Cristina Fernández, la “abogada” de Bin Laden – Por Ariel Corbat
En Nueva York, justamente allí, Cristina Fernández dijo haberse “horrorizado” porque Estados Unidos mató a Bin Laden en lugar de juzgarlo.
Se ve que tantos abrazos con Hebe de Bonafini, quien se alegró cuando
los aviones impactaron en las Torres Gemelas, no han sido casuales.
La lucha contraterrorista es necesariamente dura y cruel, requiere
cierta flexibilidad mental para entender la necesidad de medidas
excepcionales como salvaguarda de los sistemas que defienden la
libertad. Juzgar a Bin Laden hubiera sido darle tribuna para arengar, y
acaso unir, a todas la voluntades proclives al terrorismo. Mucho riesgo y
poco beneficio.
Detesto la violencia innecesaria, pero frente al horror la
respuesta debe ser letal. Está plenamente justificada la muerte de Bin
Laden. Desde luego no admitirá tal cosa el gobierno kirchnerista, que
falseando la historia hace víctimas de los que fueron terroristas.
Los falsos pruritos de los demagogos garantistas son funcionales a
los propósitos de los terroristas, que conocen y trabajan sobre las
debilidades que ofrecen las sociedades abiertas y democráticas.
Más allá de estar atentos a posibles excesos, y de tener en cuenta
que los terroristas cuentan con extender la lucha a lo largo del tiempo
para hacer que las naciones libres pierdan su esencia de sociedades
abiertas transformándolas en estados policiales, hay que pelear. Los
fundamentalistas tienen claro que su objetivo no es vencer a una u otra
nación ni a sus ejércitos: el objetivo es terminar con un estilo de
vida. El estilo de vida de la civilización occidental, libre y
capitalista. Por eso, en la guerra contra el terrorismo es preciso hacer
lo que hay que hacer: aniquilar al enemigo. Vivir o morir, esa es la
cuestión, no se trata de un debate para encontrar un punto de equilibrio
que permita la convivencia.
Cristina Fernández tiene en la Casa Rosada el retrato del criminal
Ernesto Guevara entronizado como un “patriota latinoamericano”, y en las
cárceles los vencedores del guevarismo son presos políticos a los que
no se les perdona evitar que cayera la Argentina bajo una dictadura
eterna como la que todavía hoy oprime al pueblo cubano. Profundizando la
línea de idiotismo latinoamericano que encarna el kirchnerismo no sería
raro que, cualquiera de estos días, levanten un monumento al bueno de
Osama, al que seguramente dedicarán una cátedra en la universidad de las
madres de plaza de mayo.
Fuente: http://plumaderecha.blogspot.com.ar/