UN NUEVO AGRAVIO AL DERECHO
UN NUEVO AGRAVIO
AL DERECHO
DECLARACIÓN DE LA
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS POR
LA JUSTICIA
Y LA
CONCORDIA
La señora de Kirchner inició su
discurso ante el Congreso de la Nación saludando especialmente al ex juez Garzón
y diciendo que se sentía honrada por su presencia. La mayor parte del público,
en una coreografía que no parecía improvisada, se puso de pie, mientras las
cámaras de la televisión mostraban al homenajeado, escoltado con parvedad por
Carlotto y Bonafini. Dos días después, uno de esos ignotos legisladores anunció
que el expulsado togado español sería investido como asesor de la Comisión de
Derechos Humanos de la oficina del Poder Ejecutivo que alguna vez fungió como
Parlamento.
La Asociación de Abogados por la
Justicia y la Concordia se permite recordar a estos personajes, que Garzón fue
excluido de la judicatura por un fallo del Tribunal Supremo de España, que lo
encontró culpable de haber violado los derechos de personas sometidas a su
juzgamiento. Ese mismo tribunal, en otras dos causas y por seis votos contra
uno, lo absolvió del delito de prevaricación. Aunque cabe aclarar que los
términos de dicha absolución son también suficientemente condenatorios, ya que
trata a Garzón cuanto menos de ignorante y le imputa haber violado el principio
de legalidad.
En pocas palabras, desde la
Presidente de la Nación hasta el último corifeo que enrojeció sus manos
aplaudiendo a Baltasar Garzón, sin olvidar a las madres y abuelas que tienen en
la Argentina el monopolio del dolor, dijeron al mundo (y en especial a España)
que el derecho, la justicia y las leyes no les importan un ardite cuando está en
juego la proterva ideología a la que sirven.
Garzón, hoy modelo de juez inicuo,
ha sido condenado y echado de la magistratura (¿puede haber cosa más infamante tratándose de una
magistrado?), por el voto unánime de un tribunal de la más alta
jerarquía, al cabo de un proceso ventilado de acuerdo a las leyes de un estado
democrático, con el que la Argentina mantiene – en apariencia – lazos de amistad
y recíproco respeto. Pero como el condenado ha sido Baltasar Garzón, aliado
ideológico y sirviente funcional de los que aquí mandan, todo aquello no sirve
de nada.
La Asociación de Abogados por la
Justicia y la Concordia no se cansará de advertir que la justicia en la
Argentina , salvo honrosas y cada vez más raras excepciones individuales, se ha
convertido hoy en una farsa. Este episodio, que se suma a tantos otros de diaria
persistencia, confirma nuestra alerta:
NADIE ESPERE NADA
DE LA JUSTICIA ; TODOS LOS ARGENTINOS VIVIMOS EN LIBERTAD
CONDICIONAL
5 de marzo de
2012
Mariano
Gradín
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Alberto
Solanet
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Secretario
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Presidente
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