LA SOLEDAD DEL PODER: Carta abierta la presidenta
MENDOZA,                        30 OCTUBRE 2010
LA                        SOLEDAD DEL PODER 
CARTA                        ABIERTA A LA SRA. CRISTINA FERNÁNDEZ VDA. DE                        KICHNER                        
DE MARÍA DELICIA REARTE DE                        GIACHINO* 
Señora, respetuosamente le                        presento mis condolencias. 
La                        muerte de su esposo la ha colocado en ese estado civil                        detestable: "VIUDA". 
Horrible palabra. Suena a despojo,                        a lejanía, a abandono, a olvido...a                        soledad.                        
Al                        verla erguida ante el ataúd cerrado de ese "hombre                        difícil", que fuera "el compañero de su vida", según sus                        propias palabras hace muy pocos días. Al verla rodeada de                        ese cortejo omnipotente que era de él y ahora será suyo.                        Al ver esa multitud vociferante, que sin el menor decoro                        gritaba consignas, esgrimía amenazas, turbaba con palabras                        soeces la PAZ de la muerte. Al ver a los hasta ayer                        detractores del difunto, transformados en los más                        elocuentes defensores de sus virtudes cívicas y humanas.                        Al ver tanta hipocresía. Al ver tanta mentira. Al ver                        tanta falsía... 
Señora, la                        compadecí.                        
Seguramente en su cabeza de mujer                        inteligente y capaz, apareció la palabreja: VIUDA...con                        todas sus connotaciones: despojo, lejanía, abandono,                        olvido, soledad... 
El                        despojo desgarrador de su estado civil "casada", que se                        llevaba gran parte de su personalidad impetuosa y                        atropelladora. 
Una                        lejanía irreversible de aquello que fuera su mundo y que                        ahora se le ofrecía complejo, desconocido,                        peligroso...                        
Abandonada, en el peor de los                        abandonos, el que padecen los observados, los envidiado,s                        los resistidos, los adulados... 
Olvidada para ser recordada en el                        oportunismo o la conveniencia, o la agachada, o la                        emboscada, o la trampa. 
Y...sola. Absolutamente sola.                        Irremediablemente sola. Sola en la más profunda soledad.                        Sola en "LA SOLEDAD DEL PODER". 
Y…                        LA COMPADECÍ.                        
Porque cuando la desconfianza la                        altere, cuando el miedo la acorrale, cuando las decisiones                        le pertenezcan, cuando reconozca sus errores, cuando su                        firma valga más que la verdad, cuando no sepa qué hacer y                        lo que haga lo haga mal, cuando acierte, cuando se                        equivoque, cuando llore y cuando ría, cuando la aconsejen                        o la engañen, Señora, va a estar sola. 
Sola en la más sola de las                        soledades.LA SOLEDAD DEL PODER. 
Ayer al ver tanta impudicia en un                        pueblo que confundió el dolor con la venganza, en una                        clase dirigente que se prostituye por un lugar ,en unos                        medios de comunicación mutables según el mandamás, en unos                        "giles" que se avivaron, a usted NO LA VI... La ocultaban                        sus grandes gafas oscuras, junto a un ataúd cerrado, que                        encerraba el secreto del pasado. 
Sin                        cruz ni espada. Sólo un bastón malabarista y un pañuelo                        que no sirvió para enjugar amor sino odio, una bandera                        escurridiza y un hombre desnudo dando cuentas a                        DIOS.                        
Y... LA                        COMPADECÍ.                        
Pasarían por su mente los momentos                        felices y los no tanto, las lecciones de la historia                        siempre alternadas, la guillotina y el trono, los millones                        de argentinos que la empujan en la responsabilidad del                        deber, las ideologías amparadas por la obsecuencia, el                        mandato irreprimible del BIEN COMÚN. El martirio, el                        calvario, la GLORIA o la soledad más sola de las                        soledades: LA SOLEDAD DEL PODER. 
No                        sé si pensó en la PATRIA, que no es este país manoseado                        por intereses internacionales, no es esta nación vacilante                        en un camino erróneo, no es este estado corrupto. La                        Patria es aquel pedacito de tierra 
lejano y frío, propio por la más                        verdadera propiedad que es la de la sangre, silencioso,                        sereno, elevado en cruces, protegido por la STMA. VIRGEN,                        refugio de los verdaderamente grandes, féretros abiertos                        al orgullo del mundo. DEBER y VALOR. LEALTAD Y HUMILDAD.                        AMOR Y TEMPLANZA. 
En                        la PATRIA no hay soledades. Abríguese en                        ella.                        
Señora, respetuosamente, reciba                        mis condolencias. 
MARÍA DELICIA REARTE DE GIACHINO                        
DNI                        1605228                        
                                                                     * Madre                        del Capitán de Fragata Pedro                        Giachino, Primer                        caído en la Guerra de                        Malvinas
 
 
 
