Destruyen 1,7 millones de embriones humanos en Gran Bretaña
Esta información se dio a conocer ante las interrogantes sobre el destino de los desechos de las clínicas y hospitales de fertilización, presentadas por el diputado Lord David Alton, reconocido por su activismo pro-vida.
Según informa el Daily Mail, desde agosto de 1991 se han generado más de 3,5 millones de embriones, de los cuales 235 480 han terminado en embarazos. En promedio, para cada mujer que desea tener un hijo se usan hasta 15 embriones, de los cuales casi la mitad se descarta durante o después del proceso de fertilización in vitro.
La Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) informó que “los embriones desechados ya no son necesarios para la persona o pareja en el tratamiento” y explicó que “en estas circunstancias, se puede decidir si desea donar los embriones a un proyecto de investigación, a otra pareja o pedir a la clínica que los destruya”.
Las cifras presentadas no detallan cuantos de los embarazos producidos han llegado a término, pero precisan que un 93 por ciento de ellos –más de 3,3 millones– tienen diversos usos o son simplemente almacenados.
El diputado David Alton dijo sobre estas cifras que la mayoría de las personas no conoce la gran escala de "destrucción absoluta de embriones humanos” en el Reino Unido y denunció que este proceso se hace en cantidades “industriales”.
Alton denunció que el desecho de embriones humanos se realiza “día a día y con total indiferencia”. "Mi opinión es que actualmente se puede llevar a cabo tratamientos de fertilidad sin tener que crear muchos embriones para destruirlos. Ahí es donde la tecnología tiene que avanzar", agregó.
En el proceso de fecundación in vitro, los embriones son creados a partir de los óvulos y el esperma masculino. La doctrina católica se opone a este procedimiento por dos razones primordiales: primero, porque se trata de un procedimiento contrario al orden natural de la sexualidad que atenta contra la dignidad de los esposos y del matrimonio.
En segundo lugar, porque la técnica supone la eliminación de seres humanos en estado embrionario tanto fuera como dentro del vientre materno, implicando varios abortos en cada proceso.