El Gran Capitán, el genio cordobés de la guerra que aplastó a Francia.
A modo de conmemoración, EDAF reedita una meticulosa obra de Sánchez de Toca y Martínez Laínez sobre el general castellano
Valiéndose de fuentes del periodo, Sánchez de Toca y Martínez Laínez pintan el retrato de un hombre mesurado, generoso y extremadamente inteligente, que se niega a aceptar su papel de segundón de una familia de la nobleza andaluza. Cortesano de Alfonso «El Inocente» y más tarde de su hermana Isabel «La Católica», Gonzalo Fernández de Córdoba consiguió ganarse la estima de los monarcas de Castilla y, durante la prolongada conquista de Granada, se destacó en importantes episodios militares, incluida la fase de negociaciones con Boabdil, al que unía una fuerte amistad. El Rey Fernando «El Católico» designó años después a Fernández de Córdoba para encabezar un cuerpo expedicionario, el primero que salía de España en mucho tiempo, y con el que expulsó a los franceses del Reino de Nápoles.
El libro relata las sucesivas campañas italianas contra los galos donde se gestó la leyenda del Gran Capitán, quien gozó siempre del respeto de los propios enemigos debido a su cortesía más allá de la rivalidad. El cordobés estiró al extremo sus escuálidos recursos, como demostró en la victoria de Ceriñola (1503), y exhibió sus amplias dotes tácticas, siendo hoy su movimiento envolvente en Garellano (1503) materia de estudio en los grandes manuales bélicos. Un genio de la guerra al que Fernando «El Católico» terminó aislando al hacer caso de los rumores maliciosos que acusaban al cordobés de corrupto, pero no sin antes reclamarle cuentas de los gastos de su campaña. En un cuidado libro con fotografías y mapas en color, los autores incluyen varias de las cartas dirigidas por el Gran Capitán a los Reyes Católicos con las famosas cuentas, todavía célebres como ejemplo de meticulosidad y honradez en el lenguaje.
El Museo del Ejército rinde homenaje al Gran Capitán
mADRID
En el Alcázar de Toledo, sede del Museo del Ejército desde 2010,
inaugura hoy, 24 de septiembre, la exposición temporal sobre el Gran
Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, en el quinto centenario de su
fallecimiento, que estará abierta al público hasta el 31 de enero de
2016.
La exposición se articula en torno a cinco grandes áreas, desde su
nacimiento hasta sus servicios a los Reyes Católicos, las campañas que
dirigió y el mito. Una parte destacada de la muestra serán los
documentos, algunos inéditos, del archivo particular de la Casa Ducal de
Maqueda, que desvelan la relación epistolar entre el Rey y su capitán.
Fernando «El Católico» marcaba al Gran Capitán las instrucciones
sobre la política que tenía que ejercer en Napolés, desde medidas
puramente administrativas hasta cómo administrar justicia, y daba
detalles muy concretos de lo que debía hacer. Por ejemplo, estas cartas
desvelan que el Rey hablaba de la conveniencia de que los soldados
españoles se casaran con mujeres napolitanas para asentarse en la zona o
establecía la forma concreta de ajusticiar a un traidor.
La exposición cuenta con unas 160 piezas, entre ellas la espada
atribuida al Gran Capitán, procedente de la Real Armería, y un cañón en
el que se han hallado, en el proceso de limpieza y restauración, las
iniciales de Fernando «El Católico».
Al Alcázar de Toledo llegan piezas del Museo del Prado, el Archivo
de la Nobleza y el Archivo de Simancas, el Museo del Generalife, el
Cabildo de Valencia, la Casa de la Moneda y el Museo Arqueológico
Nacional, además de la Casa Ducal de Maqueda y el propio Museo del
Ejército que expondrá una parte de su valiosa colección de armas de la
época.
Los organizadores pretenden que al menos una parte de la exposición
viaje a Granada y Córdoba después de Toledo, teniendo en cuenta su gran
relación con el personaje.