La oposición denuncia que Cristina Kirchner quiere cambiar los servicios de inteligencia para lograr impunidad
El lunes la presidenta de Argentina anunció la disolución del servicio de Inteligencia, por considerar que algunos de sus miembros están detrás de la muerte del fiscal Alberto Nisman
Los puntos más discutidos del proyecto presentado por Cristina Fernández la noche del lunes, en el marco de la muerte del fiscal Alberto Nisman, apuntan a que el control de la Agencia Federal de Inteligencia, tal y como la bautizó, lo tendrán durante cuatro años consecutivos sus directivos y los mecanismos de escuchas así como los delitos financieros y económicos (su talón de Aquiles) estarán en manos del Ministerio Fiscal cuya titular, Alejandra Gils Carbo, sigue al pie de la letra los deseos del Gobierno.
«Es muy peligroso. Ella –Gils Carbó- también está denunciada penalmente por su gestión», exclamó la diputada del Gen, Margarita Stolbizer. Acto seguido, advirtió del peligro de desembarco de «La Cámpora», organización que dirige Máximo Kirchner, en los servicios de Inteligencia si se aprueba el proyecto. «¿Qué le espera al próximo Gobierno?», se preguntó si se concreta «el plan» para seguir usando los servicios de Inteligencia como una «herramienta política en manos de un Gobierno cuestionado judicialmente», insistió.
«¿Nos toman por tontos?»
El socialista Ruben Giustiniani, se indignó en su cuenta de Twitter: «¡Quieren designar al titular de Inteligencia por cuatro años a meses de terminar su Gobierno. ¿Nos toman de tontos?».En este contexto, Ricardo Recondo, titular de la Asociación de Magistrados, criticó la intención de entregarle a Gils Carbo el poder de decisión y control de las intervenciones telefónicas: «Le dan al lobo la misión de proteger a las ovejas. No es una funcionaria independiente, es una militante del Gobierno», sentenció.
Las reacciones se producen al día siguiente de que la presidenta dirigiera un mensaje al país por televisión –hasta entonces se comunicó en dos ocasiones por FB- para referirse a la muerte en extrañas circunstancias del hombre que la acusó de encubrimiento a los prófugos del atentado a la AMIA. Cristina Fernández, que sigue sin dar el pésame a la familia de Nisman, insistió en que detrás de la muerte del fiscal hay una mano negra de miembros de los actuales servicios de inteligencia, vinculó al dueño del arma que acabó con la vida de Nisman con el periódico «Clarín» (este periódico se ha convertido en algo obsesivo para ella) y descalificó la imputación que le hizo Nisman.
Mauricio Macri, candidato presidencial, exigió «no desviar la atención» para «investigar y esclarecer» tanto «la muerte del fiscal» como «la denuncia que hizo contra la presidenta que era su principal acusada». fin