. Hasta ahora», relata. Graicas a estas fotografías la pieza fue estudiada por Clara Fernández-Ladreda en la obra «Imaginería medieval mariana» (Pamplona, 1990).
Se creía que había salido de Navarra en los años 50-60, pero «ahora sabemos que apareció en el mercado del arte neoyorkino en 1929, y de allí pasó a manos privadas que la han conservado en Minnesota y California hasta ahora».
Carlos Martínez Álava, director del Servicio de patrimonio histórico del Gobierno de Navarra, confirma a ABC que «la talla en cuestión coincide con la desaparecida en los años 20 del siglo pasado de Salinas de Ibargoiti».
Vendida para pagar la restauración de la iglesia
El arquitecto descubrió que en la iglesia de San Miguel de Salinas de Ibargoiti se realizaron unas obras en 1928 para restaurar el retablo y otros elementos de su interior. Todo cuadraba. La imagen habría sido vendida para hacer frente a los gastos. «Blanco y en botella. Ya sabemos de dónde salió el dinero», especula Heras.En su opinión, la Virgen debía haber llegado a Salinas de Ibargoiti procedente de Lizaberría, un despoblado cercano que conserva las ruinas de una antigua iglesia románica. Coincidencias del destino, Heras Mulero la conocía por haber intentado medirla durante la realización de la enciclopedia del románico navarro en la que trabajó. «Digo intentar, porque fue imposible acercarse por la cantidad de espinos que la envolvían», admite.
Al no ser la imagen titular de San Miguel de Salinas de Ibargoiti, Heras cree que pudo haberse conservado en esta iglesia «sin pena ni gloria» y que por ello los vecinos del pueblo de entonces no se alarmaron por su desaparición. Sin embargo, se trata de una talla «de gran calidad», a juicio de Heras, estilísticamente similar aunque superior a la Virgen de Iriberri, que se encuentra en paradero desconocido y sin el Niño.
«Destaca la gran cantidad de oro de su policromía, muy bien conservada además, lo que da idea de la importancia que tuvo la talla en su día», continúa este experto que explica cómo las tallas rurales «o no tienen oro o sólo en pequeños detalles», no como en la Virgen de Salinas de Ibargoiti. A pesar de que resulta muy complicado hallar datos documentales del siglo XIII, Heras Mulero investiga quién pudo encargar esta imagen que relaciona con «otras Vírgenes forradas de plata sobredorada del XII» que solo se podían permitir en Navarra «los grandes centros como la Catedral de Pamplona y el monasterio de Irache».
«Observando las fotografías antiguas, vemos que para aumentar su valor se restauraron las coronas (se retallaban en época moderna para colocarles coronas metálicas), todas las manos y también los pies del Niño (que sufrían mucho al ponerles posteriormente vestimenta a las imágenes)», detalla el arquitecto. En esas fotografías, añade, «destaca la curvatura del Niño hacia delante» que «evoca los dramas litúrgicos que se realizaban ante estas imágenes, especialmente en Navidad, con Reyes y pastores, como parece que sucedía con la de Irache».
«No es un precio desorbitado»
Por el valor de esta talla románica, Ricardo Heras cree que el Gobierno foral «debería comprarla» para que volviera a formar parte del patrimonio de los navarros. «El precio por el que sale a la venta en subasta (entre 10.600 y 16.000 euros) no es desorbitado», afirma admitiendo, sin embargo, que la coyuntura económica actual es complicada y queda poquísimo tiempo. «Estoy de los pensando en el día 26. Sería una pena que terminase decorando el salón de algún millonario ruso», dice.«Sería una pena que terminase decorando el salón de algún millonario ruso»Ricardo Heras MuleroLos habitantes de Salinas de Ibargoiti, a unos 20 kilómetros de Pamplona, «están muy ilusionados con el hallazgo», según Heras. Quizá sea la última oportunidad que tengan de ver esta Virgen que ninguno de ellos conocía, pero que forma parte de su historia. «Quizá poniendo en marcha un crowfounding se puedan alcanzar los 10.000 euros», aventura convencido de que «los navarros no dejarán pasar esta oportunidad».
Para Ricardo Heras, la Virgen de Salinas de Ibargoiti siempre será especial. La descubrió el mismo día que dejaba su trabajo como arquitecto convencional para dedicarse por completo a la conservación y gestión del patrimonio cultural, su «pasión». En plena transición, espera que este hallazgo «sea una buena señal» para el futuro, en el que ojalá dé también con el paradero de otras imágenes, como la Virgen de las Aguas Cálidas de su pueblo, Arancón (Soria), robada en su niñez.