El Gobierno y la Justicia investigan si un nuevo grupo anarquista está detrás de los ataques con bombas caseras
La Policía encontró hoy un artefacto explosivo casero contra Patricia Bullrich y Claudio Bonadio, junto con unas chapas que contenían mensajes intimidatorios hacia la ministra de Seguridad y el juez.
"Vamos por vos y toda tu familia", decía el texto amenazante contra el magistrado colocado cerca de una garita policial en una caja de cartón en las calles Triunvirato y El Payador, en Villa Bosch.
En el lugar intervino personal de explosivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, que desactivó el artefacto colocado detrás del Destacamento del Centro de Operaciones Municipales (COM) que cubre personal de la Policía Local de Tres de Febrero, e interviene el Juzgado federal N° 2 de de San Martín.
Fuentes policiales confirmaron que el artefacto colocado en una caja se trató de "una bomba incendiaria" de fabricación casera con tubos de gas butano, un timer, una batería y un cable de cobre conectado al bidón de combustible, que sería nafta, y que no llegó a explotar por una falla en el sistema.
Por otra parte, el juez federal Sergio Torres ordenó la detención de dos militantes, entre ellos el "karateca" César Arakaki, a quien el PO reconoció su militancia y les puso abogados. Por esta y otras razones, las fuentes descartan que el PO esté detrás de los ataques con bombas caseras.
La detención dictada por Bonadio de los cinco manifestantes que participaron de los incidentes del jueves fue ratificada por la Cámara Federal porteña, la semana pasada.
El 24 de agosto del año pasado, al menos dos bidones cargados de nafta explotaron frente a la sede del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que dirige Cristian Ritondo y provocaron que dos vehículos terminaran prendidos fuego. Unas horas antes durante una marcha por Santiago Maldonado un grupo anarquista lanzó bombas molotov contra la legislatura bonaerense, también en La Plata.
El 5 de enero, un desconocido en una moto había dejado dos bombas caseras debajo de un camión antidisturbios en la sede central de la Policía Federal. En ese momento, el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, dijo que se trata de un "modus operandi" al cual "prestamos atención" porque "me comentaron que hay artefactos detectados en otros lados de similares características, en Capital Federal y en todo el país", dijo.
El jefe de la fuerza de seguridad informó que se encontró un panfleto con la firma del Partido Obrero en el que se pide "libertad a los argentinos presos en Congreso o los ataques seguirán". El mensaje hace referencia a los detenidos por los incidentes durante el debate de la reforma previsional en la Cámara de Diputados, en diciembre pasado. El PO negó categóricamente haber sido el autor.
De todos modos, Roncaglia remarcó que "no estamos acusando a nadie del Partido Obrero. Es más, me llama la atención que en una amenaza así dejen la firma del autor", en alusión a otro grupo político.
Las fuentes consultadas por este diario afirmaron que en los tres casos se usaron bombas caseras de "similar confección" y que los ataques "tienen la misma lógica política". Por esta razón, las investigaciones se dirigen a un nuevo grupo anarquista que ha escrito el símbolo anarco en paredes cercanas a recientes protestas y cuyos líderes actuán en forma clandestina.