Argentina querría disponer de estos aviones para contrarrestar la llegada del portaaviones británico Queen Elizabeth. El buque, dotado de aviones de combate F-35B, entrará en servicio en 2020 y obtendrá la plena capacidad operativa en 2023. Esta situación es valorada por el Ministerio de Defensa británico como una “ventana de vulnerabilidad real”, según reflejaba el Daily Express.
El Su-24 Fencer no estaría afectado por ningún tipo de veto político o comercial, como el que se planteó tras valorarse la posible adquisición por Argentina de aviones Saab Gripen, que fuera respondido por el gobierno británico con la intención de vetar la venta por incluir componentes fabricados en Reino Unido. Se trata de un avión de elevadas prestaciones, dado su radio de acción, velocidad y capacidad para portar armas, también es un veterano al servicio de la Fuerza Aérea rusa. El radio de acción de 650 millas permitiría realizar misiones hasta las islas sin tener que emplear aviones de reabastecimiento y además es capaz de portar más de tres toneladas de armas.
Reino Unido mantiene en las Malvinas/Falklands cuatro aviones de combate Eurofighter Typhoon, misiles de defensa aérea Rapier y una dotación de personal de 1.200 soldados, medios que se ven reforzados puntualmente con la llegada de buques de guerra periódicamente. (J.N.G.)