El último capricho de Cristina y Kicillof ya costó $ 50.000 millones
El Banco Central, con Alejandro Vanoli y a la cabeza y por orden del ex ministro, ofreció contratos baratos para evitar la devaluación del peso.
Las apuestas en el mercado de dólar futuro crecieron de manera exponencial en la segunda mitad de 2015, a la par de que crecían las chances del por entonces candidato Mauricio Macri y, en términos económicos, desde que el mercado se convenció de que, ganara quien garase, le sería imposible sostener por mucho tiempo el tipo de cambio casi fijo con el que se obsesionó el ex ministro Axel Kicillof. La ficción de dólar barato que quiso sostener hasta el final el gobierno de Cristina Kirchner ya le está costando al Banco Central más de 50.000 millones de pesos.
Se trata de un mercado de “diferencias de precios”. Lo que está en juego es la diferencia entre el monto fijado en el contrato y el precio de referencia, desde que se pacta la operación hasta el día del vencimiento del contrato. Si el Central entrega pesos, es por la diferencia entre las cotizaciones. Nadie desembolsa pesos por el valor del dólar. El lunes vencen todos los contratos pactados al 29 de febrero. Pero la diferencia entre precio pactado y precio de de mercado ya se liquidó, y solo resta pagarse la compensación, si correspondiera, dependiendo del precio del dólar de próximo lunes
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El furor por el “dólar futuro” se explica fácil con este ejemplo. Alejandro Vanoli vendió dólares a pagar el 31 de marzo a $ 10,80. Obvio, el mercado apostaba a que para esa fecha habría un tipo de cambio más alto. De hecho por esos días lo que acá se vendía a $ 10,80 en Nueva York cotizaba a cerca de $ 15. Fue el principal argumento de la denuncia que ahora lleva a la Justicia a Cristina, a Vanoli y a Kicillof. Qué pasó?. El día que se liberó el dólar y el tipo de cambio saltó a 13,80, el Central pagó los 3 pesos de diferencia por cada dólar.
La mesa de dinero del BCRA, bajo control efectivo de Axel Kicillof, inundó de contratos baratos el mercado de futuros con la peregrina idea de que así podía enfriar las expectativas de devaluación. Hay que subrayar, como se dijo más arriba, que se trata de operaciones en pesos, y que las diferencias entre precios del contrato y del mercado de cada día se compensan cada 24 horas. La operación funciona así:
* Alguien compró un dólar futuro con vencimiento 31 de marzo de 2016 a $ 10,80. La parte compradora se compromete a pagar ese precio el 31 de marzo. La parte vendedora se compromete a vender dicho dólar a 10,80. Desde el día que se pactó la operación y hasta la fecha de vencimiento, la diferencia entre el precio del contrato y el precio de referencia de cada día, se liquida diariamente.
* Es lo que ocurrió el 15 de diciembre. Cuando se liberó el dólar y su precio saltó a cerca de 14 pesos, el BCRA pagó de un saque casi 45.000 millones de pesos a los que habían comprado dólares a $10,80 en promedio. Hoy esa factura ya supera los 50.000 millones de pesos.
* Lo que se salda es la diferencia entre el precio fijado en el contrato y el precio de referencia de cada día. Y toda la operación es en pesos, tomando en cuenta el valor oficial que informa diariamente el Central. Los contratos se pueden comprar y vender todo el tiempo. No es necesario que el comprador mantenga en su poder el contrato de compra hasta el vencimiento. Lo puede vender cuando quiera.
Como el dólar siguió subiendo luego de la devaluación de diciembre, el Central siguió poniendo pesos, para conformar la diferencia entre los $ 10,80 pactados en el contrato y el precio de cierre.
Para achicar la factura, el dólar obligó al Rofex a aplicar una quita sobre determinados contratos, pactados después del 30 de setiembre del año pasado.