Cuatro preguntas de vida o muerte para los capturados por los yihadistas en Irak
Un informe con testimonios de iraquíes liberados por
los rebeldes del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL), publicado
por The New York Times, revela que en muchos casos los yihadistas
someten a los capturados a un test, para saber si son suníes (la
corriente del islam del EIIL) o chiíes. Si confirman que son de su rama
del islam, los presos son liberados. Si descubren que son chiíes, suelen
ser ejecutados.
Suníes y chiíes se consideran mutuamente
apóstatas por cuestiones que se remontan a la sucesión de Mahoma, y por
diferencias en la interpretación del Corán.
La primera cuestión que someten a los
capturados es el nombre. Los chiíes utilizan mucho el de Ali, el yerno
de Mahoma, y el de sus hijos Husein, Hasan y Abas.
La segunda es la ciudad de procedencia. El
norte de Irak es de mayoría suní, pero hay en todas las ciudades
enclaves chiíes. Si el capturado procede de ese lugar, será con muchas
probabilidades ejecutado.
La tercera pregunta se refiere a cómo reza. Los
suníes lo hacen con las manos o los brazos cruzados por encima del
estómago. Los chiíes rezan con los brazos extendidos y las palmas encima
de los muslos. En un truculento vídeo subido a la red por el EIIL hace
un año se ve cómo milicianos suníes detienen a tres conductores de
camiones en el desierto, y les preguntan si son suníes o chiíes. Los
tres declaran ser suníes. Las preguntas se vuelven más inquisitivas y,
al hablar de las técnicas para rezar, los tres no se ponen de acuerdo y
son ejecutados sobre el terreno.
La cuarta pregunta se relaciona con la música
preferida. Hay música religiosa chií y suní que da muchas pistas. Los
yihadistas se guían también por la melodía del móvil, que a veces es una
melodía sacra popular.