La Argentina Prisionera
“La Argentina
prisionera”
La Argentina está prisionera…
prisionera de la mentira, del error y la confusión.
La Argentina está prisionera porque tenemos una
justicia corrupta y prevaricadora que ha impuesto arbitrariamente una “cobertura
legal” a una verdadera y manifiesta injusticia. Por que ha avalado al
terrorismo que asoló a la
República durante la guerra contra la subversión permitiendo
que cuarenta años después tribunales revolucionarios juzgasen y condenasen,
contra derecho, a las Fuerzas del Orden de la Nación con el agravante de que quienes iniciaron
la guerra, robaron, secuestraron y asesinaron
compatriotas inocentes, gocen de plena libertad e incluso hayan cobrado
millonarias indemnizaciones bajo el falaz argumento de considerarlos jóvenes
idealistas.
La Argentina está prisionera de una
historia inventada que sobre la base de algunas semillas de verdad se ha
impuesto como algo real en la sociedad que alimentada por la propaganda
política y la acción psicológica que transmiten los medios de comunicación
(arma letal de la guerra psicopolítica), termina aceptándola
y convenciéndose de que las cosas fueron así cuando en realidad no lo fueron.
La Argentina esta prisionera de un
presidente que para llegar a serlo dijo “voy a terminar con
el curro de los derechos humanos”. Ello le permitió captar una
importante cantidad de votos de la clase media y cuando accedió al poder y tuvo
oportunidad de demostrarlo, hizo todo lo contrario al rendirle homenaje a los terroristas
frente a la visita de líderes mundiales que visitaban el mal llamado parque de
la memoria.
La Argentina está prisionera de una
prensa escrita, radial y televisiva que carece de valores y sólo quiere quedar
bien con lo que está de moda. Es la prensa que en forma cómplice habla de
genocidio en la Argentina cuando se sabe que aquí no hubo tal cosa y que el
empleo de tal término es una estrategia ideológica revolucionaria para victimizar a los terroristas y enjuiciar a las Fuerzas del
Orden de la Nación. Prisionera de esa prensa que condena a todo aquél que viste
uniforme y permite que a su lado se sienten terroristas que sueltos de cuerpo,
como el señor Anguita, dice ante cuarenta millones de argentinos que ellos
luchaban por la revolución socialista y que para ello robaban bancos, secuestraban,
ponían bombas y asesinaban a compatriotas.
La Argentina está prisionera de esa
prensa que se presta a considerar como “negacionistas”
a aquellos que como yo, negamos el genocidio o la teoría de que el único
demonio fueron las FFAA. Y cuando decimos que lo negamos no lo hacemos sin
fundamentos. Lo hacemos porque conociendo la verdad por haber sido
protagonistas, negamos y recontra negamos lo que no
es verdad, avalado por importantes juristas y especialistas en el tema como en
la Argentina lo puede ser el Doctor Jaime Malamud Gotti, que por cierto tuvo mucho que ver con estos temas
durante el gobierno de Alfonsín.
La Argentina está prisionera de la
conciencia de la Patria que constantemente le está reclamando que ha abandonado
a sus héroes de Malvinas que derramaron su sangre por todos nosotros y hoy
están presos de la venganza terrorista que infiltrada en el poder y en la
justicia los condena arbitrariamente. Tales los casos del teniente coronel Emilio
Nani detenido hace un par de días para ofensa de la
Patria verdadera, o del coronel Horacio Losito, entre
otros, que ya lleva varios y largos años de injusta prisión.
La Argentina está prisionera porque su
sociedad sabe que hay otro demonio, el que inició la guerra, el que sembró de
terror a la Patria por más de una década, ese mismo demonio que en boca de uno
de sus principales exponentes, “el perro” (tal su nombre de guerra)
Horacio Verbistky, confesó en su programa de TV que
ellos (los montoneros), necesitaban el golpe de estado para no quedar
descolocados con sus actos de terror en pleno gobierno democrático. Y por ello
intensificaron los mismos, a fin de lograr el caos y que los militares tomaran
el poder y los legitimaran. Lamentablemente los militares cayeron en la trampa
y apoyados por toda la sociedad produjeron el 24 de marzo de 1976.,
En síntesis, la Argentina está
prisionera de una revolución anticristiana que apoyada en los medios de
comunicación dominantes, va avanzando día a día y aniquilando esa escala de
valores tradicionales que nos vienen de nuestra cultura Cristiano Católica que
nada tiene que ver con lo que hoy está pasando en nuestra querida Patria.
¡Por Dios y por la
Patria!
Hugo Reinaldo Abete