La cadena de esclavos que adorna el escudo de Navarra
El escudo de Navarra es conocido por inspirarse 
en un episodio heroico de la batalla de las Navas de Tolosa,
 ocurrido en las cercanías de esta localidad jienense. Así, la heráldica
 incluye unas cadenas de oro sobre fondo rojo que representan la guardia
 de esclavos que custodiaba al califa An-Nasir, apodado «Miramamolín el 
Verde», y que fue traspasada por las fuerzas navarras en el transcurso 
de la confrontación.
La bandera oficial de esta comunidad autónoma es de color rojo, con 
un escudo formado por cadenas de oro y una esmeralda en el centro de 
unión de sus ocho brazos de eslabones, sobre ellas la Corona Real, 
símbolo del Antiguo Reino de Navarra. Una composición cuyo origen que se
 supone 
basada en la batalla acontecida el 16 de julio de 1212.
Los historiadores destacan que Sancho el Fuerte fue  decisivo en la batalla 
 
La batalla de Navas de Tolosa tuvo lugar en las cercanías de esta localidad jienense, en cuyo combate 
resultó victorioso un ejército cristiano
 encabezado por Alfonso VIII «el Noble» de Castilla, Sancho VII «el 
Fuerte» de Navarra y Pedro II «el Católico» de Aragón, sobre el ejército
 del Imperio almohade comandado por el califa Muhammad An-Nasir. Los 
historiadores destacan que Sancho el Fuerte tuvo una participación 
decisiva en la victoria, y como parte del botín de guerra llevó de 
vuelta a Navarra varios fragmentos de la cadena –de los cuales todavía 
se conservan ejemplares en Roncesvalles y en el Palacio de Navarra–  
supuestamente usada para mantener presos a los esclavos que debían 
proteger al califa.
 
Según la versión mitificada del episodio, el califa An-Nasir empleaba
 para defender su puesto de mando una guardia personal formada por 
esclavos africanos que permanecían encadenados para evitar la tentación 
de huir. Así, fue el mismísimo Sancho VII «el Fuerte» de Navarra quien 
rompió con su espada la cadena, arrebatando además del turbante del 
califa una esmeralda, que también está incluida en el escudo de Navarra.
 
Bandera de Navarra 
 
No obstante, casi con toda seguridad se trata de una leyenda 
posterior a la batalla que sirvió para dar origen a las cadenas del 
escudo de Navarra. De hecho, es difícil imaginar que un cuerpo de élite 
fuera encadenado, ya que disminuiría mucho su capacidad para el combate.
 
Fueron los cronistas y estudiosos del siglo XV quienes dotaron de 
una explicación legendaria
 al origen del escudo de Navarra, que anteriormente a las Navas de 
Tolosa era un emblema de un águila. En el estudio de documentos se 
constata como a partir del siglo XV van surgiendo las descripciones de 
blasones aludiendo a las «cadenas», en lugar de «rayos de escarbunclo», 
que con el tiempo habría de prevalecer.