El
arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, habló sobre la
proliferación de “femicidios” y las noticias de la “farándula”. Lo hizo
en su reflexión televisiva semanal el sábado 9 de enero, donde sostuvo
que “lo que está en juego aquí son realidades humanas y cristianas
fundamentales. Es verdad que es un hecho cultural que se va imponiendo
en contra del orden natural y de la moral cristiana pero nosotros
estamos para ser testigos de la verdad. Hay que insistir mucho en esto
en los chicos, los adolescentes y hay que empezarles a hablar de la
vocación al matrimonio, de la vocación al sacramento del matrimonio”.
Comenzó manifestando su preocupación por la frecuencia con que aparecen noticias policiales referidas a asesinatos de mujeres. “Eso ya recibió -dijo- un nombre específico: femicidio o delitos de género. No es común que la mujer mate al varón o que lo maltrate, algún caso habrá probablemente, pero las noticias se repiten sobre mujeres asesinadas. En general no se dice por el marido o el esposo sino por la pareja, la ex pareja, el novio, el ex novio. Y suele decirse que ya había hijos anteriores de parejas anteriores. ¿Cómo es posible que se soporte tanto? Y, dolorosamente, vemos que muchas veces se mata a la mujer y dice que ya estaban separados y hasta con denuncias judiciales que imponen restricciones que no se cumplen. Y ocurren las tragedias”.
“Cuando leo estas noticias -comentó monseñor Aguer- pienso en el drama de los chicos, qué pasa con los chicos, dónde van a parar, porque sus padres estarán uno preso y la otra muerta. Es algo tremendo lo que está ocurriendo, además de la confusión que hay acerca de lo que es la unión del hombre y la mujer, de lo qué es la pareja digamos. Pareja que, muchas veces es despareja”.
Proliferación de casos farandulescos
El arzobispo platense comentó luego que “hay otra sección de los diarios que me llama la atención: la denominada farándula. En la sección espectáculos aparecen los chismes de la farándula”, donde “se habla del caso de fulanita con fulanito, famosos ambos y ella lo pesca en flagrante adulterio con otra, si se puede llamar este caso adulterio, y viene toda una saga que dura semanas y semanas, y da que hablar por parte de todos”.
El prelado dijo que “esa proliferación de casos farandulescos no hace bien. Las señoras, especialmente las señoras mayores, se prenden en todo eso y lo siguen puntualmente. ¡Cuidado, señoras, tengan moderación! Y los jóvenes, que también conocen eso, van naturalizando el hecho de que la relación de la mujer y del varón hoy no tiene nada que ver con la estabilidad del matrimonio, con la fundación de una familia, con la destinación del sexo a los hijos”.
“Hay que insistir mucho en esto en los chicos, los adolescentes y hablarles de la vocación al matrimonio, de la vocación al sacramento del matrimonio. Toda esa gente que se casa, todavía, por la Iglesia tiene que tener esto muy claro. Va a la Iglesia para pactar algo delante de Dios y ellos, los esposos, son los ministros que se dan a sí mismos el sacramento y Dios los bendice y eso es para toda la vida”, dijo el prelado platense.
Finalmente monseñor Aguer dejó una pregunta: “¿Cómo hacemos para que estas verdades fundamentales que antes se creían a pie juntillas, a lo mejor no se observaban pero se creían, vuelvan a ser creídas, para que tengan crédito en la sociedad? Alguna parte podemos hacer nosotros”.+
Comenzó manifestando su preocupación por la frecuencia con que aparecen noticias policiales referidas a asesinatos de mujeres. “Eso ya recibió -dijo- un nombre específico: femicidio o delitos de género. No es común que la mujer mate al varón o que lo maltrate, algún caso habrá probablemente, pero las noticias se repiten sobre mujeres asesinadas. En general no se dice por el marido o el esposo sino por la pareja, la ex pareja, el novio, el ex novio. Y suele decirse que ya había hijos anteriores de parejas anteriores. ¿Cómo es posible que se soporte tanto? Y, dolorosamente, vemos que muchas veces se mata a la mujer y dice que ya estaban separados y hasta con denuncias judiciales que imponen restricciones que no se cumplen. Y ocurren las tragedias”.
“Cuando leo estas noticias -comentó monseñor Aguer- pienso en el drama de los chicos, qué pasa con los chicos, dónde van a parar, porque sus padres estarán uno preso y la otra muerta. Es algo tremendo lo que está ocurriendo, además de la confusión que hay acerca de lo que es la unión del hombre y la mujer, de lo qué es la pareja digamos. Pareja que, muchas veces es despareja”.
Proliferación de casos farandulescos
El arzobispo platense comentó luego que “hay otra sección de los diarios que me llama la atención: la denominada farándula. En la sección espectáculos aparecen los chismes de la farándula”, donde “se habla del caso de fulanita con fulanito, famosos ambos y ella lo pesca en flagrante adulterio con otra, si se puede llamar este caso adulterio, y viene toda una saga que dura semanas y semanas, y da que hablar por parte de todos”.
El prelado dijo que “esa proliferación de casos farandulescos no hace bien. Las señoras, especialmente las señoras mayores, se prenden en todo eso y lo siguen puntualmente. ¡Cuidado, señoras, tengan moderación! Y los jóvenes, que también conocen eso, van naturalizando el hecho de que la relación de la mujer y del varón hoy no tiene nada que ver con la estabilidad del matrimonio, con la fundación de una familia, con la destinación del sexo a los hijos”.
“Hay que insistir mucho en esto en los chicos, los adolescentes y hablarles de la vocación al matrimonio, de la vocación al sacramento del matrimonio. Toda esa gente que se casa, todavía, por la Iglesia tiene que tener esto muy claro. Va a la Iglesia para pactar algo delante de Dios y ellos, los esposos, son los ministros que se dan a sí mismos el sacramento y Dios los bendice y eso es para toda la vida”, dijo el prelado platense.
Finalmente monseñor Aguer dejó una pregunta: “¿Cómo hacemos para que estas verdades fundamentales que antes se creían a pie juntillas, a lo mejor no se observaban pero se creían, vuelvan a ser creídas, para que tengan crédito en la sociedad? Alguna parte podemos hacer nosotros”.+